La Diócesis de San Sebastián “no tiene intención de cambiar su parecer con respecto a la ocupación violenta y abusiva del edificio Elizondo”, en Zestoa, por lo que anuncia que mantendrá “la demanda judicial en vigor” con el objeto “de que se pueda recuperar la actividad del edificio cuanto antes”

El Obispado ha hecho pública esta nota pocos días después de que jóvenes de la Zestoako Gazte Asanblada, que ocupan el local Elizondo propiedad de la Iglesia desde hace casi un año, irrumpieran el pasado domingo en la misa mayor. 

El Obispado, además, ha insistido en su disposición a “hablar con los jóvenes de la Gazte Asanblada, pidiendo, como única condición, que primeramente dejen el local de manera voluntaria y pacífica”.

Desde la Diócesis se ha negado que el local ocupado se hallara en mal estado y se ha asegurado que “la parroquia tenía acondicionado” el lugar para sus actividades habituales: catequesis, reuniones e iniciativas de la parroquia, encuentros de diferentes agentes sociales, ensayos de música etc. Incluso, recordó, permitía también el uso de los baños a los vecinos de la zona.

“Desde que la Gazte Asanblada ocupó violentamente el edificio, la parroquia no ha podido hacer uso de éste”, han lamentado desde el Obispado.

Desde el 22 de febrero de 2023, jóvenes de la Gazte Asanblada, que ocuparon el local y cambiaron las cerraduras, vienen utilizando dicho edificio como gaztetxe con “oposición del Obispado, que considera que se ha cometido un delito y un abuso flagrante contra la propiedad en uso”.

Desde que se ocupó el edificio, añade la Diócesis, “la Gazte Asanblada viene organizando actos lúdicos, en los que participan terceros, sin autorización de ningún tipo. Es inexplicable este abuso y esta actitud violenta contra la comunidad cristiana”.

Por último, desde el Obispado se ha reclamado “a la alcaldía y demás autoridades, que cumplan con su deber y, además de hacer respetar las propiedades de la comunidad cristiana, protejan a estos ciudadanos de Zestoa, que requieren la misma atención y protección que el resto de ciudadanos”.

La postura del Ayuntamiento

Por su parte el Ayuntamiento de Zestoa, a través de una nota de prensa, ha criticado que el pasado 21 de enero siete personas, con los rostros ocultos tras caretas blancas, entraran en la iglesia del municipio durante la misma mayor, “vulnerando el derecho a la libertad de religión” de la ciudadanía. “La comunidad cristiana tiene todo el derecho a llevar a cabo las actividades vinculadas con sus creencias”, ha incidido.

No obstante, y en referencia al local ocupado como gaztetxe, desde el Ayuntamiento se ha apuntado que “como en otros municipios, también en el nuestro la Iglesia ha acumulado gran cantidad de patrimonio material, cuando a día de hoy no tiene capacidad humana ni material para gestionarlo de forma correcta”. Así las cosas, el Consistorio ha cursado a la iglesia la invitación de “poner todo ese patrimonio al servicio del municipio”.

Con este fin, el Ayuntamiento quiere continuar en conversaciones con la Iglesia para poder alcanzar un acuerdo general que resulte beneficioso para el municipio y las infraestructuras de sus barrios.

El Consistorio considera que solo mediante un acuerdo se pueden conseguir los beneficios necesarios para el municipio, ya que llevando el contencioso a tribunales “no se obtendrá ninguna consecuencia positiva”.

Convencidos de que el antiguo teatro Elizondo es un buen lugar para albergar actividades de los colectivos de jóvenes y propuestas de carácter cultural, el Ayuntamiento seguirá esforzándose en su recuperación “pero con la ayuda de todas y todos” y priorizando los intereses y una visión global del municipio.

 Tras la irrupción de los jóvenes en la misma mayor, el PNV de Zestoa ya denunció el clima de “intimidación” existente hacia personas del municipio. “No vamos a tolerar este tipo de conductas”, subrayaron desde EAJ.

Pero es que, además, el PNV no concibe la postura que mantiene el alcalde de EH Bildu, Mikel Arregi que, en su opinión, “dice si a una parte y da la razón a la otra”.