Verano en Euskadi es sinónimo de fiestas, romerías, txosnas y alterne nocturno. Las últimas agresiones sexistas ocurridas en Sestao, Etxebarri y Gasteiz recuerdan, lamentablemente, que algunos siguen sin entender que las mujeres somos personas en pie de igualdad los 365 días del año y, en fiestas, también. Hacer que los espacios festivos sean “igualitarios y libres de violencia contra las mujeres” es el motivo del encuentro que ha reunido a las directoras de Emakunde y Eudel con representantes de 53 municipios vascos (9 de Araba, 32 de Bizkaia y 12 de Gipuzkoa). Además de intercambiar experiencias, los ayuntamientos han revisado los materiales elaborados por Emakunde para combatir esta violencia como la Guía para impulsar procesos locales de prevención de la violencia machista contra las mujeres durante las fiestas.

Este documento pivota sobre varias ideas clave frente a este problema, como que una agresión es siempre responsabilidad de quien la ejerce. Además, incide en que las fiestas son un espacio para todas las personas, de todas las edades y condiciones y que hay que garantizar que todas las disfruten en igualdad y sin violencia. Recuerda asimismo que el alcohol o las drogas desinhiben conductas, no las crean. Por tanto, beber o drogarse no justifica una agresión. Tampoco lo hace decir que no se tenía la intención de molestar o que todos lo hacen porque las fiestas son un espacio de desfase y pérdida de control. Además, deja claro que las mujeres tienen derecho a disfrutar las fiestas como les de la gana.

COLABORACIÓN CON AGENTES LOCALES

Este manual proporciona a quienes organizan las fiestas locales unas pautas para reforzar los procesos para disfrutar de una fiestas sin agresiones machistas. Y es que, según recuerda, las mujeres se han encontrado en muchas ocasiones solas y en la obligación de defenderse de las agresiones sexuales individual o colectivamente, pero siempre entre mujeres, gracias al circulo de amigas acompañando, pasando información o consejos. Pero esta es también una responsabilidad de las instituciones y de toda la población, por eso la guía propone mecanismos para activar los protocolos en los municipios.

No hay una varita mágica o una única forma de blindar los recintos festivos frente a las múltiples agresiones que sufren las mujeres, desde el baboseo, al roce involuntario, el beso robado, la intimidación al volver a casa o las situaciones más extremas como la violación, la agresión sexual… Es por eso que cada ayuntamiento aplica su propia receta en colaboración con agentes locales, sobre todo organizaciones feministas, para prevenir la violencia sexista, actuar y acompañar a la víctima en caso de que se produzca una agresión.

TRES CASOS PRÁCTICOS

En la reunión, las representantes municipales pudieron analizar tres casos de buenas prácticas de acciones preventivas promovidas en Mungia, Azpeitia y la Cuadrilla de Llanada Alavesa. Mungia, de los primeros ayuntamientos en poner en marcha protocolos, realizó un balance sobre su trayectoria. La representante de Azpeitia puso en valor los procesos participativos que han llevado a cabo con diferentes agentes locales, y sobre todo con mujeres y chicas jóvenes. Y en el caso de Lautada, explicaron cómo han trabajado la coordinación entre los diferentes ayuntamientos.

La directora de Emakunde, Miren Elgarresta, felicitó a los ayuntamientos por la, cada vez mayor, implicación en la prevención de agresiones en fiestas y explicó que este encuentro es consecuencia del trabajo que los ayuntamientos realizan durante todo el año. En palabras de Elgarresta, “hoy mostramos una vez más nuestro compromiso de trabajar para que los espacios festivos sean inclusivos y libres de violencia. Queremos que desde el primer momento en el que se comienza a organizar unas fiestas se tenga siempre presente que deben ser espacios seguros para las mujeres”.

Por su parte, la representante de Eudel y alcaldesa de Elburgo, Nati López de Munain, recordó que los ayuntamientos tienen un “compromiso firme” por hacer de las fiestas unos espacios “igualitarios y libres de violencia” contra las mujeres. Nuestra labor es estar alerta, prevenir y actuar ante las agresiones sexuales o cualquier tipo de expresión de violencia sexista, desde la ‘tolerancia cero’ y la colaboración de los diversos agentes”. l