La Fundación Adinberri de la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco, junto a los ayuntamientos de Oarsoaldea, han presentado en Pasai Donibane un proyecto piloto de teleasistencia predictiva que ya está instalado en varias viviendas de la comarca. La iniciativa tiene como objetivo mejorar la calidad de vida, la autonomía y la seguridad de las personas mayores, y se prevé que llegue a 245 domicilios de Pasaia, Lezo, Errenteria y Oiartzun en los próximos meses.

Con diferentes herramientas digitales como una medalla, un reloj, una tablet o sensores de movimiento, se lleva a cabo un exhaustivo seguimiento del día a día de los usuarios, y las medidas se adecúan posteriormente a sus necesidades. Las llamadas telefónicas también son parte del proyecto, y dependiendo del usuario, se realizan con mayor frecuencia para estudiar a través de la voz, el tono o las expresiones el posible deterioro cognitivo o diferentes sentimientos como el de la soledad o la angustia entre las personas que usan la teleasistencia.

Las nuevas tecnologías pueden ser muy útiles si se utilizan de forma correcta, y en este caso, la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, ha asegurado que “con este nuevo sistema queremos avanzar hacia un nuevo modelo de servicio predictivo que permita anticiparnos y actuar en la prevención de situaciones de dependencia y fragilidad”. Ha añadido que la recogida de diferentes datos para su posterior análisis, permite “identificar precozmente los riesgos, y la intención es apostar por un plan de intervención personalizado, que responda a las necesidades de cada persona a través de los servicios vinculados a los ecosistemas locales de cuidados dentro del marco Zaintza HerriLab”.

Reloj inteligente que permite solicitar asistencia y también la solicita automáticamente Arnaitz Rubio

La iniciativa, ya en marcha en Oarsoaldea, se enmarca en la estrategia Zaintza Herrilab, y contribuye a la transición hacia un modelo de atención basado en una coordinación mayor entre los servicios públicos, privados y comunitarios.

Adinberri es la Fundación que lidera el nuevo proyecto, y su directora, Rakel San Sebastián, ha explicado que este proyecto piloto tiene dos objetivos claros: “Implantar las novedades digitales a la asistencia para mejorar el servicio y, a la vez, expandir la red empresarial”, ya que están trabajando de la mano con diferentes empresas que fueron seleccionadas en la última licitación llevada a cabo. San Sebastián está convencida de que “la teleasistencia predictiva ayudará a detectar casos de deterioro cognitivo, sentimiento de soledad y riesgos de caídas entre los usuarios”.

El proyecto implantando en Oarsoaldea es pionero en el territorio, pero la directora de los Servicios Sociales del Gobierno Vasco, Marian Olabarrieta, ha afirmado en la presentación que “este solo es el punto de partida”. “Experimentar las novedades con diferentes vecinos de Oarsoaldea nos permitirá estudiar diversos datos y hacer un balance, que de ser positivo, nos haría plantearnos expandir el proyecto a las comarcas de toda Gipuzkoa en las siguientes licitaciones”, ha añadido.

Medalla para solicitar asistencia Arnaitz Rubio

La recogida y análisis

La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ayesa e Ilunion Vida Senior, junto a un grupo de empresas y startups especializadas en diferentes tecnologías, es la encargada de implantar en los domicilios de los usuarios los dispositivos necesarios, aunque el paciente puede decidir no utilizar alguno en ocasiones, para llevar a cabo la teleasistencia predictiva. La Inteligencia Artificial y el Big Data también se utilizan para crear modelos predictivos que permiten actuar de forma rápida en caso de su detección.

Sentirse privilegiado

Ricardo Telleria, vecino de 91 años de Pasai Antxo, cuenta con asistencia telemática desde 2011, y ahora es uno de los usuarios del proyecto piloto que implanta la predicción en la teleasistencia. El antxotarra cuenta con un reloj, una tablet, una medalla y varios sensores de movimiento en su casa para recoger diferentes datos. “Estoy muy contento con el reloj. Si sufro una caída, puedo pulsar un botón y automáticamente llamo para que me asistan, y si el reloj detecta que la caída ha sido fuerte, llama sin que yo tenga que pulsar ningún botón”. Además, ha explicado que viaja mucho a Toledo, pero que gracias a las redes y los satélites, el reloj puede detectar caídas aunque se encuentre fuera de Euskadi y la asistencia es la misma, lo que le hace sentirse como “un privilegiado”.

Telleria está en forma, y es ágil de mente. Va a pasear a Jaizkibel, se ejercita en la piscina o lee la prensa, pero todas las herramientas son “útiles" para él. La tablet es su “gimnasio para la mente”, y la utiliza para “ejercitar el cerebro” haciendo sopas de letras, entre otras cosas. Así, desde el centro de atención pueden recoger datos y recabar información para analizar su posible deterioro cognitivo. Los sensores de movimiento colocados en su domicilio toman datos de sus movimientos diario para que así se puedan detectar cambios en su rutina. La puerta principal, su habitación, el vestíbulo, la cocina, el baño y hasta la nevera cuentan con un sensor que recoge los movimientos diarios de Ricardo, que dibujan su rutina y detectan posibles anomalías.