Las personas infectadas con el VIH han sido uno de los grupos más estigmatizados, señalado como una amenaza simbólica que asociaba la enfermedad a determinadas prácticas sexuales. Durante cuarenta años los afectados han trabajado sin descanso para combatir ese rechazo social, algo que poco a poco se ha ido superando pero que vuelve a resurgir estos días con la viruela del mono, que se extiende en Euskadi con 85 casos confirmados. “Me quedé atónito al escuchar a la Organización Mundial de la Salud (OMS). No existen grupos de riesgo, hay prácticas de riesgo”, ha señalado este viernes en Donostia Joseba Errekalde, presidente de la Asociación anti Sida Harri Beltza.

A pesar de este incremento casos, Osakidetza destaca que se trata de infecciones con un cuadro leve de síntomas. Las autoridades sanitarias advierten de que para prevenir la infección hay que evitar mantener relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan desaparecido, y después de finalizar el aislamiento usar preservativo al menos durante las doce primeras semanas. 

Ante este nuevo brote mundial, una enfermedad de baja transmisión y mortalidad, la OMS ha recomendado “reducir la promiscuidad”, algo que a la comunidad gay retrotrae a tiempos que creían superados. “Es como para quedarse estupefacto recomendar a los hombres que practican sexo con otros hombres que reduzcan sus contactos. Es algo que te lleva cuatro décadas atrás. Hablemos de este virus, de las vías de transmisión y de la responsabilidad que cada uno tenemos, pero por favor, no lo asociemos a un sector de población determinado”, ha respondido Errekalde a preguntas de este periódico. De ser así, ha añadido, “flaco favor estamos haciendo a la prevención en nuestro ámbito social”. 

Campaña de prevención para un verano muy social

El portavoz de la asociación ha comparecido en rueda de prensa en el Koldo Mitxelena de Donostia junto a Elías Arizmendi, integrante también de Harri Beltza, para presentar la campaña de prevención del verano y el concierto solidario que tendrá lugar este domingo a las 19.30 horas en la parroquia de San Esteban de Oiartzun, con la actuación del grupo Oskarbi y el coro Loinatz.

Una campaña de prevención contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual que se presenta en pleno verano libre de limitaciones impuestas por la pandemia, lo que inevitablemente conlleva un incremento de las prácticas de riesgo.

A este respecto, se constata que las transmisiones de VIH se estabilizan a la baja en Euskadi, según recoge la memoria del Plan del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual correspondiente a 2021. “Es un dato positivo que nos hace sentir satisfechos porque demuestra que hay un mayor grado de concienciación”, ha señalado Arizmendi. 

Se trata, en todo caso, de una realidad de doble lectura. Si bien se ha estabilizado la transmisión, la gran mayoría de casos son tardíos. Así ocurrió en más de la mitad de las 119 infecciones que se registraron el año pasado en el País Vasco. “Hay personas que por el motivo que sea incurren en prácticas de riesgo pero no tienen costumbre de hacerse la prueba del VIH en farmacias”, advierten desde la asociación. 

El cuadro médico de la persona afectada siempre puede agravarse cuanto más tarde acuda al sistema de salud. Además, “el virus al cabo de tres meses es indetectable”, alertan desde la asociación, algo que puede impactar de lleno en la prevención comunitaria. 

Si bien se han estabilizado los casos de VIH, han aumentado "terriblemente" las Infecciones de Transmisión Sexual, señala Harri Beltza. En 2021 aumentaron los diagnósticos en todos los tipos de infecciones. En concreto, en las tres consultas específicas de las que dispone Osakidetza en cada territorio se registraron: 976 casos de chlamyidia, por los 679 de 2020; 797 infecciones gonocócicas, que suponen un incremento del 66,33% respecto al año precedente; 273 casos de sífilis precoz, un 37,2% más que el año anterior; y 160 casos de herpes genital, frente a las 158 de 2020.