Los pacientes que lo han probado se sienten casi como Ironman. Y cada día son capaces de dar un paso más. El Hospital de Gorliz de Osakidetza ha incluido dentro de sus tratamientos un sofisticado sistema robótico para ayudar en la marcha, un dispositivo tecnológico puntero para tratar pacientes que han sufrido un daño neurológico.

Se trata de una especie de exoesqueleto, una estructura robótica externa, diseñada para acompañar al movimiento del cuerpo para personas, por ejemplo, que tengan problemas como consecuencia de un ictus, o de otros procesos que afecten a la marcha. Un auténtico empujón para volver a caminar.

Lokomat es el robot más vanguardista para poder ponerse de pie y el primer dispositivo en el Servicio Vasco de Salud de estas características.

Unas segunas piernas en un sistema robótico diseñado para la rehabilitación funcional de pacientes que tienen posibilidad de recuperación, no para aquellos completamente paralizados.

RECUPERAR LA MOVILIDAD

Y es que permite guiar a la persona para que reproduzca un patrón de marcha fisiológico durante un tiempo más prolongado, pudiendo realizar un gran número de repeticiones, que es lo que el sistema nervioso necesita para aprender un movimiento de forma correcta.

“Son pacientes que como consecuencia del daño neurológico han perdido movilidad, pero con entrenamiento tienen posibilidad de recuperarla, al menos parcialmente. Para eso hay que volver a enseñarles a andar, repitiendo una y otra vez ese movimiento”, explica la directora gerente del Hospital de Gorliz, Carmen Rodríguez.

El hospital de Gorliz es, en la actualidad, es centro de referencia en la rehabilitación de este tipo de procesos. Y además está dotado de tecnología puntera y profesionales con gran experiencia en el tratamiento de las secuelas de procesos neurológicos.

Con una inversión de 630.000 euros para adquirir y ubicar este dispositivo en Gorliz, el equipo se compone de una órtesis (dispositivo externo) de marcha robotizada y de un moderno sistema de descarga del peso corporal.

Ambos están combinados con una cinta rodante y asociado a una pantalla de realidad virtual, que permite un entrenamiento de la marcha altamente repetitivo y fisiológico. Una tecnología de última generación destinada a pacientes con alteraciones neurológicas severas o moderadas.

El ICTUS, PRIMERA CAUSA DE DISCAPACIDAD FÍSICA

Por ello, entre los pacientes que serán tratados con este nuevo dispositivo están aquellos aquejados de un ictus o accidente cerebro vascular, y que como consecuencia de este problema han visto la marcha alterada.

El ictus sucede cuando el flujo de sangre de una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales. Además más del 30% de supervivientes de un ictus presentan en mayor o menor medida un grado de discapacidadad y requieren tratamiento rehabilitador. 

Ante un problema sociosanitario de esta magnitud, convertido en la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en general, y que provoca unos 1.400 decesos al año, son necesarias todas las ayudas tecnológicas que se puedan brindar.

Además, según la Organización Mundial de la Salud, representa la primera causa de discapacidad física en las personas adultas y la segunda en demencia.

Porque la incidencia del daño cerebral adquirido aumenta cada año, ya que se estima que entre 2015 y 2035 habrá un incremento del 34% en el número total de accidentes celebrovasculares en Europa.