Repetir curso se planteó en su día como una fórmula para mejorar el rendimiento del alumnado con dificultades, pero en la actualidad es considerada por varios expertos como una “práctica pedagógica ineficaz”, “injusta” y “cara” para el propio sistema educativo. Así se concluye en un informe (Análisis de los resultados de aprendizaje del sistema educativo vasco). encargado exprofeso por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco a la Fundación ISEAK.

Lucas Gortazar, uno de los autores de ese estudio y en la actualidad director de investigación del centro de políticas económicas ESADE, asegura que disminuir la tasa de repetición de curso se presenta como “uno de los principales retos a futuro del sistema educativo vasco”

Las cifras sí “han mejorado” en Enseñanza Primaria, especialmente entre 2015 y 2021, alcanzando cifras semejantes a otros países de referencia (2%), pero en Enseñanza Secundaria, pese a los avances de los últimos años, siguen atascadas y casi triplican la media de la UE: en nuestros institutos, a día de hoy, más del 5% de los alumnos y alumnas, especialmente los varones, repite cada año. Y segundo de ESO es el curso donde más caen (6,1%), mientras que cuarto es el que menos (3,3%).

Uno de cada cinco alumnos termina la enseñanza obligatoria en Euskadi con al menos un año de retraso

La consecuencia final es que, al término del período educativo obligatorio, aproximadamente el 20% del alumnado vasco ha repetido al menos un curso. Es decir, uno de cada cinco alumnos lleva algún año de retraso. Y poco consuelo es que en 2015 fuera el 24,2%. Las cifras siguen siendo muy altas, según los expertos, ya que en el resto de la OCDE y la UE este porcentaje se mueve entre el 11% y el 12%.

En Euskadi, la repetición de curso ya fue objeto de estudio por parte del ISEI-IVEI hace más de una década, y a día de hoy, los autores de este informe concluyen que, “aunque la evidencia no ha hecho sino confirmar la ineficacia de la medida desde múltiples perspectivas”, la repetición de curso sigue siendo una “práctica relativamente habitual en la ESO en muchos centros del sistema educativo vasco, donde persiste una tasa de repetición todavía muy elevada”. 

Gortazar valora que se está trabajando en la línea de reducir la tasa de repetición, pero cree que el descenso será progresivo y lento en los próximos años y requerirá cambios. Es cierto que las cifras de Euskadi están mejorando. Si miramos los números de 2018, se aprecia que en los institutos vascos de Secundaria la tasa anual de repetición era del 6,2%, frente al 2% de la Unión Europea y el 3% de la OCDE. Y cuatro años después, ha bajado al 5,1%, acortando la diferencia sobre el resto de países. 

LAS CLAVES 

1. Solo la repetición no mejora los resultados del alumnado; al contrario, éstos son de forma constante mucho más bajos que los del alumnado con edad idónea. 

2. La repetición es injusta, porque afecta de forma diferencial al alumnado en función de su situación socioeconómica. 

3. La concentración de alumnado con edad no idónea en un centro influye en los resultados del conjunto del alumnado, haciendo que disminuyan. 

Sin embargo, ese 5,1% registrado en el último curso del que hay datos publicados (2021-2022), sólo se ve superado en la Unión Europea por Bélgica (5,8%) y España, que pese a haber reducido en cuatro años su tasa del 10% al 8%, a día de hoy sigue siendo el país de toda la UE y la OCDE con mayor tasa de repetición por curso, duplicando a países como Austria e Italia; cuadriplicando a Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Eslovaquia; ocho veces más que Finlandia y Suecia; y once más que Reino Unido. 

“Siguen con peores notas” 

El caso es que repetir tiene consecuencias y los expertos concluyen que son muchos más los efectos negativos que provoca que los beneficios. 

En primer lugar, asegura Gortazar, “aumenta en un 25% el riesgo de que esa persona abandone su formación” al término de sus estudios obligatorios, y no se escolarice ni en FP ni en bachillerato. 

“Ese es un resultado que la literatura científica a nivel internacional ha mostrado de alguna manera bastante clara: que cuando repites en secundaria la probabilidad de que tú te salgas del sistema, y no continúes estudiando aumenta y además, en general, esa probabilidad se sitúa entre el 20 y el 30%. Y Euskadi no es diferente en eso”, reitera este investigador: “Imagínate, que de cuatro que repiten, hay uno que nos lo que nos lo dejamos por el camino”.

“Repetir curso aumenta en un 25% la probabilidad de que el alumnado abandone su formación al término de la ESO”

Lucas Gortazar - Investigador especializado en Educación

Y esto “puede tener consecuencias negativas sobre las expectativas laborales y vitales futuras del alumnos, además de implicar otro tipo de consecuencias a nivel social y económico para toda la sociedad vasca”. Así lo recoge el propio informe realizado por la Fundación ISEAK para Educación.

Pero es que además, repetir no hace mejorar las notas de forma significativa, ni equipara al repetidor al resto de nuevos compañeros. Así lo refleja otro estudio (Titularidad, autonomía y repetición de curso: identificación de políticas eficaces en la mejora de la calidad educativa) realizado tras una investigación llevada a cabo en 2016 y sobre el que también se apoya el ISEI-IVEI al hacer un diagnóstico de la situación. 

En el mismo, se incide en que los propios alumnos que están repitiendo un curso siguen sacando notas peores que el resto “en todas las competencias evaluadas y las diferencias son grandes”. Y añade que ello “en el corto plazo podría tener efectos negativos en el rendimiento académico, afectando de manera heterogénea” al conjunto del alumnado.

El perfil del repetidor en Euskadi 

Pero repetir curso también es una “medida injusta”, asegura Gortazar. Porque el perfil del repetidor está muy marcado y se ceba con los mismos casi siempre: “La repetición, en especial en la ESO, está relacionada con alumnado de origen extranjero, chico (lo son el 62%, aunque la población varón en nuestros colegios es del 52%), alumnado previamente repetidor y alumnado de rentas bajas”.

Los varones, siendo el 52% del alumnado, representan el 62% de las repeticiones

Si bien en Euskadi, la repetición de curso de un alumno se decide en el propio colegio y se basa fundamentalmente en el número de asignaturas suspendidas por el alumno, un análisis realizado por el ISEI-IVEI en 2009 sobre repetición de curso en Euskadi concluyó que las causas principales son “la falta de esfuerzo, falta de interés, mal comportamiento, problemas personales” y no tanto falta de conocimiento o falta de capacidad. 

Y en esa coctelera, “el alumnado varón, de renta baja y origen migrante es el que acaba repitiendo desproporcionadamente. Este grupo de alumnos están sistemáticamente penalizados por la evaluación de los docentes, es decir, que tienen sistemáticamente mejores resultados en la evaluación de diagnóstico (que realiza el ISEI-IVEI) que en la nota de clase”.

Más que la competencia, las causas principales son “la falta de esfuerzo, el mal comportamiento y problemas personales”

¿Las razones? “Investigaciones que se han realizado en países con mucha repetición y mucha cultura de suspensión-aprobado, nos vienen a indicar que, al final, el suspenso y el aprobado o las notas son un instrumento no solo formativo, sino calificatorio y sumativo, que es un instrumento que no solo valora aprendizaje sino habilidades no cognitivas, actitudes, comportamientos y demás”, señala Gortazar.

“El alumnado varón, de renta baja y origen migrante es el que acaba repitiendo de forma desproporcionada”

Lucas Gortazar - Investigador especializado en Educación

Y en Secundaria, “lo que se pasa es que lo que sabemos es que hay unos ciertos colectivos que se desenganchan más de la escuela. Son precisamente estos, los chicos, por una cuestión que tiene que ver con el comportamiento, la adolescencia, etcétera; y alumnado migrante y de renta baja, por una cuestión más de capital cultural y menos valoración de la importancia del estudio de la escuela por parte de sus familias. Eso, de alguna manera, les acaba penalizando en las notas, porque los docentes, al final, utilizan las notas como un instrumento de atención a la diversidad. Tienen sesgos a la hora de evaluar. De hecho, la evaluación diagnóstica dice que luego a la hora de la verdad son bastante competentes”, asegura Gortazar. 

Según los datos recogidos en el estudio de la Fundación ISEAK para Educación, el alumnado de origen inmigrante, que sólo representaba un 6% de la población escolar en el curso 2017/2018, suponía el 19% del alumnado que repitió ese mismo curso. 

La renta es determinante

Un elemento de peso y transversal en esta ecuación es la renta de las familias: los alumnos y alumnas de entornos desaventajados, sean migrantes o no, tienen muchas más posibilidades de haber repetido que los alumnos de entornos socioeconómicos aventajados, incluso después de comparar dos niños o niñas con las mismas habilidades y competencias básicas. Así lo refleja el informe citado.

Destaca sobremanera, que, entre el alumnado de nivel socioeconómico más bajo, dos de cada tres alumnas y alumnos en 6º de Enseñanza Primaria y más de la mitad de las chicas y chicos de 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria no tienen la edad idónea para el curso en el que están. “Se trata de cifras altamente preocupantes”, asegura Gortazar.

Un análisis detallado del alumnado según la renta de su hogar a partir de los datos de Becas, sugiere de nuevo que el alumnado de rentas que se sitúa en el nivel más bajo (nivel 1), representa un 43% de la población repetidora de curso, mientras que solo supone un 22% del total. A su vez, el alumnado que no solicita beca, que es más de la mitad (52%), sólo supone el 32% de los repetidores.

Esta diferencia se traslada también en función de la titularidad de centro: mientras que la red pública y la concertada representan cada una aproximadamente la mitad del sistema educativo vasco, el perfil del repetidor se concentra especialmente en la red pública, que absorbe a un 67% de todo el alumnado repetidor.

Gasto público en educación 

El informe de ISEAK también estima que las implicaciones de la repetición en términos de gasto público en educación, permite un ahorro potencial de en torno a 35 millones de euros para el Departamento de Educación, en torno a un 4% del gasto público en Primaria y ESO.

En términos de gasto público la repetición de curso supone un gasto extra de 35 millones al año al Departamento vasco de Educación

Además, diversos estudios han llevado al “consenso internacional a hablar de la importancia de la financiación hasta un cierto punto, a partir del cual la financiación tiene un retorno decreciente en la mejora de los resultados”. En consecuencia, esto hace pensar que, con los niveles actuales de inversión en Educación en Euskadi, de los más altos en el Estado, “una mejora importante y sostenida de inversión por alumno tendría un impacto prácticamente inexistente en la reducción de la repetición de curso”.

¿Cuántos cursos se puede repetir? 

En Educación Primaria, solo se puede repetir una vez durante la etapa, mientras que en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), el alumno o alumna podrá repetir el mismo curso una sola vez y dos veces como máximo dentro de la etapa. Excepcionalmente, un alumno o alumna podrá repetir una segunda vez cuarto curso de ESO si no ha repetido en los cursos anteriores de la etapa.