Entender la diversidad como una fortaleza y valernos de ella para avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y cohesionada es uno de los principales desafíos que enfrenta nuestro territorio. Así quedó patente en el foro Biharko Gizartea, organizado por NOTICIAS DE GIPUZKOA con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y que contó con una amplia participación de agentes sociales lo cuales analizaron los retos y oportunidades sociales de Gipuzkoa desde tres perspectivas: diversidad, inclusión y envejecimiento.

La inauguración del evento corrió a cargo de Xabier del Valle de Lersundi, gerente de NOTICIAS DE GIPUZKOA, quien en su discurso de bienvenida apuntó que “nos encontramos en un momento en el que la sociedad enfrenta grandes desafíos, pero también enormes oportunidades. La diversidad de nuestra comunidad sigue creciendo, y la necesidad de generar espacios inclusivos para todos sin importar su origen, identidad o edad, es más crucial que nunca. Y esto incluye, por supuesto, a nuestros mayores, que representan un pilar fundamental en nuestras vidas y nuestra cultura”.

8

Las fotos de la jornada Biharko Gizartea. Ruben Plaza

Maite Peña, diputada de Cuidados y Políticas Sociales, puso en valor el trabajo que está llevando a cabo el ente foral para hacer de Gipuzkoa un territorio de cuidados. “Tenemos un nuevo modelo que funciona con éxito y que está basado en una red de colaboración entre el sector público y privado, ofreciendo servicios de calidad tanto en atención residencial como en domicilio, porque nos consta que muchas personas mayores desean ser atendidas en su casa”, introdujo.

“El nuevo modelo de cuidados está centrado en la persona, porque cada individuo tienes sus necesidades y deseos sobre qué cuidados, dónde y cuándo quiere recibirlos”

Maite Peña - Diputada de Cuidados y Políticas Sociales

Sobre el nuevo modelo de cuidados, Peña destacó que “está centrado en la persona, porque cada individuo tienes sus necesidades y deseos sobre qué cuidados, dónde y cuándo quiere recibirlos”. “Es necesario adaptar las estructuras existentes a esas necesidades y deseos”, dijo, “y para ello debemos escuchar activamente y fomentar su participación”. Y es que, a juicio de Peña, “no se trata solo de ofrecer servicios, sino de adaptarlos a las necesidades y voluntades de las personas”.

Así, según explicó, “el nuevo modelo de cuidados de Gipuzkoa se sustenta en cinco pilares: está centrado en las personas; trabaja en la prevención de soledades; apuesta por personalizar los servicios; fomenta la participación; y apuesta por cuidar al cuidador”. Concluyó su intervención recordando “el papel fundamental que está jugando en todo ello la Fundación Adinberri en el ámbito del envejecimiento saludable, la silver economy y la innovación”.

Diversidad

El primer espacio de diálogo de la jornada, titulado Diversidad: un camino hacia el enriquecimiento social y cultural, giró en torno a la importancia de integrar la diversidad para promover el crecimiento y la prosperidad de Gipuzkoa. Participaron en esta mesa redonda Julia Shersheneva, directora de Ikuspegi, Observatorio Vasco de Inmigración; Silvana Luciani, miembro de SOS Racismo; y Pío Pérez, profesor de antropología social en la UPV-EHU.

El aumento del discurso utilitarista en torno a la cuestión de la inmigración fue una de las primeras reflexiones que abordaron los ponentes. “Si nos comparamos con el resto de los territorios, los barómetros indican que la guipuzcoana es una sociedad más abierta, pero aún sigue habiendo casos de discriminación y racismo. Sobre todo, apreciamos un aumento del discurso utilitarista porque se asume la inmigración como una necesidad”, indicó la directora del Observatorio Vasco de Inmigración.

“La guipuzcoana es una sociedad abierta, pero aún sigue habiendo casos de discriminación y racismo, y apreciamos un aumento del discurso utilitarista”

Julia Shersheneva - Directora de Ikuspegi, Observatorio Vasco de Inmigración

“Aunque la sociedad cada vez es más tolerante, existe todavía la tendencia a pensar que los que vengan se deben adaptar a nuestras costumbres. Nosotros siempre decimos que para una buena gestión de la interculturalidad es clave que haya tres elementos: que haya equidad, que se den pasos en favor de la convivencia y la interrelación entre personas de diferentes orígenes, y que haya un reconocimiento real de la diversidad. En este sentido, tenemos muchas cosas que mejorar, porque se dan muchas situaciones en las que convivimos, pero no nos interrelacionamos”, continuó Luciani.

Asimismo, la representante de SOS Racismo apuntó que “aunque existe un sector de la sociedad muy crispado y adherido a discursos que dividen, hay un importante sustrato solidario y proactivo hacia la diversidad. Desde SOS Racismo llevamos a cabo proyectos como Izan Harrera o Urretxindorra, que están basados en la convivencia, porque desde la interrelación es desde donde se pueden trabajar los prejuicios”.

“Tenemos muchas cosas que mejorar, porque se dan muchas situaciones en las que convivimos, pero no nos interrelacionamos”

Silvana Luciani - Miembro de SOS Racismo

“El trabajo que se está realizando, está dando sus frutos, pero sigue habiendo mucho por hacer y uno de los retos es el de frenar discursos preocupantes”, incidió al respecto Shersheneva. Además, y continuando con lo que había comentado su compañera de mesa, subrayó que “la integración cultural siempre ha sido el núcleo duro del discurso partiendo de la premisa de que son ellos los que se tienen que adaptar”.

Pérez, por su parte, añadió que “la inmigración sigue estando muy ligada a cubrir las necesidades del mercado de trabajo” y aunque se mostró optimista “porque ahora gozamos de una buena situación económica”, alertó de que “los verdaderos problemas llegan cuando el mercado de trabajo entra en crisis y no necesitamos tanta mano de obra barata”. Así las cosas, consideró “peligrosos” los mensajes del discurso utilitarista, “porque los escenarios económicos son cambiantes”.

“La nuestra es una sociedad etnocentrista, que mira a otras culturas como si fueran exóticas y desde la idea de que no hay ninguna como la nuestra”

Pío Pérez - Profesor de antropología social en la UPV-EHU

Luciani quiso poner el foco en el preocupante auge de la extrema derecha en Europa: “Lo grave no es que estén presentes en los parlamentos, sino que marquen el discurso. Estamos viendo cómo va calando en algunos jóvenes y eso es realmente preocupante”, lamentó.

En la otra cara de la moneda, Shersheneva apostó por “visibilizar lo que aporta la inmigración a nuestra sociedad”, refiriéndose a que este colectivo “ayuda a resolver los problemas de conciliación de las familias vascas”.

Identidades y raíces

Las identidades y las raíces del racismo fueron otro de los temas sobre los que conversaron. El profesor de antropología social observó que “la nuestra es una sociedad etnocentrista, que mira a otras culturas como si fueran exóticas y desde la idea de que no hay ninguna como la nuestra”. Luciani opinó que “las identidades son poliédricas, no son estancas, y es preciso cambiar el concepto”.

Sobre el rechazo que genera la inmigración en algunos sectores de la población, la representante de SOS Racismo explicó que “es el miedo a lo diferente, a perder privilegios o derechos, a la incertidumbre…”, y aclaró que “los flujos migratorios son procesos que se van autorregulando, porque nadie va a un lugar en donde no hay oportunidades”.

En esa misma línea, Shersheneva introdujo en la conversación el concepto de la aporofobia, es decir, el miedo y rechazo hacia la pobreza y hacia las personas pobres: “No es un tema de racismo biológico, sino más bien de aporofobia, porque cuando es una persona de éxito no se suele señalar su origen”.

Sobre el papel que juegan los medios a la hora de construir el discurso social, Pérez consideró que “los medios de comunicación tienen mucho que decir al respecto”, mientras que Luciani denunció que “de 70 noticias sobre inmigración, 50 reflejan la inmigración como un problema, lo cual va calando en el imaginario colectivo”. Shersheneva, por su parte, añadió que “entender la inmigración como algo positivo es un trabajo conjunto de la sociedad”.

Inclusión

Sobre cómo podemos promover espacios donde todas las personas se sientan valoradas y parte de un proyecto comunitario, todo ello con el objetivo de garantizar que nadie se quede atrás, dialogaron los ponentes del segundo bloque del día, Hacia una Gipuzkoa inclusiva: construyendo espacios de igualdad y justicia social. Formaron parte de esta mesa redonda Marian Martínez, directora general de Sutargi; Joseba Zalacain, director de SIIS; Mikel Castander, director área de inclusión en Zabalduz; Fernando Nebreda, gerente de Oarsoaldea.

“Integrarse es adaptarse a un marco, mientras que inclusión es estructurar un marco que sea capaz de adaptarse a la diversidad. La exclusión está relacionada con las desigualdades, por tanto, solo podemos ser inclusivos garantizando la igualdad y adaptándonos a las distintas realidades”, expuso Zalacain.

“Tenemos una sociedad esquizofrénica, en la que generamos exclusión mediante nuestras decisiones, pero al mismo tiempo impulsamos políticas de inclusión”

Joseba Zalacain - Director de SIIS

La directora de Sutargi, proyecto socioempresarial cuyo objetivo es promover oportunidades de desarrollo para las personas que conforman la organización, reconoció que “ser inclusivos nos aporta mucha riqueza y nos da la capacidad de ver más allá”.

El gerente de Oarsoaldea, quien habló desde una perspectiva sociolaboral, destacó que en la agencia de desarrollo “trabajamos e impulsamos herramientas para que las personas tengan un proyecto de vida, independientemente de su origen o condición”. Para ello, explicó, desarrollan itinerarios personalizados dirigidos a colectivos vulnerables, “donde cada persona debe ser el centro de su proceso de inserción”.

“Nuestro lema es ‘Personas diferentes, personas iguales’. Ser inclusivos nos aporta mucha riqueza y nos da la capacidad de ver más allá”

Marian Martínez - Directora general de Sutargi

El representante de Zabalduz, cooperativa de iniciativa social dedicada al ámbito de la intervención social, constató “el daño que provoca la desigualdad” y afirmó que, aunque existe “una gran conciencia social en Gipuzkoa” al respecto, “tenemos un gran margen de mejora”.

De cara a la concienciación, los ponentes pusieron el foco en los jóvenes. “Tenemos que estar muy atentos a las nuevas generaciones, escucharles para saber qué piensan”, comentó Martínez.

Castander, además, alertó de que “la sensibilidad de las instituciones nos ha llevado a ser referentes en el tema social, pero la paz social requiere de compromiso constante y conviene recordar esto constantemente para que los jóvenes no lo den por hecho”.

“Trabajamos e impulsamos herramientas para que las personas tengan un proyecto de vida, independientemente de su origen o condición”

Fernando Nebreda - Gerente de Oarsoaldea

Seguido, Nebreda apuntó la necesidad de abordar el tema de la inclusión y la diversidad en las escuelas, porque “muchos jóvenes carecen de perspectiva histórica y no son capaces de contextualizar”.

Zalacain fue más duro y se refirió a la guipuzcoana como “una sociedad esquizofrénica” porque “por una parte, generamos exclusión, mediante decisiones como a qué colegio llevamos a nuestros hijos, o permitimos los altos precios de alquiler, y al mismo tiempo impulsamos políticas de inclusión”.

“La paz social requiere de compromiso constante y conviene recordar esto constantemente para que los jóvenes no lo den por hecho”

Mikel Castander - Director área de Inclusión en Zabalduz

Sobre cómo evitar la exclusión, la representante de Sutargi abogó por “acompañar y facilitar la inclusión en sectores estratégicos de Euskadi” como el sector de la salud o las terapias avanzadas, porque “a menudo asociamos inmigración con trabajos de poco valor añadido”. No obstante, observó que “el acompañamiento no debe terminar cuando la persona encuentra trabajo, porque es necesario hacer mucha pedagogía en las empresas para que el proceso se consolide”.

Envejecimiento digno y saludable

Los desafíos que representa responder a las necesidades del envejecimiento de la población centraron el debate de la última mesa redonda de Biharko Gizartea, Cuidando el futuro: retos y oportunidades para una vejez digna y activa en Gipuzkoa, que estuvo integrada por Xanti Moriones, jefe de servicio de Agenda 2030, Innovación y Evaluación del departamento de Cuidados y Políticas Sociales de la Diputación Foral de Gipuzkoa; Aintzane Uriguen, directora de la residencia Zorroaga y vocal en Lares Euskadi; Alex Gómez, experto en gestión de servicios sociales; Andikona Uriarte, adjunta a la gerencia de Hurkoa; y Eunate Alonso, directora de área en el Grupo Babesten.

“La colaboración entre todos los agentes del ecosistema de cuidados es fundamental, porque esto lo tenemos que hacer entre todos”

Xanti Moriones - Jefe de servicio de Agenda 2030, Innovación y Evaluación de la Diputación Foral de Gipuzkoa

Moriones fue el primero en intervenir, poniendo en valor el modelo de cuidados centrado en las personas del que ya había hablado al inicio de la jornada la diputada Maite Peña. “Gipuzkoa se sitúa a la cabeza en el ámbito de los cuidados y contamos con un sistema consolidado que responde a las necesidades”, no obstante, puntualizó, “debemos prepararnos de cara al horizonte 2030, para dar respuesta las nuevas necesidades que vayan surgiendo”. Asimismo, incidió en importancia de la prevención “para que las personas mayores sean menos dependientes” y puedan “ser cuidadas en sus casas, que es lo que nos dicen que quieren”. La colaboración entre todos los agentes del ecosistema de cuidados fue otro de los aspectos señalados por Moriones, “porque esto lo tenemos que hacer entre todos, solos no podemos”. Interesante también fue su relato sobre cómo la pandemia puso sobre la mesa la necesidad de apostar por un nuevo modelo de cuidados. “Fue un verdadero atrevimiento, pero la crisis sanitaria hizo que nos replanteáramos el sistema”, reconoció.

“El personal de las residencias se debe preparar para atender a los perfiles emergentes que están surgiendo”

Aintzane Uriguen - Directora de la residencia Zorroaga y vocal en Lares Euskadi

La representante de Hurkoa, fundación creada por Cáritas para atender, apoyar y defender los derechos de las personas mayores o con enfermedad mental en situación de fragilidad, dependencia o desprotección, reclamó la necesidad de cambiar la mirada: “Con una esperanza de vida cada vez más larga, la población que va a requerir cuidados se va a incrementar considerablemente en los próximos años. Debemos entender que las personas mayores conforman un colectivo heterogéneo y que, por tanto, debemos dar respuesta a sus necesidades de forma individualizada”. La soledad, el aislamiento y la brecha digital fueron otras de las cuestiones sobre las que se mostró preocupada, en la medida de que aumentan la fragilidad social.

“Tenemos que adaptarnos al desafío demográfico y para ello es necesario que la Agenda 2030 empiece a mirar al horizonte 2050”

Alex Gómez - Experto en gestión de servicios sociales

En la línea de responder a las nuevas necesidades, el experto en servicios sociales subrayó que “tenemos que ser capaces de adaptarnos”, al desafío demográfico y opinó que es necesario que “la Agenda 2030 empiece a mirar al horizonte 2050”.

La directora de área del grupo Babesten, por su parte, ofreció la perspectiva de las trabajadoras de los servicios de ayuda a domicilio. “Para nosotros es muy importante dotar de valor y enfoque a las profesionales del servicio de ayuda a domicilio, porque el hecho de atender a la persona en su casa ofrece muchas oportunidades para detectar y abordar las necesidades de la persona usuaria”, expuso.

“El nuestro es un sector muy vocacional, pero tenemos que hacer más por poner en valor nuestro trabajo”

Andikona Uriarte - Adjunta a la gerencia de Hurkoa

Para completar la mesa, faltaba la visión de los recursos residenciales, que en este caso fue aportada por la directora de la residencia Zorroaga de Donostia. “En las residencias cada vez atendemos a personas de más edad. Ahora mismo, la media de edad ronda los 88 años y la mayoría son personas con gran dependencia”, comentó. Asimismo, reveló que más allá de las personas mayores, es habitual que tengan que atender otro tipo de perfiles: “Cada vez es más habitual que atendamos a personas con problemas de salud mental o en situación de exclusión social. Recurren a nosotros, pero lo cierto es que no estamos suficientemente preparados para estos perfiles emergentes. En ese sentido, sería importante que hiciéramos un análisis y formáramos al personal”, reflexionó. Uriguen también señaló la importancia de “reforzar la coordinación entre los distintos servicios asistenciales, y que esto permite poner a la persona en el centro”.

Dignificar el sector

La apuesta por hacer atractivo el sector fue otro de los asuntos abordados. “Ser solidario no está bien pagado y los profesionales se marchan en cuanto pueden”, lamentó Gómez. El representante foral, por su parte, añadió que “la Diputación ha apostado por dignificar el sector. Somos el único territorio que ofrece ayudas a la contratación para las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, donde a día de hoy trabajan más de 6.000 personas. Otro tema importante para nosotros es el de cuidar al cuidador, para lo que tenemos un programa específico”.

“Es muy importante dotar de valor y enfoque a las profesionales del servicio de ayuda a domicilio”

Eunate Alonso - Directora de área en el Grupo Babesten

“El nuestro es un sector muy vocacional, en el que tenemos gente que trabaja mucho y se siente muy implicada, pero tenemos que hacer más por poner en valor nuestro trabajo”, aseveró Uriarte. Uriguen concluyó señalando la necesidad de “poner en valor el sector para atraer la atención de los jóvenes, porque faltan vocaciones”.