!A un euro señoras y señores, a un euro la mesilla, la estantería y la cama!. Así podría vender muebles Lufe las piezas que ha llevado al mercado de La Bretxa de Donostia para mostrarlas y para que quien hasta allí se acerque participe en su sorteo.

La empresa de Aizarnazabal, bautizada en su día como “el Ikea vasco”, ha resultado ser un fenómeno a todos los niveles. Y es que incluso cuando lanza una campaña o una iniciativa a través de su web, la respuesta del público es tan inmediata y masiva que consigue bloquearla.

Así ha pasado con el sorteo de muebles a un euro, que se puso en marcha el martes y que finalizará el día 17 del mes en curso, el sorteo se hará el día 21, y para el que a media tarde de ayer se habían recogido más de 50.000 solicitudes, lo que en la tómbola Antojitos serían cupones.

Estáa siendo tal el éxito que en algunos momentos ha resultado complicado poder cargar la página para participar. Y es que es difícil resistirse a la llamada de unos muebles de madera que desde Lufe piden a los compradores que “salven” porque han sido rechazados por los clientes..

Imagen del interior de la exposición de los muebles que se sortean Iker Azurmendi

En el listado de piezas se incluyen bancos, percheros, escritorios , espejos, estanterías o revisteros, que quienes iban a ser sus dueños rechazaron por tener una veta que no les gustaba, por “no ser igual que en Instagram” u otros motivos, como la esgrimida por una de las personas compradoras a la que un nudo de la madera le evocaba a un miembro viril, de ahí que el equipo de Lufe la haya bautizado como “mesa pene”.

Lufe pide para estos muebles una segunda oportunidad que los compradores parecen más que dispuestos a dar.

Hasta el sábado, en un expositor situado en el acceso al mercado tradicional de La Bretxa, las personas interesadas en hacerse con alguno de los muebles a un euro que sortea Lufe puede conocerlos en vivo y en directo.

Si les interesa alguno pueden participar en el sorteo de dos formas: con ayuda de las personas que atienden el stand, que pueden realizar la inscripción, o directamente accediendo a la web de Lufe.

De un modo u otro se puede pedir tomar parte en el sorteo de las piezas que resulten más interesantes o, como en el caso de María, pedir que se le inscriba “a todas”.

Las personas afortunadas, una vez llevan el mueble a casa, pueden dejarlo como está, opción más habitual, o pintarlo y barnizarlo.

Todas las piezas han sido elaboradas con pino insignis, procedentes de “bosques sostenibles”.

Al elaborar los muebles, que principalmente se comercializan “en Madrid o Barcelona”, los “nudos muertos o secos ”se descartan", y se trabaja “sobre lo fresco”. Pero, en ocasiones, la madera muestra su personalidad y asoman nudos que algunos clientes no quieren ver. “La naturaleza es así”, explican desde Lufe.

Los muebles que se sortean en la bautizada como “la tienda de los muebles feos”, que pretende “poner en valor la madera natural y el consumo responsable”, son “perfectos ejemplos de la caprichosa estética de la naturaleza”.