La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha reclamado este jueves en Donostia un cambio de modelo en la atención primaria en el Estado, adaptado a los nuevos tiempos y en los cambios de la sociedad y enfocado hacia una atención especializada y personalizada.

La confederación sanitaria ha dado a conocer su visión en la presentación de su XLIII congreso, organizado por la federación vasca, Osatzen, y que se celebra entre este jueves y sábado en el Kursaal bajo el título Arraun, en referencia a la necesidad de trabajar en equipo en este área de salud. Han participado en el acto la presidenta de la semFYC, Remedios Martín; el presidente de Osatzen, Gorka Maiz; la coordinadora del comité científico del congreso, Itziar Vergara; y la coordinadora del comité organizador, Raquel González.

Las jornadas se han organizado alrededor de tres ejes: investigación, clínica y gestión. Es la primera vez que la labor investigadora tiene un papel tan fundamental en este congreso; y es que se puede pensar que es una acción más relevante en otras especialidades médicas, pero González ha querido subrayar su valor en la atención primaria y la conveniencia de incluirlo dentro de las horas de trabajo de las profesionales. Porque, hasta ahora, las doctoras en medicina familiar se han dedicado a esta labor fuera de las horas de trabajo.

La sanidad ha tenido un interés creciente en la ciudadanía durante los últimos años. Según una encuesta del CIS de este 2023, un 3,3% de personas a nivel estatal ha nombrado éste como uno de los diez temas que más le preocupan, respecto al 2,7% de 2017. Además, entre quienes la han nombrado, para un 10% la sanidad es el tema más importante, versus un 5,7% en 2017.

Este incremento puede tener su origen en la pandemia, que hizo que la población estuviera más pendiente y en mayor contacto con la comunidad sanitaria. El covid también ha sido el argumento utilizado por la autoridades para explicar la saturación que sufre la atención primaria; sin embargo, Maiz ha advertido que “no podemos pensar que la situación actual responde sólo al periodo que ha habido durante la pandemia. Ha acentuado un problema ya previo, que era estructural y que es progresivo”.

Las expertas achacan parte estas dificultades a la organización estructural actual, que no se ajusta con la realidad de hoy en día. “Nuestro modelo, tal y como está, está agotado”, ha afirmado Martín, que insistió en la personalización de los cuidados y en que cada paciente tenga no sólo una médica adjudicada, sino que también una enfermera y una administrativa, algo que ya se asigna en algunos centros vascos de salud. Maiz ha señalado que estas tres figuras profesionales son la tríada imprescindible que se encarga del correcto funcionamiento de los centros de atención primaria

Además, la presidenta de la semFYC ha incidido en la importancia de aplicar ese nuevo modelo de gestión que reivindican desde la confederación, que aboga por una mayor autonomía y autogestión de estos espacios sanitarios, que deberían contar con su propia gerencia y no estar supeditados a ningún hospital. En ese sentido, Maiz ha criticado el sistema que se aplica en la CAV, que con la creación de los OSIs y la organización a través de estas entidades se “ha diluido la atención primaria”.

Parte del montaje del XLIII Congreso de la semFYC Javier Etxezarreta/EFE

Otras de las reclamaciones de la semFYC es la de que las y los profesionales de medicina familiar puedan solicitar y autorizar un mayor número de pruebas diagnósticas, que agilice los procesos y rebaje la dependencia de los centros hospitalarios. Algo que Martín ha informado que se ha acordado recientemente con el Ministerio de Sanidad, que ha aceptado ampliar la cartera de muestras.

Otro punto crítico en este sector es la carga de trabajo de las médicas y médicos y la percepción que evoca de una menor o peor atención a las pacientes. No obstante, Maiz ha negado este respecto y ha argumentado que, entre 2017 y 2023, la actividad médica en centros de atención primaria ha aumentado en un 12,7%, mientras que el personal se ha incrementado únicamente en un 1,7%, lo que ha podido provocar esa “sobrecarga”.

Plazas MIR que no acaban de cubrirse

En ese delicado clima han llegado los datos de la adjudicación de plazas de Médico Interno Residente (MIR), que se han llevado a cabo durante las últimas semanas. De los 8.550 puestos ofertados en todo el Estado en todas las especialidades, 2.455 eran de medicina familiar, 119 más que el año pasado. Algunas comunidades autónomas, que son quienes deciden cuántas plazas ofrecer, aumentaron el número en este campo argumentando la intención de desaturar la atención primaria. Sin embargo, 202 de estos casi 2.500 puestos han quedado desiertos, sobre todo en el ámbito rural, si bien en la CAV se han cubierto todos

Martín ha apuntado que este entorno geográfico no resulta lo suficientemente “atractivo” para las jóvenes profesionales, que buscan un trabajo de proximidad y en un lugar que tenga una amplia oferta cultural y de ocio. También ha señalado que para que el número de personas interesadas sea mayor, la atención primaria tiene que tener mayor presencia en las universidades y crear así la vocación en la etapa estudiantil. Por su parte, Maiz ha planteado que “no es que no haya profesionales; en todo caso, no hay profesionales dispuestos a trabajar con el modelo y en las condiciones de trabajo actuales”.

Con vistas puestas a un futuro que ya está aquí, y para avanzar en un sistema de mayor calidad, la presidenta de la semFYC ha insistido en la importancia de enseñar educación para la salud a la ciudadanía, para que así sepan identificar cómo proceder ante cada posible inconveniencia. Asimismo, ha afirmado que las nuevas tecnologías seguirán acompañando a la asistencia presencial y que las citas por internet “vienen para quedarse”. Respecto a la nueva generación de médicos y médicas, que viene para relevar la primera generación de profesionales especializados en medicina familiar, que ya empiezan a jubilarse, ha indicado que los contratos mixtos, flexibles y adaptados a la situación de estas personas jóvenes serán esenciales para correcto funcionamiento de una sanidad pública de calidad.