Un colectivo de vecinos se ha concentrado este mediodía en la plaza Santiago de Pasai Donibane para denunciar las "actitudes fascistas y racistas” que a su entender se vienen sucediendo durante los últimos días en Pasaia tras los incidentes registrados en torno a un local ocupado por personas extranjeras en Trintxerpe, sucesos que han provocado una reacción vecinal que a golpe de movilización diaria pide que sean expulsados del distrito pasaitarra los presuntos autores de estos hechos delictivos.
En un comunicado al que se han adherido diferentes entidades sociales, los promotores de esta iniciativa denuncian que durante la última semana se han llevado a cabo diferentes movilizaciones en las que “hemos visto que la violencia contra las personas racializadas, y especialmente contra las que se encuentran en situación de exclusión, es cada vez más cruenta”, e incluso se está generalizando “la criminalización” contra este colectivo.
En ese sentido, detallan una serie de hechos graves que habrían ocurrido durante los últimos días. “Un grupo de vecinos se ha organizado para dar palizas por las noches”, y aseguran que en las tres últimas noches “se han visto encapuchados con barrotes de hierro” en la zona de Trintxerpe y San Pedro.
Este colectivo de vecinos denuncia a su vez la publicación en las redes sociales de “constantes y numerosos comentarios racistas” contra un grupo concreto de personas. Además, durante una manifestación celebrada en Trintxerpe “una persona ha sido golpeada y ha habido violentos ataques verbales contra otra”.
El colectivo denuncia que un grupo de vecinos "se ha organizado para dar palizas por las noches”, y asegura que en las tres últimas noches “se han visto encapuchados con barrotes de hierro” en la zona de Trintxerpe y San Pedro
Estos hechos demostrarían, según la reflexión llevada a cabo por este colectivo, que se está intentando culpar de todos los problemas a determinadas personas extranjeras y racializadas. “En el punto de mira de estos discursos están las personas procedentes del norte de África, que se encuentran en una situación de exclusión total”. Y añaden que el discurso que se está extendiendo “oculta un problema de base”, desplazando el debate sobre la situación de miseria y las desigualdades que “las carencias de nuestro sistema y el capitalismo provocan”.
Denuncian por todo ello que la violencia hacia estas personas “está siendo cada vez más cruenta” y que el discurso “fascista” se está extendiendo “con naturalidad por nuestras calles”
No tienen cabida actos violentos, "vengan de donde vengan"
En ese sentido, los grupos con representación en el Ayuntamiento de Pasaia han dado a conocer esta semana una declaración institucional en la que piden que las protestas vecinales “absolutamente respetables” se lleven a cabo “de manera pacífica y respetando el marco legal”. En Pasaia "no tienen cabida los actos o comportamientos violentos, vengan de donde vengan”, subrayaron en el comunicado publicado el pasado miércoles.
Para el colectivo de vecinos concentrado hoy en Donibane “se está justificando la opresión contra los sectores más empobrecidos de la población, poniendo el foco en los que sufren la miseria en lugar de en los factores y agentes que la provocan”.
Entienden que las instituciones tienen “limitaciones” a la hora de abordar esta situación, por lo que creen que es responsabilidad de la ciudadanía reivindicar que “en Pasaia existe un pueblo que no comparte estas actitudes fascistas y racistas”. Esos discursos y comportamientos, añaden, que “resonaban cada vez más cerca, ya están en nuestras calles, y son inadmisibles”.
La plataforma alerta de la publicación en las redes sociales de “constantes y numerosos comentarios racistas"
El colectivo llama por todo ello a “vetar todos los discursos fascistas” y apostar por una Pasaia inclusiva. “Es hora de abordar de raíz el problema estructural de la pobreza, pero especialmente es hora de que quienes apostamos por otro modelo de Pasaia salgamos a la calle. ¡No hay espacio para el fascismo! ¡La respuesta popular es urgente e imprescindible”, concluyen.
Los problemas de convivencia que han aflorado en Trintxerpe están siendo seguidos con preocupación por el Gobierno Vasco. El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, entiende las protestas vecinales pero pide actuar con prudencia y llama a la ciudadanía a no tomar la justicia por su mano. En una entrevista radiofónica exigía el pasado jueves dar pasos judicialmente para desalojar y tapiar locales ocupados, pero al mismo tiempo solicitaba actuar con máxima diligencia para que no paguen justos por pecadores.