Las obras empezaron en otoño y ya están con un halo de duda e incertidumbre. Las tensiones financieras y “deudas” que acumula la constructora Murias del grupo Urbas tienen en alerta al Departamento de Educación del Gobierno Vasco, el promotor del centro de investigación Ikerbasque que se está ejecutando en el campus de la UPV/EHU de Ibaeta, en Donostia: una obra que fue presentada en mayo de 2022 con una representación institucional de máximo nivel y posteriormente le fue adjudicada al grupo Urbas por 11,5 millones.
La situación a día de hoy es que la constructora Murias, según alerta el sindicato ELA, tiene “deudas con un montón de subcontratas de pequeño y mediano tamaño y proveedores. Ya nadie quiere trabajar para ellos, porque deben un montón de dinero a empresas del territorio y de fuera”, asegura Igor San José, responsable de la Construcción de la central sindical, quien asegura tener conocimiento de impagos a más empresas y por cuantías superiores al millón de euros en algunos casos.
"Deben dinero a un montón de empresas y nadie quiere trabajar para ellos, ni suministrarles material. La obra tiene los días contados"
La ralentización de los trabajos del centro de investigación de Ikerbasque en Ibaeta parece evidente a pie de obra, pero el sindicato abertzale va más allá: “Es claro que esta obra tiene los días contados y lo están maquillando con unos pocos empleados paseando dos máquinas. Estas obras se hacen con subcontratas y éstas ya no quieren trabajar para Murias y los proveedores tampoco les suministran material”, explica San José. Una pancarta de ELA alerta desde ayer en la obra: Grupo Urbas, zorrak ordaindu.
El sindicato confirma que los trabajadores de la propia Murias sí están al día en sus nóminas, pero su empresa lo hace “a costa de no pagar a subcontratas y proveedores”. Y esta situación ha desembocado en que sean estas últimas quienes estén en problemas o al borde del cierre.
El detonante
Una de estas subcontratas que padece los impagos, una firma guipuzcoana con amplia experiencia en el sector de la construcción, se encuentra en “situación crítica” por incumplimientos precisamente de dos empresas del grupo Urbas, que es el contratista del centro de investigación de Ikerbasque. Entre ambas le deben “404.000 euros” de una veintena de obras realizadas o en ejecución.
Responsables de Murias, Construcciones Urrutia y altos representantes del grupo Urbas, se han reunido esta misma semana de forma telemática con algunas de estas empresas a las que deben dinero, pero siguen sin ofrecer ninguna garantía de pago, al menos a la empresa mencionada, según ha podido saber este periódico.
El sindicato ELA solicitó ayer mismo al Consejo de Relaciones Laborales (CRL) que convoque a todas las partes a una reunión, incluidos los promotores públicos. La cita se ha fijado para el próximo miércoles. “Les pido a las administraciones que tienen que paralizar los pagos hasta que se solucione esta situación”, dice San José.
Urbas acaba de comprar una cantera valorada en 1.000 millones de euros y aspira a adquirir Abengoa, mientras sus filiales "deben dinero"
La obra de Ibaeta es solo la fachada de este agujero con ramificaciones en Usurbil, Lasarte-Oria y Bizkaia. Una situación que se arrastra durante meses.
No resulta fácil de entender, pero las cosas son así: el grupo Urbas acaba de anunciar esta esta misma semana la compra de una mina de mármol valorada en 1.000 millones de euros en la localidad murciana de Mula. También se postula como candidato para adquirir la que estuvo cotizada en el Ibex35 Abengoa. Sin embargo, dos de sus filiales, Murias en Gipuzkoa, y Construcciones Urrutia en Bizkaia, “no pagan a proveedores y subcontratas” a las que recurren para realizar obras.
De Garellano a Usurbil
Fuentes oficiales del grupo Urbas en Euskadi han asegurado a NOTICIAS DE GIPUZKOA “ahora mismo no hay ningún problema de financiación de ninguna de las constructoras” del grupo, aunque admiten que “puede ser” haya algún “problema de tesorería” que, en todo caso, “no es un problema generalizado que de repente vaya a conllevar una paralización de las obras del grupo”.
Urbas admite que alguna de sus filiales podría tener "algún problema de tesorería", pero descarta paralizaciones generalizadas
Precisamente, Construcciones Urrutia está abriendo informativos esta semana por la situación de varias obras en Bizkaia. Ayer mismo, la torre de viviendas más alta en construcción de Euskadi (torre Anboto), en Garellano (Bilbao), era noticia porque el promotor ha decidido rescindir su contrato con Construcciones Urrutia, después de que esta le pidiese cinco millones de euros más de lo acordado para continuar con la obra. La constructora alega un alza en el precio de los materiales. Urbas asegura que la rescisión del contrato no se ha producido formalmente todavía e insiste en negociar.
Murias pertenece al mismo grupo que Construcciones Urrutia, la firma que ha paralizado las obras de la torre Anboto en Bilbao
Según ha podido acreditar ELA, parte del dinero que adeuda Construcciones Urrutia a la subcontrata citada corresponde a obras realizadas en Garellano. El sindicato se personó en este caso, porque la subcontrata en situación crítica, con una “trayectoria intachable”, comenzó con “atrasos en las nóminas” y “adeudando dietas y horas extras” a sus trabajadores. Están afectados “unos 35 en total”. La situación ahora es que se “adeuda 2,5 salarios a la plantilla”. En total se les deben “unos 250.000 euros” y los empleados “han dicho hasta aquí hemos llegado”, explica San José.
Si el conglomerado de Urbas hiciese frente a sus obligaciones con esta subcontrata, el problema estaría resuelto. Solo Murias tiene pendientes de pago 285.000 euros a esta empresa con sede en Gipuzkoa, según ELA. Y 110.000 de ellos corresponden al impago de las obras realizadas hace unos meses en el centro cívico Txirikorda de Usurbil, que está a punto de inaugurarse.
El Ayuntamiento de Usurbil se ha visto salpicado por las tensiones financieras de Urbas en las obras de su centro cívico y la urbanización Ugartondo
El responsable de la Construcción de ELA en Gipuzkoa, Igor San José, se ha puesto en contacto esta misma semana con su alcaldesa, Agurtzane Solaberrieta, a quien ha comunicado la situación. San José le ha solicitado que el Ayuntamiento congele las cantidades pendientes de abono a Murias y manifiesta que “es inaceptable que se inaugure este centro social cuando se adeuda a los trabajadores lo que han ejecutado”.
El responsable sindical defiende que si el contratista que se adjudicó las obras no paga, el Ayuntamiento, como promotor, debería hacerse cargo de ello. “La situación es límite. Los propios trabajadores dicen que si no se les paga, están dispuestos a ir a desmontar el trabajo que no se les ha pagado”, añade el sindicalista.
El paraguas de Urbas
La llave de apertura de este callejón sin aparente salida la tiene Urbas y su capacidad financiera, si la hay. Txirikorda fue adjudicado a Murias por 1.953.312,02 euros y la propia constructora solicitó y justificó una ampliación al alza de 30.000 euros recientemente, lo que llevó el pasado septiembre al Pleno municipal a tener que aprobar la modificación del contrato para satisfacer esa petición.
Sin embargo, la subcontrata a la que se le adeudan 110.000 euros no ha visto un euro por su trabajo. Y por si fuera poco, la urbanización Ugartondo de Usurbil, donde se integra Txirikorda, se le adjudicó también a Jauregizar, otra firma del grupo Urbas. Esta obra también podría verse afectada, según ha podido saber este periódico. Las obras allí también se han frenado.
No obstante, el foco ahora está en las obras del centro de Ikerbasque. Y más, tras los problemas financieros de Construcciones Urrutia en Bizkaia, ya evidentes y descontrolados. El paraguas de Urbas no ha evitado que Urrutia paralice obras de cientos de viviendas en Bizkaia. ¿Podrá conseguir que Murias saque adelante el centro de Ibaeta?
La resolución del contrato en la obra de Ikerbasque en Donostia está sobre la mesa y va ganando peso con la sucesión de acontecimientos
Acreditadas fuentes del sector consultadas por este periódico no descartan que se esté valorando ya una solución de urgencia por si Murias colapsa y no puede ejecutar la obra. La resolución del contrato es una opción que está sobre la mesa y va ganando enteros a medida que se suceden los acontecimientos.
ELA asegura que el grupo Urbas ha ofrecido productos financieros en vez de dinero a algunas de estas empresas a las que sus filiales no han pagado sus trabajos: “Les aprietan para que adquieran bonos que se convierten en acciones dentro de siete meses”.
Igor San José (ELA) asegura que estas prácticas están haciendo que “empresas históricas, pequeñas y medianas, tengan que bajar la persiana por las deudas que tiene Murias desde el momento que ha entrado con Urbas” (2020) y pone en alerta las obras que se han adjudicado a este grupo financiero.
El eje de la investigación cuántica
El edificio en construcción está diseñado y pensado para ofrecer un espacio de 6.000 metros cuadrados dedicados a la investigación básica o fundamental y albergará 80 laboratorios con un total de 300 investigadores en áreas tales como la computación cuántica, la neutrónica, supercomputación, química avanzada, nuevos materiales y polímeros. Se trata de un elemento estratégico en la apuesta guipuzcoana por las tecnologías cuánticas y la investigación avanzada. En el nuevo edificio, cuyas obras está previsto que duren dos años, se ubicarán grupos científicos de Euskadi que trabajan en los ámbitos de investigación estratégica IKUR impulsados por el Gobierno Vasco.