Ion Errea (Donostia, 1984) es uno de los investigadores físicos más reconocidos de Gipuzkoa. Se le va la vida entre formar a futuros físicos y hallar nuevos materiales superconductores que podrían hacer levitar trenes, y es uno de los organizadores de la Bienal de la Real Sociedad Española de Física, un evento que en 39 ediciones llega por primera vez a Euskadi.

¿Qué significa la Bienal y qué aporta?

La Bienal es un congreso científico que organiza la Real Sociedad Española de Física cada dos años. Y supone un encuentro de más o menos medio millar de físicos y físicas que estamos tratando todos los temas de la física posibles. Es un congreso un poco atípico en este sentido y eso está bien, porque normalmente estamos mucho más acostumbrados a congresos específicos y muy focalizados en área concreta. 

¿Permite intuir cosas tanta diversidad?

Estas citas suelen ser útiles para abrir mente, porque en los congresos y reuniones habituales todo el mundo es muy parecido. Y también permite que gente que tal vez sea específica en un tema en concreto pero tenga interés en otro, se interese por un simposio en el que se está tratando, por ejemplo, cómo se supone que tenemos que enseñar física tanto en el instituto como en la universidad, porque yo seguramente no voy a ir a un congreso de este tipo.

Ha mencionado la docencia. Usted es doctor en Física y también imparte clases en la UPV/EHU. ¿Cómo se compagina la docencia y la investigación?

Tanto la docencia como la investigación son tareas de un profesor universitario y ambas son muy importantes, porque al fin y al cabo tenemos un compromiso en la transmisión de conocimiento. Pero es verdad que eso se está complicando un poco últimamente. 

¿Por qué se ha complicado?

Yo soy de la opinión de que el profesor universitario que está contratado en las universidades tiene mucha carga docente. El sistema de Bolonia la evaluación es más continua, se piden más trabajos, etcétera, lo cual seguramente es bueno pedagógicamente para los alumnos, pero impone mayor carga de trabajo al investigador y limita su capacidad de hacer investigación. Es verdad que con la nueva ley de universidades esto se ha intentado corregir. 

¿O sea que el diagnóstico es compartido?

Sí, yo creo que se ha reducido un poco esta carga, pero hay que tener mecanismos que flexibilicen la carga docente. Y esto es inversión pura y dura, porque lo otro lleva a que las universidades, tanto a nivel de Euskadi como estatal, se preocupen sobre todo de que el nuevo profesorado contratado sea capaz de cubrir docencia y no tanto que sea capaz de desarrollar una línea investigadora propia. Y eso es una pena. 

Visto desde fuera, la física se ha convertido en un ámbito de referencia en Euskadi. En los 90, la imagen de los físicos quizá era otra?

En el País Vasco, en Euskadi y en Gipuzkoa en particular, en el ambiente de Donostia, se han creado muchos centros de investigación en un sistema, llamémosle paralelo al universitario, que con su menor carga burocrática y mayor flexibilidad, ha sido capaz de atraer talento.

¿Se refiere a Ikerbasque?

Es Ikerbasque, son los centros de investigación, Basque Excellence Research Centers (BERC), los TIC, etcétera. También es un modelo que se está haciendo en Cataluña y están intentando hacer algo parecido en Madrid también.

“No nos tenemos que conformar con tener un sistema paralelo excelente de centros de investigación; hay que trasladarlo a las universidades públicas"

¿Cuál es el secreto de la buena salud investigadora de Euskadi?

Hay que reconocer que ha habido una financiación, un compromiso político sostenido sobre todo por el Gobierno Vasco en las últimas décadas, que han hecho esto posible. Esa continuidad es básica y necesaria. Ahora, creo que no nos tenemos que conformar con tener un sistema paralelo excelente, sino que tenemos que intentar que esa forma de trabajar permee también a las instituciones públicas de ciencia, que son sobre todo las universidades públicas, porque son fundamentales y tienen una labor social indudable.

Búsqueda de nuevos materiales

Explíqueme qué investiga usted, que es uno de los físicos jóvenes más reconocidos de Gipuzkoa, incluso a nivel internacional.

Nosotros hacemos cálculos teóricos a partir de los constituyentes básicos de los materiales y calculamos sus propiedades. Esto tiene muchísimo potencial porque utilizando computadoras grandes, somos capaces de simular situaciones, o calcular las propiedades que un material dado pueda tener. Un material, digamos, que no se ha sintetizado aún.

¿Me está hablando de un material que no esté inventado o hecho?

Exacto, un material que no hemos hecho en el laboratorio podemos predecir qué propiedades va a tener. Es decir, en determinadas condiciones de presión y temperatura, si yo mezclo esto con esto, se forma este material y va a tener estas propiedades.

¿Qué materiales estamos buscando?

Ion Errea Ruben Plaza

En nuestro grupo de investigación estamos intentando predecir materiales que puedan ser sintetizados a presión ambiente, nuestra presión, y sean superconductores de alta temperatura. Un superconductor.

¿Me explica qué es un superconductor y lo de la temperatura?

La superconductividad es seguramente la propiedad más fascinante que ocurre en la física de materiales. Y es que los superconductores, por debajo de una temperatura crítica, pierden toda su resistencia eléctrica. Un material, un cable, al transportar la electricidad, tiene pérdidas de electricidad: lo que llamamos resistencia eléctrica. Por eso se calienta. Por eso se nos calientan los móviles o el secador de pelo. Lo que calienta todo es la resistencia eléctrica.

Es fácil de visualizar.

Estos materiales tienen resistencia cero por debajo de una temperatura crítica y les da unas propiedades magnéticas impresionantes. Podemos crear campos magnéticos muy potentes. Con ello podemos hacer transporte eléctrico sin pérdida de energía. Cuando nos metemos en una resonancia magnética, nos metemos en un superconductor, por ejemplo. Lo que pasa es que hoy en día necesitamos criogenia, tenemos que enfriarlos una barbaridad.

¿Y el objetivo es conseguir eso a temperatura ambiente?

Eso es. Lo que pasa es que las energías de un superconductor se crean cuando dos electrones se acoplan de alguna manera. Entonces, si tú les metes temperatura, eso desaparece. En algunos tipos de superconductores podemos calcular a qué temperatura ocurre esta superconductividad. Y por eso en principio en el ordenador podemos hacer esta búsqueda de materiales que puedan subir esa temperatura. Este es nuestro objetivo. Pero no sabemos si vamos a ser capaces de encontrar un superconductor que funcione a condición ambiente. Ojalá. Esto es un sueño de la física desde que se descubrió la superconductividad en 1911.

¿Pero somos buenos en eso, no?

Bueno, nuestro grupo está haciendo esto y yo creo que sí, que somos potentes. No somos los únicos, ni muchísimo menos. Además, nosotros sólo hacemos predicciones teóricas. Luego está el desarrollo experimental. Alguien tiene que ir al laboratorio.

La revolución de la Inteligencia Artificial

¿En qué se puede aplicar esto?

Por ejemplo, la Inteligencia Artificial (IA) está requiriendo de una capacidad de cómputo cada vez mayor y el coste energético en computación está escalando mucho más rápido que el incremento de producción energética. Tener dispositivos electrónicos que funcionasen con superconductores, aliviaría eso terriblemente. Seguramente, las técnicas de resonancia magnética irían mucho más avanzadas. Si hiciésemos motores eléctricos con materiales superconductores serían muchísimo más potentes. O seríamos capaces de generar muchísima más energía con la misma cantidad de viento o de agua si tuviéramos bobinas superconductoras en un aerogenerador, por ejemplo, y tendría mucho impacto.

“La Inteligencia artificial va a cambiar radicalmente algunas disciplinas y esun cambio de paradigma porque te da predicciones sin una teoría detrás”

Y a partir de ahí, lo que venga…

El ordenador cuántico de IBM que va a venir a Donostia, está basado en bits cuánticos creados por superconductores. Es decir, si tuviésemos superconductores a temperatura ambiente en toda esta tecnología sería muchísimo más fácil de desarrollar, seguro.

Ha mencionado la inteligencia artificial. ¿Qué lugar ocupa en todo esto? Es un elemento clave en vuestra labor investigadora?

La IA tiene que ser una herramienta que tenemos que incorporar, sin ninguna duda. Ha sido una revolución en los últimos diez años terrible, y nos está ayudando muchísimo a la hora de hacer predicciones. Es decir, hoy en día tenemos cientos de miles de materiales sintetizados en laboratorio. Entonces, utilizando ahí Inteligencia Artificial podemos filtrar muchos materiales y nos puede ayudar muchísimo en la búsqueda de materiales y sus propiedades.

¿Para usted la IA es lo más alucinante que ha pasado en los últimos años?

Yo creo que sí, porque también hay un cambio de paradigma. La física es una ciencia que se basa mucho en sus teorías y en su capacidad predictiva de las teorías. ¿Qué es lo que pasa con la IA? Que te da predicciones sin haber una teoría detrás.

¿Puede llegar a transformar mucho más lo que es vuestra labor investigadora? ¿Incluso dejarles sin trabajo?

Yo creo que hay disciplinas que van a cambiar radicalmente. Ahora, por ejemplo, las teorías de la química cuántica se van a quedar un poco más atrás, porque ya tienes una máquina que lo puede hacer de alguna manera mejor, pero nosotros siempre tenemos que entrenar a la máquina y eso va a requerir de conocimiento físico o químico. Ahí creo que va a haber trabajo.

El papel de la divulgación científica

La Bienal también tiene un componente divulgativo. ¿Cómo de importante es la divulgación?

El componente divulgativo de esta Bienal fue el evento que hicimos el martes en el Boulevard, donde hicimos experimentos precisamente sobre superconductividad. Por ejemplo, pusimos trenes en miniatura, hicimos como unas vías de tren con imanes, y pusimos un tren donde había unas piezas superconductoras dentro, enfriadas, y con eso conseguíamos que el tren levitase y pudiese circular sin una pérdida energética.

“La divulgación es esencial. El martes enseñamos a la gente cómo logramos que un tren de miniatura levite y circule sin pérdida energética”

¿Sin raíles? ¿Se puede hacer que un tren de verdad levite?

Exacto, es un tren que circule sin raíles. Y de hecho hay prototipos de construir este tipo de cosas en Japón. Creo que no son comerciales aún porque el coste del enfriamiento cuestiona un poco las inversiones, si no me equivoco. Pero la divulgación sí es muy importante. En primer lugar, porque prácticamente casi toda nuestra financiación en investigaciones es pública. Es la sociedad la que nos da recursos y decide que hagamos ese trabajo.

Y si la sociedad cree que eso no vale para nada, apaga y vámonos…

Por eso muy importante que la sociedad lo entienda. Hay muchos problemas hoy en día que necesitan de conocimiento científico. El cambio climático, por ejemplo, es lo más evidente. El desarrollo de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial crean problemas éticos, económicos y grandes cuestiones a la sociedad. Y no son sólo los científicos quienes tienen que abordar estos problemas éticos, sino la sociedad en su conjunto. Entonces, una sociedad científicamente culta e informada lo va a hacer mejor y para eso la divulgación es necesaria.