Los perros y gatos no pueden ser expuestos en escaparates para su venta. Los circos con animales salvajes quedan prohibidos. Las penas por maltratar animales se endurecen... La ley de protección animal ha marcado un antes y después tras establecer que los animales sean considerados por primera vez seres sintientes, y en consecuencia, protegerlos por ley.

Sin embargo, desde que se aprobó el texto varios flecos han quedado sin resolver, lo que ha suscitado múltiples polémicas en la sociedad e incluso en el seno del gobierno español.

Es el caso, por ejemplo, de los perros de caza. Y es que tras meses de protesta del sector cinegético, esta misma semana el PSOE ha anunciado que realizará una enmienda a su propio texto para excluir a estos animales, por no considerarlos mascotas.

El portavoz Patxi López justificó este jueves la decisión subrayando que La ley de bienestar animal sería para animales domésticos y los animales de caza “tendrían una legislación propia y específica”, y anunció por otro lado que su partido pretende, además, dejar fuera de la norma a otros animales que desempeñan actividades específicas, como los perros de rescate, los de pastoreo o los utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

De ese modo, López defendió la decisión aludiendo al campo y la necesidad de “evitar las malintencionadas interpretaciones que algunos están haciendo [de la Ley] para predisponer al sector cinegético y del mundo rural en contra del Gobierno”. Sin embargo, tras el anuncio, las reacciones no se han hecho esperar y organizaciones como PACMA han mostrado su preocupación por las declaraciones, además de hacer un llamamiento para que Podemos “plante cara” a los socialistas y acaben con la enmienda anunciada por López.

Desacuerdo en Moncloa

Podemos por su parte, a través de su portavoz Pablo Echenique mostró su posición al respecto con un mensaje en redes sociales en el que defendía que “el maltrato es maltrato independientemente de a qué se dedique el animal. ¿O es que el PSOE está a favor de colgar a un perro de un árbol, descerrajarle un escopetazo y arrastrarlo por el suelo desangrándose o enterrar cachorros en cal viva porque sean perros de caza?”, expuso.

Y no es la única polémica en el Estado español respecto a los animales. Y es que la celebración del Toro de la Vega, en la localidad vallisoletana de Tordesillas, ha provocado en los últimos años un acalorado debate entre defensores y detractores. De hecho, reflejo de ello es la entrega de PACMA el martes pasado de 70.000 firmas en contra del festejo que iba a celebrar mañana, 13 de septiembre, por las calles del pueblo.

Así, tras días en los que se han intercambiado múltiples recursos para por un lado, intentar llevar a cabo un “torneo” tradicional, matando e hiriendo al animal, y por otra parte PACMA o incluso el Gobierno español han solicitado suspender el toro de la Vega, finalmente se ha decidido que “el torneo tal cual, con el formato aprobado por el Ayuntamiento de Tordesillas y ratificado por la Junta, no se puede celebrar en cuanto suponga torturar y lancear al animal”, con lo que el festejo, a juicio del presidente del partido animalista Javier Luna, “quedará limitado a un mero encierro”.

Y es que según explicó tras la decisión del Tribunal, Luna entiende que lo único que queda es que Manjar, nombre este año del animal, protagonice un encierro por el campo similar al celebrado desde 2016, fecha en la que se prohibió el torneo, “con lo que tan sólo se dará muerte al toro al finalizar el festejo y en privado”.

Esta polémica es la punta de la lanza de una controversia entorno a los festejos taurinos, ya que lo mismo ocurre con las corridas de toros, que año tras año divide a la sociedad entre los que intentar prohibir “torturar” al animal, mientras los partidarios aluden a la tradición y falta de sensibilidad de los animales. De hecho, el presidente del Patronato del Toro de la Vega de Tordesillas comparó la pasada semana en medios de comunicación el sufrimiento de un toro con “caerse en una zarza”. Además, también aseguró que “el término tortura es para los seres humanos, para las personas”.

Abandono animal

Así, el Toro de la Vega o el reciente anuncio de dejar a los perros de caza fuera de la Ley de Bienestar animal son reflejo de la polémica que suscitan entre defensores y detractores de lo que denominan ‘tradición’ en el Estado español, donde la tasa de abandono de animales en el Estado es una de las más altas de Europa, con alrededor de 285.000 perros y gatos recogidos al año por protectoras en todo el territorio estatal, según las cifras recogidas por el estudio Él nunca lo haría 2022 de la Fundación Affinity.