Médicos de atención primaria instaron ayer a impulsar estrategias que reduzcan la prescripción de psicofármacos ante “situaciones de la vida cotidiana” y frenar así el uso prolongado de benzodiacepinas para ansiedad o insomnio, especialmente entre adolescentes.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) alertó del “preocupante aumento” de consultas de adolescentes con síntomas psiquiátricos y/o psicológicos o por intoxicaciones múltiples derivadas de un mayor acceso a psicofármacos por “el aumento de la prescripción, tanto para ellos como para sus familiares”.

Así, explicaron que el Estado español registra el mayor consumo de benzodiacepinas del mundo, según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias Estudes, y que los tranquilizantes y somníferos son la cuarta sustancia más usada por personas de entre 14 y 18 años, las cifras más elevadas de consumo desde que existen registros.

Durante los 18 años que se ha hecho este estudio, el uso de tranquilizantes en los menores de 30 años se ha triplicado, aunque son los mayores de 65 los que lideran la demanda, denunció semFYC, que insiste en la necesidad de fomentar el tratamiento no farmacológico.

Señales de alerta de suicidio

Además, según la Asociación Española de Enfermería en Salud Mental (Aeesme), desde la pandemia, la mitad de la población necesita ayuda y se ha triplicado el número de adolescentes que recurre a las consultas.

El Consejo General de Enfermería (CGE) quiso poner el foco en el aumento de suicidios en los últimos años hasta llegar a los 4.097 en 2022, de los que 345 eran menores de 30 años, 72 adolescentes de 15 a 19 años y 12 niños de 10 a 14. La cifra en adolescentes se incrementó así un 35% con respecto a 2021.

Por eso, el CGE ha detallado en un vídeo las 13 señales que alertan de una ideación suicida, como es el caso de pérdida de interés e irritabilidad frecuente, el inicio o aumento del consumo de alcohol y drogas o el descuido de la higiene personal y el abandono del aspecto físico. Ante la presencia de al menos dos de estos síntomas, emplazó a acudir a un profesional.

Del mismo modo, señaló que tras la pandemia del covid se han disprado un 20% pero que, sin embargo, la media de psiquiatras no ha aumentado y hoy es de 11,84 profesionales por 100.000 habitantes, cuando la media europea es de 19,12. Además, criticó que solo 30% de los 9.000 psicólogos clínicos ejercen en la sanidad pública, “por lo que se deduce que la salud mental está en buena parte privatizada”.