Donostia – El 68% de las 44 personas que fallecieron en accidentes de tráfico en Euskadi en 2022 pertenecían a los “colectivos vulnerables” de peatones, ciclistas y motoristas, cuando un año antes estas personas habían concentrado el 48% de los siniestros mortales.

La directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Sonia Díaz de Corcuera, dio a conocer ayer en Bilbao los datos de accidentalidad y movilidad de tráfico en Euskadi durante el pasado año, y puso de relieve el aumento de la siniestralidad en esos llamados “colectivos vulnerables”.

En 2022 perdieron la vida en accidentes de tráfico en las calles y carreteras vascas un total de 44 personas –dos más que en 2021–, 19 de ellas en sucesos registrados en vías urbanas y 25 en carreteras interurbanas. Un total de 10 eran mujeres y 34, hombres.

De este balance de tráfico sobresale el dato de que el pasado año se registraron 15 peatones fallecidos en accidentes, cuando en 2021 solo había muerto un viandante (fueron 13 en 2019). Los peatones concentran el 34% del total de fallecimientos.

Tras recordar que 2023 se inició con la muerte de un hombre de 87 años tras ser atropellado por un ciclista en una vía verde entre Ortuella y Trapagaran, en Bizkaia, Corcuera explicó que este tipo de accidentes afectan en buena medida a personas mayores y que la responsabilidad obedece en un 27% de los casos a que los peatones “cruzaron mal”, pero en el resto de los siniestros la culpa fue de los vehículos.

Además, de las 44 víctimas mortales registradas en 2022, catorce fueron motoristas, tres menos que los 17 fallecidos en 2021, y uno era un ciclista, uno más que los dos que fallecieron el pasado año y en 2020. Los demás fallecidos en las carreteras vascas eran ocupantes de automóviles.

Araba fue el único territorio vasco en el que descendió en 2022 el número de fallecidos en accidentes, con ocho personas (dos menos que en 2021), mientras en Bizkaia y Gipuzkoa fallecieron 18 personas en cada caso (dos más que el año precedente).

Las causas de los accidentes volvieron a ser “los tres asesinos de las carreteras”: las distracciones al volante, la velocidad inadecuada, y el consumo de alcohol y drogas.

La directora de Tráfico indicó que Euskadi ha entrado en una cierta “estabilización” de los fallecimientos en accidentes de tráfico en una “horquilla” situada entre las 40 y 45 personas, tras haber descendido la mortalidad este siglo de forma importante, ya que en el año 2000 hubo 218 personas fallecidas. En 2019, antes de la pandemia, hubo 51 fallecidos, y 38 en 2020, el año de las mayores limitaciones por el coronavirus.

Además, en un año en el que el número total de accidentes de tráfico en las carreteras vascas (7.354) bajó un 2% en relación con 2021 (un 13% menos que en 2019), se registraron 360 heridos graves, lo que supone un “descenso importante”, del 21%, respecto a los 455 lesionados de gravedad contabilizados en 2021.

Díaz de Corcuera destacó que los flujos de tráfico en las carreteras vascas recuperaron en 2022 los niveles de antes de la pandemia, incluso en algunas vías con datos superiores a los de 2019, aunque ello contrastó con una “leve” reducción en los accesos a las tres capitales (un 5,65% menos que en 2019 y un 4,38% menos que en 2021) debido “quizás” a la recuperación de la “confianza” de los usuarios en el transporte público y a sus bonificaciones.

Asimismo, especificó que la recuperación de los flujos de tráfico se ha debido también al aumento de tráfico en la muga, a la vuelta de la operación Paso del Estrecho y al incremento de vehículos en la conexión con Burgos y Madrid a través de la N-I.

La directora de Tráfico subrayó la importancia del “hito” del Pacto Vasco por la Seguridad Vial firmado en diciembre pasado por las instituciones vascas en el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía y reducir el número de siniestros.

También explicó que el programa del Gobierno Vasco Para ti no hay repuestos, dirigido a la comunidad escolar de Secundaria y emprendido en 2017, ha llegado a más de 40 estudiantes de 174 colegios de 63 localidades vascas.