Nunca antes había habido tantos estudiantes en la Formación Profesional vasca. El curso 2023/24 supone un récord histórico en Euskadi con 49.000 matriculados, un 10% más que el pasado año. En los últimos quince años, de hecho, la matriculación no ha dejado crecer al tratarse de “un buen producto”, con una alta inserción laboral y con un mercado que, cada vez, busca perfiles más especializados.

“La Formación Profesional es un buen producto. No vendemos humo y hay inserción laboral”, explica a este periódico Julen Elgeta, presidente de Hetel, la asociación de centros Abantean de FP en Euskadi. Fruto de ello, las matriculaciones han registrado este año su récord histórico, lo que pone de manifiesto el interés, tanto de estudiantes como de empresas, por este campo formativo.

A pesar de ello, desde Hetel avisan que es necesario atraer y retener el talento para poder cubrir la demanda de las empresas y dotarles de profesionales cada vez más cualificados. “Que haya tantos estudiantes interesados abala la necesidad, pero todavía queda recorrido. Este año se ha incrementado la oferta de ciclos porque el mercado laboral es capaz de absorverlo. El problema es que no todos se han llenado, por lo que no es suficiente”, explicó Elgeta.

Según las previsiones, en Europa se precisarán más personas con competencias científicas y tecnológicas a corto plazo para hacer frente a la demanda de las empresas. Se trata de una situación de la que Euskadi no es ajena y, para ello, desde el pasado año están en marcha más de una decena de cursos de especialización en diferentes sectores que se realizan una vez se acaba el grado superior o medio. “Es como un máster universitario que busca especializar en una mayor calificación”, indicó Elgeta, asegurando que para las empresas contar con perfiles de este tipo “es un plus” que valoran mucho.

“Tenemos que orientar a las personas a titulaciones con alta empleabilidad y proyecciones de futuro. Es un talento que necesita de mayores competencias en sostenibilidad y digitalización”, añadió el presidente de Hetel, al tiempo que recordó que Euskadi no puede perder talento en una población cada vez más envejecida.

La FP como primera opción

En la actualidad, Euskadi es “un buen destino” en el que cada vez “se exige más”. “No es un territorio en el que se prime una baja cualificación. Las empresas ofrecen productos y servicios muy exigentes y es necesario seguir dándoles respuestas”, agregó Elgeta.

Esto también lo aprecian los propios estudiantes, que ya no ven la FP con malos ojos. “Ven que la inserción laboral es superalta y no lo dudan. Son, además, trabajos de buena calidad y el boca a boca influye mucho”, apuntó, asegurando que alumnos que hace cinco años podían estar pensando en ir a la Universidad “ahora ni se lo plantean”.

Sobre este aspecto, se valora especialmente la formación dual para todo el alumnado, que permite estancias en las empresas desde el primer curso para aumentar el número de horas en las empresas. “Solo queda ampliar a las personas tutoras de la empresa y también al profesorado con nuevos retos de tecnología digital más vanguardista en en el aprendizaje”, finalizó.