Nochebuena, Navidad, cenas de empresa, con amigos, Nochevieja, Año Nuevo... y todavía falta el roscón y la comilona de Reyes. Durante las fiestas navideñas se descuida la alimentación y se abandona la dieta equilibrada y la rutina de ejercicios, lo que acaba por pasar factura en la báscula. Las comidas de empresa, con los amigos y la familia hacen del periodo navideño una época de excesos. Por eso, según el estudio Salud física y mental en Navidad, realizado por Top Doctors.es, la plataforma online de especialistas médicos, más de la mitad de la población, incluidos los ciudadanos vascos, asegura engordar hasta tres kilos durante estas fechas, frente a un 44% que dice mantener el mismo peso.

Los kilos extras en la báscula se explican, a juicio de la experta Marta Gámez, porque durante las navidades hay un mayor número de compromisos sociales, lo que se traduce en un “exceso” de comidas ricas en calorías y agrupadas en un corto periodo de tiempo. Además, la gastronomía navideña tiene también un papel protagonista en el peso, pues se compone de productos “más atractivos” para el paladar, como son los dulces típicos y las recetas especiales ricas en azúcares y grasas. Además del alcohol, otro gran enemigo de la báscula.

Escenario de enfermedades

Las fiestas resultan difícilmente compatibles con unos hábitos saludables. “Hay que aprender a gestionar estos eventos sin que repercutan negativamente en nuestra salud. El exceso de peso es sinónimo de exceso de grasa corporal, lo que implica un estado de inflamación de bajo grado o, dicho de otra manera, el escenario perfecto para desarrollar enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, el depósito de grasa en las arterias o algunos tipos de cáncer”, afirma María Carmen Japaz Cancino, especialista en Nutrición y Dietética.

Para la doctora Japaz, “aportar grandes cantidades de comida nos oxida y nos inflama (aparte de sumarnos peso) y predispone a nuestro organismo a que enferme. Además, exacerba los problemas digestivos propios de quien padece reflujo gastroesofágico, gastritis, enfermedades inflamatorias intestinales, colon irritable, o alguna otra intolerancia alimentaria”, explica.

Previendo este aumento de peso, el ejercicio se convierte en un aliado para los ciudadanos. De hecho, el 31% asegura practicar actividad física antes y después, o solo después de las fechas navideñas para compensar los excesos. “Muchas personas pasan del todo permitido de las fiestas a comenzar una dieta tremendamente restrictiva en Año Nuevo, sin permitirse un gusto o capricho. Pero las enormes expectativas depositadas en la dieta y en el deporte condicionan nuestro fracaso”, apunta escéptica la doctora Japaz.