Invisibilizadas e injustamente borradas de la historia. Muchas mujeres científicas han carecido del reconocimiento que merecían, como fue el caso de Svetlana Mojsov cuyos descubrimientos han servido de base para crear el Ozempic, uno de los fármacos más revolucionarios de los últimos tiempos. Los datos reflejan, no obstante, que la integración de la mujer en el ámbito científico aumenta de año en año. En la etapa previa al doctorado, concretamente, la presencia femenina supera a la masculina con un 51,4%. No ocurre lo mismo a medida que avanza la carrera investigadora, donde el denominado “techo de cristal” impide a muchas llegar a lo más alto.
Con el objetivo de abordar los desafíos que comporta la inclusión de las mujeres en la ciencia, NOTICIAS DE GIPUZKOA ha organizado un encuentro que ha contado con la colaboración de Diputación Foral de Gipuzkoa y Corporación Mondragon.
La periodista de NOTICIAS DE GIPUZKOA Oihana Prado moderó la jornada, en la que participaron mujeres relevantes en el sector científico y tecnológico, así como del ámbito de la formación, y analizó, entre otras cuestiones, la importancia de fomentar las vocaciones STEAM, las dificultades que se encuentran las mujeres científicas a lo largo de su carrera, así como la importancia de impulsar el equilibrio de género en las organizaciones, con el fin de aprovechar todo el potencial humano disponible, enriquecer la investigación científica, inspirar a las futuras generaciones y abordar eficazmente los desafíos de la sociedad.
“Debemos dejar de poner el foco sobre ellas”
La primera mesa redonda de la jornada, Emprendimiento femenino y vocaciones STEAM: presente y futuro en el ámbito de la ciencia y la tecnología, debatió sobre la necesidad de fomentar las vocaciones científico-tecnológicas entre las mujeres y las niñas y contó con las siguientes ponentes: Nerea Isasi Bedayo, directora por la Igualdad de Mujeres y Hombres de la Diputación Foral de Gipuzkoa; Arantza Muriana cofundadora y directora de Investigación y Desarrollo de la biotecnológica Biobide; Amaia Guridi, profesora e investigadora en HUHEZI, Mondragon Unibertsitatea; y Anabel Menica, directora de Estrategia Transformadora e Innovación en el centro de formación profesional Politeknika Txorierri.
La brecha existente entre unas titulaciones y otras, y la necesidad de romper con los estereotipos centró gran parte del debate. “Queda mucho camino por recorrer. Lo primero, debemos dejar de poner el foco en ellas. Nos hablan de conceptos como el techo de cristal, el síndrome de la impostora o la culpa. Pero lo que tenemos que preguntarnos es qué debemos hacer para que esos entornos laborales masculinizados sean atractivos para las mujeres, y para ello es esencial pensarlos desde una perspectiva de igualdad y feminista. Hay mucho que cambiar a nivel social también, porque los roles de género y los estereotipos son sistémicos, los tenemos grabados a fuego desde que nacemos, y eso influye a la hora de tomar decisiones. No olvidemos que históricamente los hombres se han decantado más por las ‘cosas’ y las mujeres por las ‘personas’, me refiero a crear y producir, frente a cuidar o enseñar”, enfatizó la representante foral.
“Según el Eustat”, añadió Guridi, “hay grados como Ciencias de Salud o Educación en los que la mayoría son chicas, pero en las Ingenierías el porcentaje baja mucho, y en el grado de las TIC mucho más. En el caso de la FP, la presencia de chicas en titulaciones STEM es un 10%”.
La representante del centro Politeknika Txorierri, por su parte, lamentó que “es terrible, porque estas titulaciones tienen un alto índice de inserción laboral y ofrecen carreras profesionales muy dignas, con sueldos que igualan o superan a las titulaciones universitarias, pero aún hay resistencia a acceder a ellas. En nuestro centro tenemos chicas haciendo bachillerato científico-tecnológico y, sin embargo, en ciclos técnicos industriales el número de mujeres es totalmente residual”. No obstante, se mostró agradecida por poder formar parte del debate, porque “cuando hablamos de ciencia y tecnología, a menudo, la Formación Profesional es la gran olvidada, ponemos el foco en mujeres científicas de alto nivel, pero no olvidemos a aquellas profesionales de ramas como la industrial que provienen de la Formación Profesional”.
La cofundadora de Biobide constató que “en las carreras STEM, por una parte, tenemos las titulaciones biológicas-farmaceuticas y las ingenierías matemáticas, y hay una gran de diferencia entre ambas. En nuestro caso, al ser una biotecnológica, un 85% de nuestra plantilla la componen mujeres, y a la hora de hacer procesos de selección recibimos muchos más currículums de mujeres que de hombres, por lo que a veces optamos por hacer selecciones positivas para poder equilibrar la plantilla. Sin embargo, es cierto que a medida que vamos escalando en el organigrama es más difícil encontrar mujeres en puestos de responsabilidad. ¿Por qué? Porque nos cuesta creérnoslo y porque a veces carecemos de los apoyos necesarios y nos encontramos en la disyuntiva de tener que elegir”, reflexionó.
Sobre qué iniciativas se están llevando a cabo para fomentar las vocaciones entre las jóvenes, la profesora de Huhezi dio a conocer la inicativa Stemotive, que ya va por la cuarta edición y ha ganado el premio STEAM del Gobierno Vasco por incentivar las vocaciones científico-tecnológicas entre el alumnado. “El objetivo de este proyecto es alfabetizar científica y tecnológicamente al alumnado. En las primeras ediciones lo enfocamos a secundaria y en esta edición hemos bajado a la etapa primaria porque vemos que es importante impulsar las vocaciones también a edades tempranas”, explicó.
Menica, por su parte, subrayó la necesidad de implicar también a las familias: “La vida profesional es muy larga y no tenemos que cerrarnos a decidir nuestro camino profesional cuando tenemos 16 años. Por tanto, para acabar con los estereotipos no solamente tenemos que trabajar con los jóvenes, sino también con las familias”.
En el camino de motivar a las nuevas generaciones, las ponentes incidieron en la necesidad de visibilizar a las referentes. “La Diputación Foral de Gipuzkoa patrocina un premio orientado a mujeres tecnólogas, Gladys Saria, promovido por la UPV y puntu.eus. Ahora mismo, la candidatura está abierta y me comentan que solo hay cuatro mujeres inscritas. Lo cierto es que nos cuesta mucho postularnos para que nos den un reconocimiento, incluso nos cuesta que alguien lo haga en nuestro nombre, por eso este tipo de iniciativas son importantísimas para visibilizar a las mujeres profesionales, porque estamos, somos y podemos”, reivindicó. Una aseveración con la que se mostró totalmente de acuerdo Muriana, quien reconoció que “en Aspegi nos pasa lo mismo con las candidaturas a mujer directiva y ejecutiva. Yo fui la primera premiada en 2016 y me presentó mi socio, yo no lo hubiera hecho por mí misma”.
Sobre por qué nos cuesta tanto darnos valor, Guridi opinó que “ponemos demasiado el foco y la responsabilidad en ellas. Quizá deberíamos reflexionar sobre qué estamos haciendo para que las mujeres no quieran acceder a estas titulaciones”. Para la investigadora, quien ha colaboradora con la investigadora de la UPV Uxuri Albisu, autora de una tesis sobre matemáticas, educación y género, “deberíamos incidir en temas como los modelos de participación en el aula, es decir, en lugar de pedirles salir a la pizarra y hablar en alto, optar por conformar grupos pequeños de trabajo donde el miedo a equivocarse disminuye”. Una reflexión reafirmada por Isasi quien añadió que “el hecho de ser perfeccionistas nos penaliza”.
Las dificultades que se encuentran las científicas a la hora de emprender fue otro de los temas abordados. “En el sector Bio las mujeres somos mayoría y, en mi caso, me siento acompañada y arropada. También he de decir que desde las instituciones se ha trabajado por impulsar el emprendizaje en este sector. Nosotros contamos con ayudas como Ekintzaile y Emekin. Además, el apoyo social también resulta fundamental, porque emprender requiere meter muchas horas y compaginar eso con tu vida personal es complejo, más aún cuando toca viajar y estar fuera de casa”, dijo.
Como conclusión, Isasi apuntó la necesidad de “tener una estrategia clara de hacia dónde queremos llegar. Debemos mirar de cara al futuro y dar pasos en ese sentido, porque las mujeres somos el 50% del talento y no nos podemos permitir no estar en este sector, tenemos que estar”.
Nerea Isasi: “Lo que tenemos que preguntarnos es qué debemos hacer para que esos entornos laborales masculinizados sean atractivos para las mujeres, y para ello es esencial pensarlos desde una perspectiva de igualdad y feminista”
Arantza Muriana: “A medida que vamos escalando en el organigrama es más difícil encontrar mujeres en puestos de responsabilidad, porque nos cuesta creérnoslo y porque a veces carecemos de los apoyos necesarios y nos encontramos en la disyuntiva de tener que elegir”
Anabel Menica: “Cuando hablamos de ciencia y tecnología, ponemos el foco en mujeres científicas de alto nivel, pero no olvidemos a aquellas profesionales de ramas como la industrial que provienen de la Formación Profesional”
Amaia Guridi: “Ponemos demasiado el foco y la responsabilidad en ellas. Quizá deberíamos reflexionar sobre qué estamos haciendo para que las mujeres no quieran acceder a estas titulaciones”
Isasi: “Debemos mirar de cara al futuro y dar pasos en ese sentido, porque las mujeres somos el 50% del talento y no nos podemos permitir no estar en este sector, tenemos que estar”.
