Militares, presos, detenidos por maltrato... Algunos casos de cambio de sexo formalizados en el Registro Civil tras la aprobación de la Ley Trans han suscitado polémica al tratarse de personas con apariencia masculina que dicen sentirse mujeres, pero no desean modificar su aspecto físico ni su nombre, tal y como han explicado ellas mismas en diferentes medios de comunicación. Las asociaciones trans vascas Naizen y Errespetuz censuran estos supuestos fraudes de ley y consideran que perjudican al citado colectivo, “especialmente vulnerable”.

Bea Sever, Naizen

“Hay que castigarlo, pero debe haber voluntad”

Para la portavoz de la Asociación de familias de menores transexuales Naizen no hay duda de que “se está cometiendo fraude de ley, sobre todo por parte de hombres vinculados a una ideología de extrema derecha”. Su objetivo sería, según sospecha, “dinamitar” la Ley Trans y “perjudicar a todo el colectivo”. Además, añade, “en ocasiones nos estamos encontrando con que las propias juezas o jueces no denuncian este fraude de ley porque siguen la misma línea ideológica o de pensamiento”.

Sobre si es posible atajar judicialmente este mal uso de la legislación, Sever apunta que “ya tenemos algún caso de algún juez que lo ha delatado así”. “Es bastante evidente, basta con ver un poco el historial de estas personas. No es que no existan personas no binarias que decidan o no cambiar de nombre o no someterse a un tratamiento hormonal, no es que no existan mujeres trans lesbianas, pero si hacemos un recorrido simplemente por las redes sociales de estas personas, está muy claro el objetivo que persiguen y que no se trata para nada de casos de personas trans”, asegura Sever.

Respecto a la repercusión pública que están teniendo estos casos, considera “bastante llamativo el espacio que se les está dando en los medios de comunicación”. “Nunca se nos dio tanto espacio para denunciar las vulnerabilidades y agresiones que se cometen. Se les está dando muchísima voz dentro de este movimiento que trata de bombardear una ley que viene a reconocer los derechos de las personas trans e igualarlos a los del resto, es decir, que su documentación refleje quienes realmente son”, defiende.

Mientras que algunos individuos tratan de “desmontar” la Ley Trans con prácticas fraudulentas, denuncia, “a las personas menores de 12 años no se les permite cambiar su mención de sexo, es decir, se está incumpliendo la función que tiene el propio Registro, que es reflejar lo que esa persona es y cómo esa persona vive”. De hecho, explica, “aquí hay niñas de 11 años que están viviendo como las niñas que son desde los 4 y en su documentación pone que son niños. A eso no se le da espacio en los medios y, sin embargo, esto está ocupando mucho”, censura y llama a la reflexión planteando un paralelismo. “Yo lo igualaría a si, en su momento, se hubiera empezado a hacer fraude de ley con el matrimonio entre personas del mismo sexo y hubieran empezado a tratar de casarse dos hombres o dos mujeres sin ser realmente pareja. ¿Se habrían denunciado estos fraudes de ley? ¿Qué se habría hecho?”, pregunta.

De vuelta a los casos de supuesta transexualidad que han suscitado controversia, la portavoz de Naizen cree que “lo suyo sería castigar a estas personas que están cometiendo fraude de ley. La ley está para defender los derechos de las personas y a quienes tratan de vulnerar estas leyes habría que castigarlos para que dejen de hacerlo, pero para eso tiene que haber voluntad”.

Sarai Montes, Errespetuz

“La Justicia tiene que evaluar cada caso”

Prudente, Sarai Montes, presidenta de Errespetuz, afirma que no es “quién para decir si alguien ha cometido fraude de ley o si realmente es su identidad” y dirige su mirada hacia la Justicia, que es “quien tiene que evaluar cada uno de estos casos y condenar o sancionar” a estas personas si lo estima oportuno.

Sobre “el montón de casos de cambio de sexo en fuerzas de seguridad del Estado y fuerzas armadas que se dieron en Ceuta”, la presidenta de esta asociación para la defensa y la integración de las personas transexuales sospecha que “están tratando de cuestionar” la Ley Trans. “Si miras el perfil de las personas que están saliendo, haciendo supuestamente fraude de ley, son gente de derechas, los más reaccionarios a que tuviéramos derechos, justo coincide que son militares… Creo que intentan desvirtuar la ley”, afirma.

Sarai Montes, presidenta de Errespatuz Pablo Viñas

En este sentido, recuerda que, “desde antes de que se aprobara la ley, precisamente lo que se criticaba desde la extrema derecha era que un hombre iba a poder decir: Soy una mujer y que nadie le dijera nada. A raíz de ese discurso, puede haber tíos que a día de hoy digan: Pues yo me cambio para demostrar que esto era como decíamos nosotros. De hecho, hasta un youtuber decía que había hecho el trámite”, explica Montes, para quien todo este “ataque” previo a la aprobación de la ley “tiene que ver con una cuestión de transfobia y de machismo”.

Los supuestos beneficios que podrían estar persiguiendo quienes cometen estos fraudes de ley son diversos. “Yo creo que es gente que ha oído que va a poder acceder a pruebas más fáciles, porque son las femeninas, o que si has cometido un delito de violencia luego ya no va a ser violencia de género, pero eso precisamente viene en la ley que no se va a poder hacer. Si has cometido un delito antes de cambiar la documentación, la imputación del delito será en base a los datos que hubiera cuando lo cometiste”, aclara.

Además de los casos de algunos presos que, tras cambiarse de sexo en el Registro, fueron trasladados a módulos mixtos, Montes también ha “visto alguna entrevista en la que la persona reconocía que había cambiado de sexo por un tema de custodia, porque siendo mujer tenía más facilidad para ver a sus hijos. Cuando lo oí, pensé: Esto yo diría claramente que es un fraude de ley, porque no es una cuestión de identidad”. Si no existen ese tipo de declaraciones inculpatorias, la presidenta de Errespetuz ve difícil demostrar que una persona está haciendo un uso espurio de la ley. “Es complicado. No existe ningún tipo de prueba médica que pueda certificar si eres hombre o mujer. Partiendo de esa base, ¿cómo demuestras si alguien está haciendo fraude de ley o no?”.

Lo que sí tiene claro Montes es que toda esta polémica está afectando negativamente al colectivo trans. “Hasta que no ha salido todo esto, nos criticaban el machismo y el fascismo. Ahora, desde todos los sitios, incluso algunas supuestas feministas que no sé qué amenaza ven en que nos aprueben una ley y nos reconozcan que somos mujeres u hombres. No entiendo por qué nos atacan”.