¿Qué necesidades siguen sin cubrir en el ámbito educativo?—
Hay mucho alumnado sordo que no tiene mediador comunicativo o PT (profesor de Pedagogía Terapéutica) para recibir y acceder a la información en igualdad de condiciones. Respecto al intérprete de lengua de signos para bachillerato o universidad, hay muy pocos profesionales. Entonces, sigue habiendo muchísimas barreras. Yo tenía intérprete de lengua de signos, pero en bachiller tenía PT, es decir, tenía un recurso. Con el tiempo han cambiado muchos recursos y falta concienciación, sensibilización. Hay mucho alumnado sordo que no sabe qué necesidades tiene porque no ha recibido esa información previa.
¿Estas trabas hacen que se desanimen y no lleguen a la universidad?
Así es, porque todas esas barreras te reducen la motivación. Hasta que consigues el recurso, esa trayectoria que llevas... Al final dices: Dejo de estudiar porque esta lucha no me merece la pena, porque no tienes la información, tienes la barrera, tienes la frustración, sigues luchando para intentar conseguirlo y cada vez ves que va a peor. En el día a día hay muchísimas barreras y al final estás sin contacto, sin poder desarrollarte a nivel profesional, sentimental...
A la hora de trabajar, ¿con qué dificultades se encuentran?
Dependiendo de la persona. Si se comunica en la lengua de signos, la inaccesibilidad está porque ven que es una persona sorda signante y ya directamente se les rechaza. Tienen capacidad y potencial, pero al no oír o utilizar la lengua de signos ya están discriminadas.
¿Tienen difícil encontrar trabajo en la empresa ordinaria?
A mí me ha costado muchísimo, he tenido muchísimas barreras. Tengo una carrera universitaria, un máster, un certificado de profesionalidad y, aun así, he tenido muchas barreras. No sabes el por qué. Yo hablo oralmente y hablo lengua de signos –la prioridad para mí es la lengua de signos porque es en la lengua en la que me siento a gusto– y, aun así, he tenido barreras. Hay muchas dificultades porque la sociedad piensa que una persona sorda no tiene capacidad. Ese es el problema. Una cosa es que no oigamos, pero la capacidad no tiene nada que ver, la tenemos de sobra.
¿Pueden disfrutar de su tiempo de ocio como cualquiera o tienen muchas limitaciones?
Se puede disfrutar lógicamente de diversas formas. Las personas sordas podemos disfrutar del tiempo libre y de ocio tanto con personas sordas como con oyentes. Podemos hacer deporte, ir a la bolera, ir al cine, porque hay algunos sitios en los que hay subtítulos, quedar para tomar algo, el signo-pote o zeinu-pote, que es como el pintxo-pote... Hay muchas posibilidades. La única adaptación es que lo hacemos en lengua de signos.
¿Con cuánta antelación tienen que solicitar un intérprete de signos para hacer cualquier trámite?
Depende de la disponibilidad de intérprete, de las necesidades. Para ir al médico primero tienes que enterarte de la disponibilidad de la intérprete para poder luego acordar una cita médica. Tienes que estar siempre esperando y acordar antes, dependiendo del día, de la agenda que tengan, de la vida cotidiana que tengan las personas sordas... Es importante que tanto la intérprete como la persona sorda estén siempre en contacto. Siempre te dicen que pidas intérprete con una o dos semanas de antelación para poder atender bien a la persona y con el tiempo necesario.
¿Dejan de hacer planes por falta de intérpretes?
Dejar no, tienes que intentar buscar alternativas porque hay mil formas. Si no puedes hacerlo con intérprete de lengua de signos, puedes hacer otra cosa o buscar algún apoyo. Siempre decimos que lo importante es que contacten con Euskal Gorrak para valorar la situación e intentar buscar una solución.
¿Alguna otra reivindicación en nombre de la juventud sorda?
Nos preocupa el tema de la vivienda, cómo hacer todo ese papeleo porque no hay información. Se tienen que poner en contacto con Euskal Gorrak y nosotros tenemos que explicar y dar esa información que no ha llegado a los jóvenes sordos.