El Defensor del Paciente ha denunciado que en Osakidetza "los problemas se multiplican" al mismo ritmo que en otras autonomías a pesar de que es la comunidad que más dinero destina a Sanidad y lo achaca a "los múltiples errores de gestión del Departamento de Salud".

En su informe anual, el Defensor del Paciente, asociación que defiende los derechos de los enfermos especialmente ante casos de negligencias médicas, detalla que en 2022 recibió en Euskadi 421 quejas, de las cuales 35 tuvieron como consecuencia el fallecimiento del enfermo.

Con respecto a 2021 hubo 11 denuncias más, es decir un 2,5 % de incremento. La mayor parte de las quejas se dieron en Bizkaia (252), seguida de Gipuzkoa (134), y de Álava (35), y los hospitales que acumularon más denuncias fueron el de Cruces, el de Donostia y el de Galdakao.

Las listas de espera quirúrgica sumaron a cierre del año 22.277 pacientes y los días de demora para ser operado en Euskadi fueron 64, la cifra más baja de todo el Estado español. El servicio de traumatología fue el que acumuló un mayor retraso, seguido de oftalmología y cirugía general.

LOS PROBLEMAS SE ACUMULAN

Sin embargo, el Defensor del Paciente alerta del aumento de problemas en Osakidetza a pesar de que el Gobierno vasco invierte 2.015 euros por habitante en Sanidad, frente a los 1.284 euros de la Comunidad de Madrid.

"Y sin embargo los problemas se acumulan. Habremos de concluir que la clave se halla en los múltiples errores de gestión del Departamento de Salud vasco", acusa esta organización.

Destaca que "los ciudadanos vascos, que consideraron siempre con orgullo a Osakidetza como el buque insignia de su autonomía, han tenido que soportar en los últimos tiempos episodios oscuros como el llamado 'caso Margüello' (contratación irregular de servicios sanitarios entre el Departamento de Salud y varias empresas vinculadas al jefe de Calidad del Hospital de Cruces), el fraude en las oposiciones a Osakidetza, o la vacunación irregular de cargos políticos al inicio de la pandemia del covid-19".

Además "se enfrentan ahora con un enfado comprensible al deterioro de la calidad asistencial para el que ya no caben excusas pandémicas", continúa el Defensor del Paciente.

Opina que "este menoscabo es producto de la imprevisión y la creciente escasez de profesionales ante la falta de planificación del Departamento de Salud que parece enterarse por la prensa de que el 27 % de los facultativos de Atención Primaria supera los 60 años y de que este próximo año se jubilarán 330 médicos para los que no se ha dispuesto un relevo suficiente".

LA CRISIS DEL HOSPITAL DONOSTIA

Explica que a todo ello se suma lo ocurrido en las últimas semanas de 2022, "una crisis sin precedentes a raíz del cese de las dos máximas responsables de OSI Donostialdea a lo que se añade la carta abierta de treinta jefes de servicio donostiarras exigiendo la dimisión de la dirección general de Osakidetza".

Todo ello se pone de manifiesto en esta memoria anual en la que explica que en el conjunto del Estado español se recibieron a lo largo del año pasado 13.611 quejas por negligencias, 455 más que en 2021, de las cuales 699 se relacionaron con la muerte de los pacientes, 71 más.

La mayoría de las reclamaciones estaban relacionadas con listas de espera, seguido de las urgencias, la cirugía general, traumatología, ginecología y obstetricia.

En Euskadi, las quejas se centraron en las especialidades de cirugía general, traumatología, urgencias, las listas de espera y ginecología y obstetricia.

En su informe, el Defensor del Paciente pide la grabación de las intervenciones quirúrgicas porque supondría "una garantía indispensable" para los pacientes.