La Audiencia de Gipuzkoa juzgará este lunes a cuatro individuos acusados de propinar una brutal paliza en una zona de bares de Donostia a un hombre que tuvo que permanecer cuatro días ingresado en el hospital y que posteriormente tardó 53 días en recuperarse de la agresión. La Fiscalía de Gipuzkoa pide cinco años de cárcel para tres de los imputados, por un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad, pena que aumenta hasta los seis años de prisión para el cuarto, al aplicarle también la agravante de reincidencia.

Al tratarse de ciudadanos extranjeros, el Ministerio Público demanda asimismo que, en caso de encontrarse en situación irregular en nuestro país, sean expulsados a sus lugares de origen cuando terminen de cumplir las penas que eventualmente se les impongan. Igualmente, solicita que, tras ser excarcelados, no puedan aproximarse al perjudicado ni comunicarse con él, y que le compensen solidariamente con un total de 12.278 euros por los días necesarios para su sanación, las secuelas padecidas y los gastos odontológicos asumidos, ya que la víctima perdió varias piezas dentales y requirió de un implante de hueso en la mandíbula.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron la madrugada del 9 de septiembre de 2016, cuando la víctima y un amigo suyo se vieron involucrados en una "acalorada discusión" con dos de los procesados en el interior de un pub, por lo que todos ellos fueron expulsados del local, si bien el desencuentro continuó en el exterior.

Ante el riesgo de que la disputa "se agravara", el perjudicado y su amigo se marcharon de allí, aunque la víctima optó finalmente por "refugiarse" en otro bar donde permaneció un tiempo hasta que, "en la creencia de que había despistado a sus agresores", decidió abandonarlo sobre las 3.30 horas. En ese instante, fue descubierto por los cuatro acusados, quienes le rodearon y "con la evidente finalidad de ocasionarle un menoscabo físico" presuntamente "empezaron a golpearle", puestos "de común acuerdo", mediante "puñetazos y patadas en la cabeza y en los brazos".

A raíz de la agresión, el damnificado sufrió "policontusiones, contusiones faciales, una herida incisa en la ceja izquierda y un hematoma periorbitario izquierdo con fractura no desplazada del suelo de la órbita izquierda", así como la rotura de los incisivos superiores y una "subluxación de la sutura frontozigomática izquierda", además de una herida en el labio inferior.

Estas lesiones le obligaron a permanecer cuatro días hospitalizado y requirió otros 53 para su completa sanación, a pesar de lo cual sufre diferentes secuelas como la pérdida traumática de dientes y una cicatriz en la ceja, entre otras.