¿Más suela y menos cazuela”. Es la frase favorita de Alicia cuando le piden el secreto de sus 100 años largos, aunque en una sociedad donde vivimos cada vez más y la esperanza de vida va en aumento, nadie tiene las claves de la longevidad, ni siquiera los más viejos del lugar.

20.000 personas

Es un hecho empírico que las mujeres son una gran mayoría entre el 6% de la población que hoy tiene 80 años o más. Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “seguirán ganando peso en un proceso de sobreenvejecimiento cada vez más pronunciado”. Algo parecido ocurre con los centenarios, que empiezan a ser un colectivo destacado. Actualmente hay en el Estado español 20.000 personas de cien años o más. Casi 900 ellos en la CAV y unos 300 en Navarra. La población con esa edad ha aumentado un 76% en la última década y todavía crecerá más al producirse un incremento del 26% de los nonagenarios.

¿Hay una fórmula mágica para vivir cien años? “No existe un punto de vista demográfico separado del social. La demografía calcula, en las condiciones de un momento dado en el tiempo, cuál es la probabilidad de que un bebé recién nacido alcance los cien años. En los últimos años, este indicador ha sido del 2% en los hombres y del 4% en las mujeres”, explica Pau Miret, demógrafo del Centro de Estudios Demográficos y profesor de la Germá n GorraizOberta de Catalunya (UOC).

Pau Miret Concha Lago

Expertos

Julio Pérez, uno de los mayores expertos en envejecimiento, combate el alarmismo demográfico y rebaja las teorías catastrofistas sobre la crisis de población. “Muchas personas, aunque no lo digan abiertamente, están convencidas de que los viejos son una plaga. Piensan que son muy dañinos para la economía, para el Sistema Nacional de Salud o para los cuidados. Pero eso no es verdad y menos para la nueva vejez”, afirma este demógrafo del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC.

Conforme los baby boomers sigan cumpliendo años, el número de personas que peinen canas (muchas) crecerá a pasos agigantados. El CSIC también apunta que las proyecciones para 2040 sugieren que podría haber más de 14 millones de personas mayores, un 27% de la población en el Estado español, que alcanzaría los 52 millones de habitantes (4,5 millones más que ahora). En el mundo había cerca de medio millón de centenarios en 2015, más de cuatro veces la cifra de las personas centenarias del año 1990, según las Naciones Unidas.

Durante siglos, la esperanza de vida permaneció fijada en torno a los treinta años. No fue hasta principios del siglo XX, gracias a las mejoras en áreas como la higiene, la expansión de los antibióticos y el acceso a la vacunación, cuando las gráficas poblacionales empezaron a mostrar curvas ascendentes relativas a la edad de las personas, una tendencia no tiene visos de detenerse pronto.

Genética y hábitos saludables

¿Cómo se consigue ser súperlongevo?

Pero, ¿cuáles son los factores que determinan la longevidad? Salvador Macip, médico y director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, investiga las bases biológicas del envejecimiento desde hace más de 25 años para poder buscar fórmulas de retardar este proceso. “En mi laboratorio trabajamos sobre todo para buscar marcadores que nos permitan saber la edad real de nuestros tejidos y definir dianas terapéuticas. También investigamos fármacos y otras intervenciones que puedan mejorar el envejecimiento”, explica sobre su investigación.

Salvador Macip Concha Lago

“Hemos mejorado un 30% la esperanza de vida de unos ratones y, lo más importante, un 400% su salud en el tramo final de la vida. También estamos estudiando la respuesta a cambios de dieta en mujeres menopáusicas, para ver si tienen algún efecto en el envejecimiento que experimenta esta población”, dice.

El acuerdo es unánime en que no existe una fórmula única para llegar a los cien años en buenas condiciones, ni se puede determinar por qué algunas personas viven más que otras.

“Existen muchos factores que sabemos que marcan cómo envejecemos, y posiblemente no los conocemos todos”, admite Macip. “Hay factores genéticos, que dependen de lo que heredamos de nuestros padres, y otros están relacionados con el entorno y los hábitos de vida, y el peso que tienen unos y otros todavía no está claro”. Macip considera que se ha abusado del concepto de las zonas azules, lugares del planeta donde hay una concentración inusual de centenarios, intentando vender la idea de que todo era debido a la dieta o a alguna característica del entorno, cuando la realidad es mucho más compleja.

¿Retrasar el proceso biológico?

Rasgos en común de las personas centenarias

Existe también consenso en que una dieta equilibrada y sin muchos excesos, el ejercicio moderado constante y no fumar ni beber son algunas de las recomendaciones para conservar una buena salud y, a la vez, retrasar los procesos biológicos del envejecimiento.

Varios estudios señalan que nuestro estado de ánimo ayuda. No sufrir estrés o ansiedad son algunos de los factores clave que nos hacen vivir más años. “También son más longevas las personas que tienden al optimismo, que viven en pareja o están rodeadas de una comunidad, y, por lo tanto, evitan el aislamiento. En cuanto a la personalidad, viven más las personas que no son impulsivas”, explica Montserrat Lacalle, psicóloga experta en personas mayores.

Montserrat Lacalle Concha Lago

“No debemos caer en la simplicidad de pensar que quien es más feliz vive más años, sino que tenemos que considerar que esta variable influye en otras. Por ejemplo, una persona con buen estado de ánimo probablemente tiene más vida social y una cotidianidad más llena de estímulos que una persona que sufre una depresión y que, seguramente, actúa de una forma radicalmente diferente”, aclara la experta.

A juicio de Lacalle, “las sociedades no se están adaptando demasiado al envejecimiento, y no están preparadas para afrontarlo. Hoy en día las familias tienen mucha movilidad geográfica, lo que dificulta que los hijos puedan cuidar de los padres, si no viven en el mismo país. Además, cada vez se tienen menos hijos, y esto complica las atenciones”. En este contexto, Miret considera que “hay que dar respuesta a los nuevos patrones sociales, a los nuevos roles de género. La respuesta colectiva está relacionada con el estado del bienestar”, subraya.