El ciudadano magrebí acusado de colarse sin autorización en la vivienda de su exesposa en Donostia y de coaccionarla a pesar de tener una orden de alejamiento ha sido condenado a penas que suman dos años de prisión, han informado a EFE fuentes del caso.

Según estas fuentes, el procesado ha sido condenado a un año de cárcel como autor de un delito de allanamiento de morada y a un año más como responsable de un delito leve de coacciones agravadas por el quebrantamiento de una medida cautelar. Asimismo el inculpado deberá compensar con mil euros a su víctima, a la que no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante tres años.

Por el balcón

Los hechos fueron enjuiciados el pasado mes de marzo por un tribunal del jurado en la Audiencia de Gipuzkoa que encontró al procesado culpable de estos delitos sin admitir las atenuantes de padecer un trastorno delirante y de haber reconocido los hechos que reclamó la defensa durante la vista oral.

Según mantuvo la fiscal en el juicio, el incidente se produjo en agosto de 2021, cuando el hombre accedió al domicilio de su exmujer, sobre las 10.00 horas, "a través del balcón de la vivienda" cuya puerta se encontraba en posición "batiente".

El hombre actuó "sin el conocimiento expreso ni tácito" de la perjudicada y a sabiendas de la existencia de un auto que le prohibía comunicarse con su expareja y aproximarse tanto a ella como a su domicilio o a "cualquier otro lugar" en el que se encontrara.

Una vez en el interior del piso, "hizo caso omiso" de las peticiones de la víctima para que se marchara. Después le agarró la mano y se la apartó para evitar que llamara a la Policía por teléfono, tras lo que finalmente huyó "por el balcón" cuando la mujer "accionó el botón" del dispositivo de "urgencia" del que disponía.

La escuchó llorar

Al término del juicio, la Fiscalía reclamó tres años de cárcel para el procesado, mientras que la acusación particular elevó su petición hasta los cuatros de prisión. La defensa, por su parte, reclamó la imposición de la condena mínima por ambos delitos.

En el ejercicio de su derecho a decir la última palabra, el acusado dijo que los delitos por los que ha sido condenado son "inexistentes" y desveló que accedió a la vivienda de su exmujer porque la escuchó "llorar" desde el exterior.

La sentencia de este caso no es firme ya que aún puede ser recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).

La sentencia puede ser recurrida ante el TSJPV EP

El acusado, de origen tunecino, ya había sido condenado previamente en otra oportunidad por maltratar a su exmujer, a la que dejó abandonada en un piso de Donostia con dos grandes perros, y por valerse de la enfermedad mental que padecía la víctima para enriquecerse con sus bienes.

La Audiencia de Gipuzkoa le impuso inicialmente siete años de cárcel por estos hechos, pero posteriormente el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) elevó su condena hasta los diez años y ocho meses de prisión en una nueva sentencia que el encausado ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo.

Entre otras causas pendientes, este hombre también tiene abierto un procedimiento judicial acusado de haber agredido a su abogado de oficio al que presuntamente dio un tortazo el 17 de junio de 2022 en una calle de Donostia.