El otoño de 2022, que comenzará el viernes, será más cálido de lo normal en toda España, sobre todo en la vertiente Mediterránea y en Baleares, y también en línea con la tendencia de los últimos meses, será más seco y menos lluvioso de lo normal, especialmente en el cuadrante noroeste peninsular, después del verano más caluroso desde que hay registros y el noveno más seco, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Durante la rueda de prensa estacional, la portavoz de la AEMET Beatriz Hervella ha destacado que además esta predicción estacional presenta una gran fiabilidad y robustez, puesto que la probabilidad está entre el 50 y el 70 por ciento y que esta tendencia cálida podría mantenerse también durante el inverno.

La portavoz de la AEMET Beatriz Hervella, ha señalado que esta predicción otoñal es más robusta para la vertiente mediterránea y Baleares y también observa una mayor probabilidad de que llueva menos de lo normal en el noroeste.

Igual que en España también se espera un trimestre más caluroso de lo normal en el resto de Europa y muy probablemente será muy cálido en el mediterráneo occidental y en el norte del continente. Asimismo, ve probable que sea más seco de lo normal en el mediterráneo oriental, y más lluvioso de lo habitual en los países escandinavos.

A ese respecto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha lamentado este pronóstico que apunta que el próximo trimestre será más caluroso de lo normal, aunque ha comentado que quizá en esta ocasión no juegue en contra "dadas las circunstancias del panorama energético actual".

Por su parte, el portavoz de la AEMET Rubén del Campo ha destacado que todo ello llega después del verano extremadamente cálido, el más caluroso hasta la fecha, ya que el trimestre junio, julio, agosto, ha alcanzado una temperatura media de 24 grados centígrados (ºC), es decir, 2,2ºC superior al promedio normal. De hecho, este ha sido el verano más cálido desde 1961, en 60 años y ha tenido 42 días de ola de calor.

"Se trató de un verano extremadamente cálido, el de mayor temperatura media de la serie histórica, superando por 0,4 ºC al de 2003, el más cálido hasta la fecha", ha subrayado Del Campo, que ha apuntado que si se hiciera caso de las reconstrucciones climáticas se podría decir que el verano de 2022 ha sido el más cálido en más de un siglo, al menos desde 1916.

En su conjunto, con tres olas de calor, el verano tuvo un carácter extremadamente cálido en prácticamente toda la Península, excepto en la costa de Galicia y de Asturias, en el extremo occidental de Andalucía y algunos puntos aislados, donde fue muy cálido. En las Islas Baleares fue extremadamente cálido en Mallorca y muy cálido en el resto de las islas, mientras que en Canarias mientras que en Canarias resultó en conjunto muy cálido.

Asimismo, ha subrayado que los datos constatan que los veranos son cada vez más cálidos y más largos en detrimento del otoño y, especialmente, de la primavera y ha añadido que esta es la primera vez que ocho veranos consecutivos superan los valores normales. En concreto, estima que desde los años 80 del siglo XX los veranos se han alargado diez días cada década.

Estas condiciones veraniegas se han prolongado más allá de los límites naturales de la estación puesto que el cuatrimestre mayo-agosto ha sido el más cálido y seco de toda la serie histórica y, además en septiembre se siguen batiendo récords. En este 2022, mayor fue muy cálido, como también lo está siendo la primera quincena de septiembre, que está registrando temperaturas muy altas e incluso superiores a 40ºC en el valle del Guadalquivir y cercanas a esa cifra en puntos del cantábrico oriental.

Del Campo ha indicado que "nunca antes" se habían registrado ocho años consecutivos más cálidos de lo normal y ha añadido que, al mismo tiempo, los meteorólogos observan como los climas áridos van avanzando en España a un ritmo anual de unos 1.500 kilómetros cuadrados al año desde mediados del siglo XX; el equivalente en cinco años a la extensión de la provincia de Málaga, en detrimento de los climas templados.

En total, en 40 estaciones principales el verano ha terminado con la temperatura media más alta de su serie y en otras 45, la media de las máximas diarias fue la más alta desde el comienzo de las observaciones, y en 33 la media de las mínimas fue también la más elevada de sus respectivas series.

Por meses, tras un mayo también cálida, el verano comenzó con el cuarto junio más cálido en 60 años (desde 1961), siguió con un julio extremadamente cálido, el julio más cálido desde que hay registros, con una temperatura 2,7ºC superior a la media y terminó con un agosto muy cálido, con 2ºC más que la media mensual que lo convierte en el segundo agosto más cálido de la serie.

Tres olas de calor

Durante el periodo estival se contabilizaron tres olas de calor: la primera, del 12 al 18 de junio, que es la segunda más temprana desde que hay registros; la segunda y más larga, del 9 al 26 de julio, fue "extraordinaria" en cuanto a duración (con dieciocho días, fue la segunda más larga de la serie) y extensión (afectó a 43 provincias, máximo histórico).

Del Campo indica que esa fue la ola de calor más intensa de todas las registradas en España y superó a la de agosto de 2021, que hasta ahora tenía el récord. La tercera ola de calor comenzó el 30 de julio y terminó el 30 de agosto y se situó como la tercera más duradera. "En total, España estuvo bajo ola de calor 42 jornadas, es decir, prácticamente la mitad de los días del verano, superando con creces el anterior récord de 29 días, ocurrido en 2015", ha analizado.

Junto con este calor extremo, las precipitaciones también fueron escasas, especialmente en junio y julio, ya que ambos meses fueron muy secos. Por su parte, agosto fue más o menos normal en cuanto a las lluvias, aunque la mayoría se recogieron en forma de tormentas, que fueron "muy adversas" en Cataluña, donde dejaron "la granizada de mayor tamaño" o en la Comunidad Valenciana a mediados de ese mes.

En definitiva, el verano, dejó apenas 48 litros por metro cuadrado acumulados en toda España, es decir un 35 por ciento menos de lo normal. En Baleares fue un verano seco y en Canarias, las pocas precipitaciones que se registraron le confirieron un carácter muy húmedo al verano, porque normalmente apenas hay lluvias en la estación estival.  

Sequía metereológica

Los datos reflejan que España terminó el verano en situación de sequía meteorológica, sobre todo en el tercio oeste y en el interior de la mitad norte peninsular. Del Campo ha apuntado que el año hidrológico, que terminará el próximo 30 de septiembre está siendo muy seco, con unas lluvias inferiores al 25 por ciento de lo normal por lo que el año hidrológico 2021-2022 terminará como el segundo más seco de la serie histórica. No obstante, ha pronosticado que en los próximos días se esperan abundantes precipitaciones en toda España que podrían permitir que el ejercicio cierre incluso como el cuarto más seco desde que hay registros.

Con todo ello, ha expuesto que la temperatura superficial del agua del mar Balear también ha sido superior a los valores normales de forma ininterrumpida desde que comenzó mayo y desde la primera semana de julio sufre temperaturas que están en el 5 por ciento de las más elevadas de toda la serie histórica y alcanzó una media de 29ºC a mediados de agosto, lo que supone un nuevo récord absoluto.