La vuelta a casa de la veintena de familias desalojadas del edificio de Pasai Antxo tendrá que esperar. Aunque en un principio se estimaba que el pilar dañado pudiese contar desde este lunes con una estructura de hierro que evitase un posible desprendimiento, esta pieza no estará colocada hasta el miércoles o el jueves. Una vez se haga, habrá que esperar al informe favorable de los arquitectos, por lo que los vecinos no podrán regresar a sus hogares hasta, como pronto, el viernes. Mientras tanto, los 42 vecinos afectados seguirán repartidos entre casas de familiares y hoteles de Oarsoaldea.

El fallo estructural en el número 6 de la calle Blas de Lezo del distrito pasaitarra estará definitivamente afianzado esta semana. La pieza de hierro que asegurará el pilar dañado está siendo fabricada por un herrero, que ha acudido este lunes al portal afectado para coger las medidas. De este modo, no se prevé que los trabajos de instalación de la estructura comiencen hasta el miércoles por la tarde. 

Así lo ha confirmado a este periódico la alcaldesa de Pasaia, Izaskun Gómez, quien ha apuntado que, una vez este fijada la pieza, habrá que esperar al informe de los arquitectos para determinar si los vecinos pueden regresar a sus hogares. En caso de que el dictamen sea favorable, las familias podrían volver el mismo viernes a sus viviendas. De lo contrario, tendrán que esperar a la próxima semana.

En total, en estos momentos hay 42 personas desalojadas de sus casas desde el pasado viernes, día de Reyes, por la tarde, cuando uno de los pilares del edificio cedió, afectando principalmente a los dos primeros pisos del bloque. Los arquitectos municipales determinaron que las familias no podía volver a sus hogares ante el riesgo de desprendimiento, por lo que fueron realojados en la casa de cultura del municipio. Desde entonces, una veintena de personas han sido trasladadas a dos hoteles de Oarsoaldea, mientras que el resto han sido acogidos por familiares y amigos.

En este tiempo, únicamente han podido acceder en dos momentos a sus casas. La primera el mismo viernes para recoger pertenencias básicas, medicamentos y mascotas; y una segunda el domingo por la mañana, cuando pudieron entrar de forma escalonada para hacerse con más ropa.

El perímetro de seguridad establecido el viernes por la Policía Municipal continuará los próximos días. El edificio sigue, asimismo, recubierto por andamios, ya que en el momento de lo ocurrido se estaba renovando la fachada. No obstante, los arquitectos ya han rechazado la posibilidad de que estas obras hubiesen afectado al pilar de la estructura.