El mundo de las motos está “sobrecogido”. “Las cifras son escalofriantes”, admite Joaquín Zabalza, vicepresidente del Real Moto Club de Gipuzkoa y gran aficionado a los vehículos de dos ruedas. Tres motoristas fallecidos en sólo dos días en las carreteras de Gipuzkoa, entre el domingo y el lunes, y doce en los que va de año, que son tantos como los que fallecen de media al año en todo Euskadi. Los dos fallecidos este domingo en Berastegi y Azkotia y el lunes en Ordizia, un vecino de Beasain de 48 años, han hecho estallar unos números ya de por sí alarmantes. 

Uno de cada cuatro fallecidos en las carreteras de Euskadi suele ser motorista. En 2022 fueron 14 víctimas mortales de un total de 44. En 2021, 17 motoristas de 42 fallecidos en total; 16 de 51 en 2019. En 2018, 14 motoristas de un total de 42 muertos en las carreteras. En 2017, ocho entre 39; 16 de 46 en 2016; ocho de 53 en 2015, y así otros muchos años. En diez meses y medio de 2023 sólo Gipuzkoa ya lleva doce. El año pasado fueron cinco.

Son cifras que desmontan la estadística y sitúan lo acontecido en nuestro territorio en la anomalía. Hay que sumar a ello, que este 2023 han fallecido en carreteras de fuera de nuestro territorio otros tres motoristas guipuzcoanos: un aretxabaldarra de 25 años en Vietnam (7 de abril), un beasaindarra de 53 años en Burgos (27 de mayo) y un irundarra de 60 en Navarra (26 de julio). 

 “No le encontramos explicación, porque cada caso es particular". Por un lado, “quieres filtrar”, dice Zabalza, y “pensar” que el parque de motos de Donostia incluye entre sus “31.000 vehículos de pequeña cilindrada que no requieren carné de conducir”, y puede concluirse que sus conductores tengan “menos destreza”, pero no, porque “los que hemos visto estos días eran todo motos más grandes”, reflexiona.  

“También puedes pensar que son los jóvenes, como dicen las estadísticas, pero tampoco, porque últimamente en estos accidentes nos encontramos a gente madura, de 50 y 60 años, que tendrían que tener experiencia”. De hecho, al menos siete de los motoristas fallecidos en estos siniestros en Gipuzkoa o que implican a guipuzcoanos fuera de nuestro territorio, tenían más de 50 años, y la última víctima de Ordizia, este lunes, 48.

Otros tres motoristas guipuzcoanos han fallecido en 2023 en carreteras de fuera del territorio

 La desazón es evidente. “El sentimiento sobre todo es de impotencia”, admite el vicepresidente del Moto Club. No se trata del mal estado de las carreteras, ni de la actitud del colectivo de otros vehículos hacia los motoristas, ni de actitudes irresponsables sobre la moto. “Todo es mejorable, evidentemente, pero no hay una razón clara. Alguno te dice: es que vais muy rápido, y en algún caso puede ser, pero no explica estas cifras”.

 Zabalza recuerda que cuando se produce un accidente con un motorista implicado, hay que tener en cuenta que éste “se suele llevar la peor parte”, y reclama prudencia a los motoristas, que vayan siempre con un as en la manga, atentos para anticiparse a lo impredecible.

“Aunque haga buen tiempo y se ande más, al contrario, con el firme seco debería haber bajado la accidentalidad”

Joaquín Zabalza - Vicepresidente del Real Moto Club de Gipuzkoa

 Las cifras de Araba y Bizkaia no tienen nada que ver, pese a que este fin de semana ha fallecido precisamente un motorista en la N-634, a la altura de Amorebieta-Etxano. Esta es una vía que está en el catálogo de las más accidentadas. Dos de los motoristas fallecidos ese año en Gipuzkoa también viajaban por la carretea de la costa.

 Gipuzkoa sí cuenta con una peculiaridad que le hace estar más expuesta a estos accidentes. El territorio tiene un parque móvil de 66.289 motos, casi una por cada diez habitantes. Es el territorio de la CAV donde más vehículos de dos ruedas hay (66.287), incluso por encima de Bizkaia (63.593), pese a que esta cuenta con una población mucho mayor. Y en Araba hay 17.580 motos.

 Gipuzkoa tiene 91 motos por cada 1.000 habitantes, Bizkaia 56 y Araba 54. Las 66.287 unidades registradas en nuestro territorio representan además el 13,9% de los 474.500 vehículos totales registrados, frente al 9,2% de Bizkaia y el 8,2% de Araba. 

Y a más vehículos, más tráfico y más accidentes. A ello se suma el buen tiempo, que anima a los conductores a disfrutar de la moto. “Se anda más, no cabe duda”, pero ni aun así entiende Zabalza lo que está pasando estos días. Porque, “al contrario, aunque haya más motoristas, con el firme seco debería haber menos accidentes. Debería haber bajado la accidentalidad”, asegura. 

Un monográfico elaborado en 2015 sobre los accidentes de moto en Euskadi, concluía que la probabilidad de fallecer o resultar herido grave cuando se tiene un accidente de tráfico es seis veces superior si se va en una moto que si se va en otro tipo de vehículo. 

Una sangría sostenida 

Según ese mismo informe, el número de personas fallecidas o heridas graves en accidentes de motocicleta en las carreteras vascas entre 1995 y 2014 ascendía a 1.800 personas y, aunque había descendido un 58% entre 2005 y 2014, el número de accidentes, lo había hecho en menor medida que la siniestralidad total, que bajó un 80%.  

La probabilidad de fallecer o resultar herido grave en un accidente es seis veces mayor cuando se va en moto”

Ese mismo informe concluía, con los datos acumulados entre 1995 y 2014, que el porcentaje de motoristas fallecidos en accidente de tráfico (16,7%) o heridos graves (22,6) está muy por encima del porcentaje total de motoristas implicados en accidentes (3%), lo que pone de manifestó la gravedad de estos accidentes.  

De hecho, en el 73% de los accidentes de moto se produce alguna persona herida, cifra que en los turismos es del 39%. 

La distribución de los accidentes de moto registrados en toda la serie también pone de manifiesto que en torno al 40% de los accidentes se producen en fin de semana. Las autoridades recuerdan que ir debidamente equipado y llevar un buen mantenimiento de los vehículos reduce la posibilidad de sufrir lesiones graves.