Medio centenar de trabajadores del servicio de Emergencias se ha concentrado este jueves en la plaza de Gipuzkoa para denunciar la falta de recursos con los que cuentan para responder a una demanda ciudadana incesante. En el centro coordinador de territorio trabajan habitualmente dos médicos y una enfermera, pero este verano viene siendo habitual prestar servicio “con un solo médico, y a veces no tenemos ni Enfermería”, según ha denunciado a este periódico Ruth Salaberria, médico de Emergencias y delegada de ESK.
El colectivo, que además está cubriendo las llamadas del centro coordinador de Araba, asegura que “no hay previsto ningún plan estratégico” dentro de esta organización, encargada de realizar la coordinación de las urgencias hospitalarias y la asistencia sanitaria de emergencias en la CAV. Salaberria explica las consecuencias de esa falta de recursos en el día a día.
“Entre nuestros cometidos está atender las llamadas emergentes que entran por el 112 o bien por el teléfono de urgencias de Osakidetza. Tras recibir la alerta, debemos decidir qué recurso mandar. El problema es que no llegamos, y estamos hablando de llamadas vitales”, alerta la médico, que lleva ocho años en el servicio.
Servicios míninos
Los trabajadores denuncian que no se están cubriendo los servicios mínimos, a pesar de tratarse de un servicio esencial, y critican el “hermetismo” de Osakidetza, a cuya dirección han trasladado sus quejas sin haber llegado a un acuerdo para solucionar la situación. “No se está cubriendo la falta de personal, y muchas veces hemos tenido que venir de vacaciones para hacer guardias extra. Hay una falta de cobertura que es el resultado de años de maltrato a nuestro personal”, censura la portavoz de los trabajadores.
“La jefatura ha desatendido este servicio, y la gente se ha ido yendo. ¿Por qué? El calendario de julio, por ejemplo, lo recibimos a finales de junio, lo que hace imposible la conciliación familiar”, critica Salaberria. “Tampoco sabemos qué va a pasar con el centro coordinador de Gipuzkoa, si nos van a cambiar de edificio o no, ni la solución que le van a dar a Araba, donde ahora mismo no hay ningún médico del territorio para responder a esas llamadas. Lo que no puede ser es que te pongan la musiquita de espera ante una llamada vital porque no hay nadie al otro lado”, critican.
El colectivo se muestra molesto tras la comparecencia el mes pasado en la Comisión de Salud del Parlamento Vasco del director gerente del servicio de Emergencias, Óscar Aller. “Si no son capaces de gestionar esto, que se vayan. Nos parece lamentable ver que el trabajo se reduce a datos estadísticos totalmente sesgados, con explicaciones sobre la actividad que no se ajustan a la realidad”, denuncian los trabajadores.