La ley educativa (LOMLOE) que entró en vigor en 2021 a nivel estatal, establece que la repetición ha de ser una medida excepcional. Pero lo cierto es que resulta difícil valorar si ello ha tenido el efecto deseado, porque las cifras actuales aún están intoxicadas por el curso del covid-19 (2019-2020), en el que las tasas de repetición se redujeron drásticamente, porque “tampoco era cuestión de pagarlo con el alumnado”, explica Lucas Gortazar.

En Euskadi, de hecho, la tasa de repetición cayó de un año (2018-2019) a otro del 5,6% al 3,6% (2019-2020), por lo que era lógico el repunte que, automáticamente, se produjo en el ejercicio 2021-2022, el curso posterior a la pandemia, situándose en el 5,1% que tenemos hoy como referencia.

Gortazar cree que en los últimos años, ya antes de la pandemia, “se han tomado medidas para acelerar la reducción de la repetición”, pero considera que el descenso será “progresivo y lento” en los próximos años y requerirá cambios: “Creo que es una buena decisión, pero quizás no se han tomado medidas para cambiar los modelos de atención a la diversidad, que no sólo afectan a Euskadi, sino que es parte del modelo educativo de todo el Estado”.

Al final, y “en esto Euskadi no es ninguna diferencia”, nuestro sistema, según explica este investigador, “es muy parecido al resto de comunidades autónomas. Tenemos un modelo de integración uniforme, es decir, todos los alumnos juntos hasta los 16 años, en un currículum común” en el que “las diversidades no se atienden con unas metodologías muy avanzadas”.

“No sólo son recursos, también es la forma de enseñar. En Euskadi hay muchos recursos de atención a la diversidad y, sin embargo, hay mucha repetición y hay dificultades de aprendizaje no atendidas. O sea, que creo que es una parte de recursos, de acuerdo, pero hay otra parte en el cómo se enseña. Si tú enseñas de una manera rígida, de tamaño único y con etologías que no gestionan bien la diversidad de aula, por mucho dinero que tengas y una ratio muy baja que tengas, vas a seguir teniendo problemas”, indica Gortazar.

Y Euskadi, “efectivamente, está mejor que otras comunidades autónomas. Se ha hecho una apuesta más importante por los recursos, pero a nivel metodológico yo creo que no estamos particularmente bien. Habría que darle un empuje a ese tema. El reto es, mientras la repetición desciende, cómo hacemos un cambio metodológico para atender mejor a la diversidad del alumnado, que además es cada vez más diverso”.