Síguenos en redes sociales:

Las redes sociales se reinventan tras veinte años de andadura para poder interactuar

Meta quiere participar en los nuevos formatos de Fediverso, que permitirá participar sin ser usuario de las plataformas

Las redes sociales se reinventan tras veinte años de andadura para poder interactuarEP

Logroño – Las redes sociales están en “un momento crucial” de cambios y, tras 20 años de andadura, como Facebook, que fue la primera en su lanzamiento, se reinventan hacia nuevos formatos, como Fediverso, un movimiento incipiente que plantea poder interactuar entre ellas.

Así lo explica el doctor en Informática y director del Máster en Redes Sociales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Fernando Checa, para quien “a corto plazo, habrá cambios importantes en estas plataformas, tal y como las conocemos actualmente”.

En este contexto, sitúa a Fediverso, un entorno en el que las redes sociales comenzarán a estar abiertas, como es el caso del correo electrónico, y que busca que exista un conjunto amplio de protocolos, de manera que se pueda interactuar con cualquier red social sin ser usuario obligatoriamente de ellas, lo que actualmente, precisa, es imposible.

Actualmente, comentar una fotografía colgada, por ejemplo, en Instagram, o un mensaje en X (anteriormente Twitter) hay que ser usuario de la red en cuestión, si no, no es posible hacerlo, indica este doctor en Informática y especialista en proyectos digitales.

Empresas de redes sociales, explica, están ya detrás de este movimiento incipiente, que es Fediverso, del que la compañía Meta –matriz de las redes Facebook, Instagram y Whatsapp– quiere participar.

A la defensiva

Este interés de Meta por formar parte de este movimiento ha suscitado la expectación de “otros actores, creadores y participantes de Fediverso, que están un poco a la defensiva porque Meta no deja de ser el enemigo” para ellos, por su amplia dimensión.

Fediverso, asegura, se terminará asentando en el panorama de las redes sociales, ya que “parece increíble que estemos en islas de conocimientos desde hace tantísimos años” y cada una de estas redes tenga sus propios algoritmos.

Inteligencia artificial

Dentro de este proceso de constante evolución en el ámbito de las redes sociales, cada vez cobra mayor peso la Inteligencia Artificial, que “va a afectar mucho más a los intereses del usuario”, asegura este especialista.

Como plantea Elon Musk en X, añade, “cada vez más vamos a dejar de hablar tanto del algoritmo de cada una de las redes sociales, que es el que nos muestra los contenidos al que los usuarios accedemos a estas plataformas”.

El tercer vector que Fernando Checa aprecia en esta reinvención de las redes sociales está el ámbito de la privacidad del usuario. Es “preocupante”, afirma, que el propietario de los contenidos que un usuario cuelga en una red social, como, por ejemplo, una fotografía o un comentario, sea la empresa titular de esa red.

En general, explica, estas compañías no cubren totalmente las expectativas de seguridad en cuanto a la privacidad que la UE determina y es un ámbito en el que considera que también tienen que producirse avances.

Sobre el surgimiento de nuevas redes sociales, cree que “existen movimientos, incluso dentro de Meta”, que requieren “estar a la expectativa”.

Desde un punto de vista técnico, explica, “crear una red social nueva no entraña una gran complejidad, aunque, lógicamente, requiere una inversión”.

En opinión de Checa, “es posible que surjan” nuevas redes sociales, aunque “lo que las hace importantes es el número de usuarios que las integran”, que es lo que les reporta tener un espacio de negocio, ya que salvo escasas excepciones, “las redes sociales viven de la publicidad”. l

Emojis

l Lenguaje adulto. Los emojis han pasado de moda para los adolescentes, que prescinden de ellos en sus conversaciones, y han pasado a formar parte únicamente del lenguaje “adulto” en las redes sociales, según las conclusiones de un reciente estudio desarrollado por Carmen Pérez Sabater, profesora del departamento de la Universitat Politècnica de València. La investigadora comparó el uso de los emojis entre adultos y adolescentes en mensajes de conversación. Para ello, analizó casi 103.000 mensajes de WhatsApp y cerca de medio millón de palabras.