Las plantillas de Euskotren y Bizkaibus están llamadas a secundar este martes una jornada de huelga para denunciar “el aumento de las agresiones físicas y verbales sufridas por los trabajadores”, tal y como señalan los sindicatos. Habrá concentraciones en las tres capitales de la CAV y en el caso de Donostia será a las 11.30 horas en la Plaza Easo.

La agresión a un conductor de Bizkaibus hace dos semanas ha sido el “detonante”, aunque el motivo de la huelga es “el acumulado de agresiones físicas y verbales” que sufren los trabajadores y trabajadoras de estas compañías de transporte, según señala a este periódico Isusko Flores, delegado de ELA y secretario del comité de Empresa de Euskotren.

En el último trimestre, en Euskotren hemos sufrido siete agresiones físicas y entre diez y quince verbales al mes, y eso que algunas de las verbales ni siquiera son denunciadas. Estamos muy preocupados”, apunta Flores.

Las agresiones físicas que sufre el personal trabajador pueden ser “un empujón fuerte, un arañazo o incluso un puñetazo”, que en algunos casos acaba con el agredido “en los servicios médicos y de baja”. “Es grave”, señala el delegado de ELA: “Solo estamos trabajando. Ni siquiera ponemos las normas ni los precios de los billetes. Estamos dando un servicio a la gente y somos un punto de referencia si hay algún peligro o se pierde algo. Estamos ahí dando la cara y no tenemos por qué sufrir este tipo de agresiones”.

En el caso de Euskotren, son los conductores, interventores y personal de estación quienes “sufren las agresiones”, porque “hay un contacto directo con los usuarios y no hay nada que les proteja, están expuestos”: “La persona que no ha comprado el billete o que ha llegado tarde la paga con el trabajador que está ahí. En nuestro caso, las agresiones son más en estaciones y en atención comercial”.

“Desprotegidos”

El personal trabajador se siente “desprotegido”, según dice Isusko Flores: “Las siete agresiones físicas del último mes han sido cuando solo había una persona trabajando. Eso da una idea de hacia dónde deberíamos ir”. La clave, según señalan todos los sindicatos, es proporcionar al personal trabajador “más recursos humanos, medios tecnológicos y medidas que minimicen el impacto de estas situaciones”.

El delegado de ELA profundiza en estas cuestiones: “La reivindicación es contar con más medios tecnológicos y humanos. Ya se ve que hay ciertas líneas y horarios más propensos a este tipo de agresiones. Si hay dos personas trabajando, el riesgo que corremos es mucho menor y la respuesta a la agresión es mayor. Sabemos que es un tema complicado de por sí, pero faltan medios. Se trata de poner más personas y ayudarnos de la tecnología, porque en el momento de la posible agresión hay que dar un respuesta rápida. Se podrían evitar agresiones”.

Reconoce Isusko Flores que, en el caso de las mujeres, parecen estar “todavía más expuestas” y que “tienen miedo a algunas líneas, horarios o estaciones. Y cuando hay fiestas, por ejemplo, suelen ser momentos problemáticos. El miedo es generalizado, pero mayor en las mujeres”.

El delegado de ELA ejerce de portavoz del personal trabajador al pedir “medidas urgentes a la dirección de Euskotren”: “No puede ser que vayamos al puesto de trabajo con miedo, pensando a ver qué me pasa hoy. Y las instituciones deben analizar bien el problema y darle respuesta”.

Servicios mínimos

Debido a la convocatoria de huelga, la de este martes será una jornada de servicios mínimos, es decir, del 30%, en Euskotren. Isusko Flores es consciente de que esto puede “provocar perjuicios a los usuarios”, pero pide que se entienda la situación del personal trabajador: “Ha llegado un punto en el que no podemos más y en el que se está complicando mucho el hecho de ir a trabajar”.