La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado este martes que las olas de calor tuvieron un coste estimado de 490.000 millones de horas de trabajo en el mundo en 2022.

Durante su intervención en la clausura de la primera reunión presencial de la Alianza para la Acción Transformadora sobre el Clima y la Salud (ATACH, por sus siglas en inglés) en Madrid, en la que han participado más de 300 personas según la organización, la vicepresidenta ha subrayado los vínculos entre el impacto del cambio climático y la salud y ha añadido la estimación de que las pérdidas laborales aumentarán un 50 % si no se actúa ahora.

Ribera resaltó la importancia de disponer de "unos sistemas de salud eficientes, con cero emisiones y resilientes", porque el cambio climático presenta "amenazas extremas que influyen en la vida de las personas, en la seguridad alimentaria o la malnutrición" entre otros problemas, por culpa de las temperaturas extremas y los nuevos vectores que propagan enfermedades.

Asimismo destacó el compromiso de los trabajadores, entidades y actores del ámbito sanitario en la lucha contra las amenazas climáticas, que afirmó aumentan al mismo ritmo que los impactos del cambio climático y en ese sentido recordó las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre el aumento de las muertes por la contaminación del aire y el agua o la transmisión de enfermedades.

Por todo ello instó a fortalecer la capacidad de respuesta en todos los ámbitos: también en el acceso al agua y a energía sostenible a precios accesibles, insistiendo en el coste de no hacerlo.

La ministra recordó el compromiso de ATACH con el proyecto "One World One Health" (Un planeta una salud) planteado en la Cumbre del Clima de Glasgow (Reino Unido) y fortalecido en reuniones posteriores, como una "visión coherente y social a largo plazo", incluyendo medidas como el "robusto" sistema de indicadores de salud puesto en marcha durante la COP28 en Dubái.

Respecto a la situación en España, la vicepresidenta subrayó la reciente creación del Observatorio de Sanidad y Cambio Climático, que aglutina a diferentes entidades y actores del sistema sanitario e irá incorporando a otras entidades con la idea de que un buen estado sanitario puede afrontar las vulnerabilidades y ayudar a afrontar los retos de la salud física y mental.

Hacer bien las cosas desde la gestión, junto al acompañamiento y la capacitación de los sistemas sanitarios "es fundamental" para la sociedad porque, como argumentó Ribera, "el planeta es pequeño y no importa qué suceda en cualquier sitio, influirá en otros lugares."

En la clausura de este martes participaron, además, el ministro británico Andrew Mitchell y la médico española y directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, quien, según Ribera, fue la primera persona a la que escuchó hablar de la relación entre el Acuerdo de París y la salud.