Otro de los puntos sensibles en la negociación es la dirección médica, ahora en manos de Ana Bustinduy. El colectivo de médicos críticos no cuestiona, por el momento, la autoridad del nuevo gerente, Agustín Aguirre, pese al encontronazo aireado a finales de diciembre, pero sí ha reiterado la necesidad de apostar por un director o directora médico de la casa. Sin mencionarla, se está cuestionando el nombramiento de Ana Bustinduy el pasado diciembre en sustitución de Idoia Gurrutxaga, para quien también se reclama un puesto acorde a sus “capacidades” y “méritos”.

Gurrutxaga, que ejerció de directora médica del HUD durante diez años hasta el pasado 2 de diciembre, ejerce actualmente labores de triaje en Urgencias, clasificando los pacientes que llegan al servicio en función de su gravedad. Su anterior puesto de trabajo antes de ser nombrada directora médica.

De las declaraciones de los jefes de servicio se desprende, por tanto, que el puesto de dirección médica del HUD está todavía sobre la mesa de negociación, si bien es cierto que “no hay de momento una persona que esté dispuesta a asumir la dirección médica del Hospital Donostia”, llegó a reconocer el propio López de Munain en sus declaraciones de ayer.

No obstante, el portavoz médico no perdió la ocasión de decir que “la resultante de este proceso tiene que incluir una dirección médica que conozca bien el hospital, porque llegar a entender los entresijos organizativos puede llevar más de un año y eso es mucho tiempo para un hospital que está a pleno rendimiento los 365 días”.

Esta posición negociadora por parte de los médicos críticos no es baladí y probablemente esconde otras consideraciones. Bustinduy, de hecho, no es desconocedora del HUD, donde ya ejerció un puesto de responsabilidad, como directora de integración en una etapa previa. De hecho, la dirección médica del hospital es un puesto clave en esta tesitura, más aún tras esta crisis, ya que de ella dependen los propios jefes de servicio; y por eso puede ser un elemento importante.