Los padres de los escolares vascos son los que pagan una cuota más alta en los centros concertados, 959 euros al año, solo por detrás de Catalunya (1.696) y Madrid (1.156).

Según un estudio elaborado por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (Esade) en el conjunto del Estado entre un 81% y un 95% del alumnado paga cuotas en estos centros, a pesar de que están prohibidas por ley.

La normativa vasca aprobada a finales del año pasado establece también que los centros concertados no podrán "imponer la obligación de abonar cuotas o realizar aportaciones" por servicios o prestaciones que sean objeto de financiación pública.

Gastos no concertados

En Euskadi, según este trabajo, cerca del 90% de los centros concertados cobra cuotas, la mayoría de ellos para hacer frente a  "gastos no concertados", es decir todos aquellos que no se refieren estrictamente a la educación. De hecho, Esade afirma que la escuela concertada vasca es el "paradigma de un muy buen nivel de financiación combinado con unos elevadísimos gastos no concertados".

El estudio refleja que más de ocho de cada diez centros concertados de Euskadi se encuentran entre el 33% de los centros con mayor financiación a nivel estatal.

El principal motivo de los centros para cobrar las cuotas es, con gran diferencia, la financiación de sus "elevados gastos no concertados", que oscila entre un 65% en la ESO y un 75% en Primaria.

Esade dice que no puede saber qué parte de los gastos no concertados del centro se destinan a ampliar servicios o mejorar la calidad de los existentes o si, por el contrario, van dirigidos a cubrir "necesidades más básicas del centro".

El trabajo concluye que a pesar de su "buena financiación" Euskadi es la comunidad autónoma analizada con mayores gastos no concertados, es decir, las administraciones educativas y los propios centros concertados gastan "enormes cantidades" de dinero, "muy superiores a las del resto de España, para mejorar la cantidad y calidad de sus servicios".