Euskadi continúa firme en su reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y sigue mejorando la senda marcada para conseguir los objetivos de la Estrategia de Cambio Climático (Klima). La CAV ha logrado reducir ya sus emisiones un 15% respecto a 1990 y un 31% desde 2005, año de referencia para el Gobierno Vasco. Hay que tener en cuenta que el pico de emisiones se alcanzó en el Estado español y la CAV justo antes de la crisis global de 2008, es decir, en 2007, cuando emitimos un total 25,55 millones de toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera. En 2021, cifra dada a conocer estos días por Ihobe en el nuevo inventario de emisiones de GEI, nuestro impacto a la atmósfera fue de 17,55 millones de toneladas. 

La reducción progresiva de emisiones en Euskadi sigue su camino, pese al lógico incremento del 8% respecto a 2020, el año de la pandemia de covid-19, las severas restricciones de movilidad y el parón de la actividad. Por ello, si tomamos como referencia 2019, el año prepandémico, el dato de 2021 marca una reducción añadida del 5%. Este dato y la evolución de los últimos años está en sintonía con la media de la UE, si bien se han producido caminos diferenciados para acometer la reducción de emisiones.  

En Europa, la senda de la disminución de GEI se inició muchos años antes que en el Estado español y Euskadi. La media UE ya  indicaba que muchos países habían el pistón hace 30 años, mientras que en nuestro país las emisiones siguieron aumentando sus emisiones hasta tocar techo en 2007.  

Sirva como ejemplo, que la UE-27 en su conjunto logró bajar sus emisiones un 7,5% entre 1990 y 2005, mientras que en Euskadi crecían en el mismo periodo un 23% y en el Estado español la friolera de un 54%. 

De este modo, los datos de Euskadi cobran un valor especial si se toma como referencia 2005, primer año de comercio de derechos de emisión y año base de la Estrategia de Cambio Climático del país vasco-Klima 2050.  Y pierden peso relativo en la media europea si miramos a 1990. La media UE ha reducido sus emisiones un 28% desde entonces, frente al 15% en Euskadi; por su parte, desde 2005 en Europa ha caído un 23% frente al 31% en la CAV. 

Las emisiones del transporte son las únicas que aumentan respecto a 2005, un 9%, mientras que la industria las reduce un 36% y la agricultura un 52%

El principal caballo de batalla vasco sigue siendo el transporte. No hay manera de reducir las emisiones por este concepto. Es el único sector que aumenta respecto a 1990, también respecto a 2005. Lo hace un 9%. Y sube casi respecto a cualquier año que con el que se le compare, aunque es cierto que parece haberse abierto una senda de recuperación desde que se alcanzó el techo en 2017.  

Mientras que la reducción de emisiones en la Agricultura ha bajado un 52% en los últimos quince años, un 49% el energético y un 36% la industria, el transporte crece el citado 9%.  

A día de hoy, el transporte de mercancías y pasajeros supone el 35% del total de todas las emisiones de Euskadi. Le sigue la industria vasca, con un 30%, incluido su consumo energético; y luego el volumen baja de forma notable. No hay ningún otro sector que haya aumentado tanto sus emisiones en términos relativos ni absolutos como el transporte, que ha duplicado sus emisiones desde 1990, aproximadamente 3 millones de toneladas. 

La evolución de este sector ha sido cambiante, ya que tras la reducción de emisiones originada a partir de la crisis de 2008 y el aumento sufrido en los años 2011-2017, aparentemente se produjo un cambio de tendencia en 2018-2019, anterior a la pandemia. Sin embargo, las cifras siguen siendo elevadas. 

Y eso hace que nuestras emisiones per cápita sean ligeramente superiores a la media de la UE-27. Un ciudadano vasco emite 8 toneladas de CO2 equivalente al año a la atmósfera de promedio, frente a las 7,4 de la media europea.

Emiten más todavía los ciudadanos de países como Dinamarca, Finlandia, Alemania, Bélgica, Polonia, Chipre, Países Bajos, Estonia y de los tres que más contaminan per cápita: República Checa, Irlanda y Luxemburgo. Mientras que por debajo están Grecia, Letonia, Italia, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Francia, Hungría, España, Lituania, Portugal, Croacia y los tres que menos emiten por habitante son Malta, Rumania y Suecia, que lidera este ranking. 

Los vascos emitimos 8 toneladas de CO2 per cápita, por encima de la media europea (7,4)

El peso de las emisiones vascas por habitante mejoran ligeramente si se tienen en cuenta solo las emisiones difusas, es decir, si eliminamos las reguladas como la industria y el sector energético. En ese caso, las estimaciones dicen que un vasco emite de media 4,6 toneladas al año de CO2 equivalente frente al 4,8 de media UE-27.  

Hay que tener en cuenta, sin embargo que en la UE existen grandes diferencias de emisiones per cápita que se pueden deber a muy variados factores, como la estructura del sistema productivo, nivel de renta per cápita, tipo de energía consumida, temperatura media anual, etcétera. Es decir, tiene cierta lógica que un país de notable renta per cápita e industria, puede ser lógico tener un mayor nivel de emisiones per cápita. 

Precisamente, las emisiones difusas se han reducido en la CAV un 11% desde 2005, por lo que Euskadi, tal y como ya se vio en el inventario 2020, habría alcanzado el objetivo vinculante promedio establecido a 2020 para los Estados miembros (10%). De acuerdo a la nueva legislación, este objetivo de reducción será, a 2030, del 40% y 37,7% para la UE y España, respectivamente. 

Calentamiento global

 El calentamiento global y los objetivos marcados en el panel IPCC también arroja datos interesantes para la CAV. Con las cifras actuales, Ihobre reconoce que “nos encontraríamos en la senda de reducción proyectada para lograr la contención del calentamiento global en 2 grados. Sin embargo, “para alcanzar la senda de reducción de 1,5 grados serán necesarios esfuerzos mayores y deben acelerarse”. 

Ihobe afirma que para alcanzar el objetivo climático de no aumentar la temperatura más de 1,5 grados "serán necesarios esfuerzos mayores"

La buena noticia es que las emisiones generadas para producir una unidad de PIB han descendido un 30% respecto a 2005 y un 55% respecto a 1990, lo que indica el grado de desacoplamiento de la economía vasca respecto a las emisiones generadas.

En cuanto a la evolución histórica de emisiones, los sectores que más las han reducido son el industrial, un 36% respecto a 2005 y 22% respecto a 1990; y el energético (49% respecto a 2005 y 31% respecto a 1990. Y también disminuyen sus emisiones el sector agrícola sobre todo, y residuos, aunque su contribución es pequeña.  

Por su parte, los sectores residencial y servicios aumentan porcentualmente sus emisiones desde 1990 un 39% y un 95% respectivamente, mientras que desde 2005 disminuye un 7% y un 0,3%.  

En el sector de Usos de la Tierra, cambio de usos de la tierra y selvicultura, ha habido una absorción de 1,17 millones de toneladas fijadas en 2021 que ha permitido mejorar las cifras de emisiones totales.