El alumnado del centro de FP Tolosako Inmakulada Lanbide Ikastola le ha “gritado al silencio” durante el curso. Un total de 36 estudiantes, 35 de ellas mujeres, han tomado parte activa en diversas actividades que han tenido como denominador común acabar con el tabú de la enfermedad mental.

Lo han hecho en un “espacio amigable”, una iniciativa cuyos detalles dio a conocer ayer Itsaso Urbieta, profesora de este centro educativo e integrante de Biziraun, la Asociación de personas afectadas por el suicidio de un ser querido. “Durante la pandemia hicimos un diagnóstico de la salud emocional de los alumnos que hizo que saltaran las alarmas”, reconoció.

Soledad, malestar, angustia… La docente detalló que fue a partir de ahí cuando comenzaron a esbozar la idea de crear un espacio donde el alumnado se sintiera libre para expresar sus sentimientos.

“Teníamos claro que el protagonismo tenía que ser de ellos y ellas”. Solo se les pidió “sensibilidad” y “compromiso”, además de respetar la confidencialidad de las reuniones. Los encuentros comenzaron a celebrarse en octubre. “Durante el primer encuentro se acordó trabajar bajo el lema Isiltasunari oihu (grito al silencio), por la necesidad que las propias alumnas veían de romper con el tabú. “Fue una bomba expansiva que involucró a todo el centro”, asegura Urbieta.

‘Hustu zure motxila’

Y dieron a partir de ahí rienda suelta a varias iniciativas, como las mochilas cosidas con retales que dejaron a la entrada del centro bajo el lema Hustu zure motxila, en alusión a la necesidad de descargar la pesada losa del ruido mental. También han creado una cuenta en Instagram (berpiztu) que recoge frases como “hablar de tus sentimientos no es señal de debilidad”. El colofón a todas estas acciones lo puso una fiesta en la que fueron invitados todos los centros educativos de Tolosaldea.