Investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) han desarrollado un nuevo método para encontrar mutaciones en tumores cerebrales infantiles. También han podido demostrar que las mutaciones identificadas por ellos cambian el modo en que las células cancerosas responden a un medicamento contra el cáncer.

Estos hallazgos, publicados en la revista 'PNAS', podrían conducir a un mejor diagnóstico y a un tratamiento más individualizado de los niños con tumores cerebrales.

El meduloblastoma es el tumor cerebral maligno más frecuente en niños. Suele desarrollarse en el cerebelo y, aunque los tratamientos modernos han mejorado el pronóstico de modo que más del 70% vive más de cinco años, no todos los pacientes pueden curarse.

El agresivo tratamiento del cáncer también provoca graves efectos secundarios, como problemas de equilibrio y deterioro de la capacidad de aprendizaje en los supervivientes.

Numerosos estudios han explorado menos del dos por ciento del ADN humano que da lugar a proteínas, y se sabe mucho menos del resto del genoma. Así, en un cáncer como el meduloblastoma, el 98% de las mutaciones se producen en la parte menos estudiada del genoma. Podría haber miles de mutaciones, y es difícil separar las que provocan el cáncer de las que no tienen importancia.

Para obtener una visión completa de qué mutaciones son importantes en el meduloblastoma, los investigadores utilizaron un método que han desarrollado recientemente en el marco de un consorcio internacional.

El método examina específicamente las posiciones conservadas en el genoma y se basa en el supuesto de que las secuencias de ADN que han permanecido inalteradas durante millones de años de evolución probablemente tengan funciones importantes.

El nuevo estudio

"En el nuevo estudio, las mutaciones en pacientes con meduloblastoma se compararon con información sobre el grado de conservación de una posición individual en el genoma a lo largo de la evolución. Se puede suponer que las mutaciones en zonas que apenas han cambiado son las más importantes", afirma Ananya Roy, investigadora y primera autora compartida del nuevo estudio.

De las 200.000 mutaciones encontradas en 145 pacientes, un total de 114 se hallaron en posiciones conservadas del genoma. Muchas de estas mutaciones se produjeron en genes de los que anteriormente no se había informado que estuvieran mutados en este cáncer, a pesar de que algunos de los genes tenían niveles de proteína alterados en el meduloblastoma.

Las mutaciones recién identificadas se localizan en el ADN que contiene instrucciones sobre dónde, cuándo y qué cantidad de proteínas deben fabricarse. Los resultados pueden explicar, por tanto, observaciones anteriores sobre los diferentes niveles de proteínas en el meduloblastoma.

"Nos hemos centrado en las mutaciones en las posiciones mejor conservadas, ya que probablemente sean las más críticas para la regulación génica. De este modo podemos seleccionar las mutaciones más importantes, lo que de otro modo no sería posible, y luego comprobar su funcionalidad", afirma Karin Forsberg-Nilsson, una de las investigadoras que dirigió el estudio.

Los investigadores descubrieron diferentes mutaciones en distintos grupos de edad y diferentes subgrupos de meduloblastoma, y que las mutaciones cambiaban la expresión génica en las células de meduloblastoma en cultivo.

Una imagen más clara

"Esto demuestra que nuestro método funciona y puede ofrecer una imagen más clara de cómo estas mutaciones regulan los niveles de proteínas en las células cancerosas", añade Kerstin Lindblad-Toh, que también dirigió el trabajo.

En el estudio, los investigadores también pudieron demostrar que las mutaciones halladas con el nuevo método modificaban la resistencia de las células cancerosas a un fármaco contra el cáncer. Por tanto, esta nueva forma de analizar las mutaciones podría sugerir un tratamiento individualizado, la llamada medicina de precisión.

Esto significa que el patrón de mutación específico del paciente se utiliza para seleccionar un fármaco que afecte al gen mutado en ese individuo, algo que cada vez se utiliza más en la atención oncológica.

Para que esto funcione, sin embargo, debe haber un fármaco ya existente, quizá utilizado para otra enfermedad, que pueda usarse para tratar a unos pocos pacientes de cáncer con la "mutación correcta". El nuevo estudio puede ampliar el número de mutaciones tratables, lo que a largo plazo permitirá ofrecer terapias más individualizadas a los pacientes.

"Para poder utilizar el análisis de mutaciones cancerígenas en la medicina de precisión se necesita mucha información genética sobre cada paciente. Dado que ahora en Suecia se ofrece a todos los niños con tumores cerebrales un análisis de secuenciación del genoma completo, es decir, se cartografía todo el genoma del tumor, hay buenas posibilidades de seguir desarrollando el análisis en beneficio de los pacientes", afirma Forsberg-Nilsson