El anuncio del Gobierno Vasco de reservar hasta 110 ubicaciones en Euskadi para albergar parques eólicos y fotovoltaico ha sido recibido con cierto temor entre los baserritarras. Ante la aprobación del Plan Territorial Sectorial (PTS) de las Energías Renovables la pasada semana, Enba, Euskal Nekazarien Batasuna, ha realizado un informe con el objetivo de “posicionarse como sindicato”, proponer una serie de pautas bajo criterios agrológicos y alimentarios y pedir que se les tenga en cuenta a la hora de decidir la mejor ubicación de las instalaciones energéticas.

Hay preocupación por lo que nos viene. En todos los Ayuntamientos, da igual del partido político que sea, se están planteando proyectos energéticos”, ha confesado este jueves Xabier Iraola, coordinador de Enba, acompañado por Iñaki Goenaga, Carlos Ibarrondo e Iñigo Bilbao, presidentes de la asociación en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, respectivamente. Ante esta situación, los baserritarras han querido realizar una reflexión interna y posicionarse públicamente con una serie de pautas.

Entre las propuestas recogidas en el documento titulado Compatibilizando la soberanía alimentaria y energéticas de Euskal Herria, los baserritarras solicitan que en todas las tierras consideradas por el PTS se priorice el uso agrario y que en el momento de ubicar las instalaciones energéticas se prime el uso de tierras no agrarias. Además, apuntan, la producción de alimentos deberá contar con la calificación de actividad de interés general en las diferentes normativas.

A la hora de impulsar las instalaciones, el colectivo recuerda que se deberá tomar en consideración tanto su tamaño como su dimensión, priorizando el autoconsumo y las comunidades energéticas. También la dimensión de las infraestructuras, como la altura de los molinos eólicos, y su cercanía a los caseríos para “no perjudicar la calidad de vida de los habitantes del entorno rural”.

En el momento de optar por alguna de las alternativas, Enba pide, además, que el coste económico nunca sea el criterio principal, ya que así se anula toda protección de tierras agrarias recogidas en leyes y normativas. Asimismo, propone que se incluyan zonas de excepción para aquellas tierras calificadas como suelos de alto valor agrológico y para aquellas que, por su pendiente reducida, sean praderas o fincas maquinables.

Al hilo de esto, apuntan que deberían priorizarse las tierras que forman parte del inventario de suelos potencialmente contaminados, gracias a lo que se impulsaría su recuperación. De igual manera, deberían primarse los suelos artificializados evitando la artificialización de más tierras.

Por todo ello, los baserritarras afirman estar “dispuestos a colaborar” con instituciones y promotores “en la tarea de decidir la mejor ubicación de las instalaciones energéticas y sus infraestructuras”, así como para proponer alternativas de ubicación.

Por último, creen que “al impulsar las energías renovables se debería priorizar la biomasa forestal” y, de este modo, promover, al mismo tiempo, la industria de la biomasa. “Asimismo, creemos que la energía para los sistemas de calefacción de los edificios institucionales debiera ser la biomasa forestal”, apuntan.

“Se está gastando la tierra”

Según ha indicado Iraola, estas pautas han sido elaboradas bajo criterios agrológicos y alimentarios y buscan complementarse con las ecológicas. “Se está gastando toda la tierra que tenemos en infraestructuras, ya sean autovías o autopistas, pabellones industriales, el TAV... Si la tierra se acaba no podremos hacer alimentos”, ha afirmado Ibarrondo.

Este documento será enviado a todas las instituciones públicas –Gobierno Vasco, Gobierno español, las tres Diputaciones y los Ayuntamientos vascos– y servirá como “guía para hacer enmiendas y alegaciones” al PTS, cuyo visto bueno definitivo está previsto para dentro de un año.

“En algunos pueblos ya tenemos proyectos en marcha y cada vez va a haber más. Queremos dar nuestra opinión y proponer una serie de pautas para que se nos tome en consideración”, han afirmado los miembros de Enba, que no han querido entrar a valorar zonas específicas que podrían ser conflictivas.

En su Plan Territorial Sectorial de las Energías Renovables, el Gobierno Vasco ha definido 110 ubicaciones en Euskadi como favorables a albergar una instalación energética, de las que 19 se corresponden a Gipuzkoa. Esta cifra supone el 1% de toda la CAV, aunque el porcentaje finalmente se reducirá, ya que no todas las opciones serán tramitadas.