Cooperación al desarrollo, rescates en aguas del Mediterráneo, sensibilización, educación... Las ONG se han convertido en un eslabón fundamental de la sociedad actual, dada su labor en un contexto mundial de crisis humanitarias, sanitarias, hambruna, o conflictos bélicos.

Mañana se celebra el día mundial de las ONG para reconocer el trabajo de las organizaciones y personas voluntarias visibilizando su importancia e impacto en la sociedad del siglo XXI.

Según el último informe sobre seguridad alimentaria publicado por la ONU, entre 691 y 783 millones de personas no tuvieron comida suficiente durante el año pasado, 122 millones más que en 2019. Reflejando así un mensaje claro: las cifras del hambre en el mundo volvieron a alcanzar niveles inasumibles en 2022.

Además, las cifras de refugiados continúan incrementando sin cesar. Así lo asegura un informe de Acnur, que pone sobre la mesa que este año las personas refugiadas que precisarán reasentamiento serán un 20% más que durante 2023. Así, según cifra la Agencia de la ONU para los Refugiados hay actualmente un total de 108,4 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.

En ese contexto de desigualdad, brecha social, crisis climáticas... las ONG, se organizan para atender a las personas más vulnerables continúan arrimando el hombro tanto desde el ámbito local como en países más allá de occidente. 

Es el caso de Save The children, Unicef, así como organizaciones más locales como Alboan, Zehar Errefuxiatuekin, Mugarik Gabe, Zaporeak, Dunia Musso, Salvamento Marítimo Humanitario... que trabajando en red definen los caminos por los que la solidaridad debe seguir avanzado.

En un contexto mundial en el que la cifra de Organizaciones No Gubernamentales se cuentan por miles, poniendo cada una el foco en una problemática, tienen un elemento en común: la solidaridad de la sociedad.