El consumo de carne de vacuno continúa descendiendo también en Euskadi y registra ya una caída del 38% en la última década, debido en parte también al aumento del 23% en el precio medio de la carne de vacuno, y de los hábitos de consumo. Los ciudadanos de Euskadi consumieron de media 8,2 kilos al año per cápita en el último año, apenas 160 gramos por persona a la semana. Son cifras del pasado 2022, recogidas en el observatorio de alimentos del sector agrario de Euskadi, publicado por la Fundación Hazi. Sólo cuatro años antes, en 2018, eran 9,75 kilos al año por habitante.

El descenso en el consumo de carne de vacuno se empezó a apreciar de forma clara en 2008, y en ese periodo, sólo la pandemia ha alterado la serie, con un repunte importante del consumo que en 2022 desapareció de un plumazo. De hecho, en el periodo 2020-2021, el aumento de carne de vacuno volvió a aumentar en los hogares vascos, probablemente condicionado por el confinamiento y los cambios en los hábitos de socialización. Pero los datos de 2022 se han situado en la tendencia mostrada anteriormente, por debajo de cifras de consumo de 2019.

El consumo en casa baja un 15% en cuatro años, mientras aumenta casi un 4% cuando salimos a comer fuera de casa

También se ha reducido de forma importante la producción de carne de vacuno en Euskadi. Lo ha hecho en un 18% y la realidad a día de hoy es que la producción local puede llegar a satisfacer entre el 46% y el 50% de la demanda total de las familias vascas. En este sentido, la ratio entre lo producido y lo consumido se mantiene. La carne local llega aproximadamente para la mitad de la demanda.

De todo el consumo de carne de vacuno en Euskadi, más del 27% lo comemos cuando salimos a comer fuera de casa. De hecho, el consumo de vacuno que hacemos fuera de nuestros hogares, que se eleva a 4.836 toneladas al año, aumenta más de un 3,8% en relación a 2018, mientras que en esa misma comparativa nuestro consumo ha caído casi un 15%.