El nuevo modelo de atención que deja atrás definitivamente el centro residencial tradicional para convertir el espacio en lo más parecido a un hogar es ya una realidad en Usurbil, municipio que se coloca a la vanguardia en Euskadi con unas instalaciones que anticipan lo que poco a poco irá convirtiéndose en una realidad en el futuro más inmediato. Un total de 80 personas del centro residencial de Fraisoro estrenarán a partir del lunes las nuevas unidades de convivencia de Egurtzegi, que paulatinamente irán dando cabida a un total de 127 personas repartidas en 110 alojamientos.

Todas ellas encuentran aquí lo más parecido a su propia casa. Es la primera impresión que ofrece el acceso al complejo, distribuído en cuatro edificios conectados, que al mismo tiempo funcionan de manera independiente. “En Egurtzegi no se habla de habitaciones sino de viviendas”, expresa a modo de presentación la directora del centro, Jaione Artieda, que ha intervenido en la inauguración oficial del complejo junto a la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, la alcaldesa de Usurbil, Agurtzane Solabarrieta y Mari Carmen Garmendia, presidenta de Matiza Fundazioa.

Egurtzegi se inspira en diversas experiencias e investigaciones del patronato, siguiendo el principio de un modelo de atención centrado en la persona. Se trata de un ejemplo de colaboración público-privada con la implicación del tejido asociativo del municipio, lo que favorece la creación de un “ecosistema de cuidados” del que tanto se viene hablando en los últimos tiempos.

El complejo cuenta con 6,4 millones de euros de financiación por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa a través del convenio de colaboración firmado entre Matia y la entidad foral (2,8 millones), y con fondos europeos (3,6 millones) procedentes del plan de recuperación que gestiona la misma Diputación.

"Vivir como en casa"

Este periódico visita las instalaciones de la mano de Sebas Cárdenas, responsable de Infraestructuras de la fundación. Accedemos a una de las salas de las siete unidades de convivencia repartidas en varias plantas. “El lunes entrarán más de 80 personas usuarias que actualmente están en Fraisoro, y en las próximas semanas lo irá haciendo el resto”, avanza.

Una chimenea eléctrica junto a dos butacas anticipa un diseño arquitectónico en el que abunda la piedra y la madera, y que garantiza “vivir como en casa”. La primera impresión es similar a la que puede ofrecer un hotel. La amplia sala, de uso compartido para 19 personas, cuenta con una cocina y mobiliario doméstico.

Cárdenas explica que cuatro unidades de convivencia están dirigidas a personas mayores con dependencia, otras dos tienen un perfil psicogeriátrico, y una séptima está diseñada para personas con diversidad funcional. Hay además con dos unidades, cada una de ellas para veinte personas. Todas las plazas están concertadas con la Diputación Foral de Gipuzkoa.

En su segundo acto oficial como diputada general del territorio, Eider Mendoza ha subrayado que las nuevas unidades de convivencia van a convertirse en un referente. “Gipuzkoa es un territorio pionero en su modelo de cuidado a las personas, y dentro de él Matia se coloca en la vanguardia, con un modelo basado en las necesidades de las personas”, ha indicado.