Una amplia mayoría de la sociedad vasca ya conjuga sin complejos la pandemia en pasado, aunque la enfermedad sigue siendo una indeseable compañera que llama incesantemente a la puerta. De hecho, Euskadi ha sumado 400 ingresos y 30 muertes durante la última semana. Y la sombra de la pandemia sigue siendo alargada, con secuelas que se expanden de un modo invisible, impactando de lleno en la salud mental.

El Ararteko se ha propuesto realizar un estudio monográfico de esta realidad y ha organizado para los días 7 y 8 de julio en el palacio Miramar de Donostia un curso titulado La atención a la salud mental en Euskadi. Modelo de abordaje, recursos existentes, necesidades detectadas y coordinación entre sistemas.

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La crisis sanitaria ha actuado como desencadenante de situaciones de gran estrés existencial, disparando las demandas de atención, lo que ha presionado como nunca hasta ahora los sistemas de respuesta sanitaria. El número pacientes aquejados de problemas de salud mental ha crecido en Euskadi sin que lo hagan en la misma medida los recursos necesarios.

Actualmente, el 25% de las consultas de Atención Primaria se corresponde con los trastornos mentales, según se ha expuesto en el XXVIII congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia (SEMG), celebrado este mes en Bilbao.

Una realidad que se hace extensible al conjunto del Estado. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, en el Estado español, desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad, un 6,4% de la población ha acudido a un profesional de la salud mental por algún tipo de síntoma. Casi la mitad de los pacientes presentaban cuadros de ansiedad, y un 35,5% depresión.UN RETO SOCIAL

El disfrute de una adecuada salud mental tiene un impacto determinante en la vida de cada persona, "pero también constituye un reto social en el que los poderes públicos y toda la comunidad están comprometidos", sostiene Inmaculada de Miguel, directora de Relaciones Sociales, Estudios y Modernización del Ararteko, y organizadora del encuentro.

Las personas con enfermedad o trastorno mental, en sus múltiples variantes, por su especial vulnerabilidad, son un colectivo al que la institución vasca siempre ha prestado una atención singular. "Conocemos casos concretos que se nos han planteado en relación con el abordaje de determinadas patologías mentales y sobre supresión de algunos recursos comunitarios". Según subraya de Miguel, "la institución sigue teniendo entre sus prioridades el velar porque, independientemente del modelo organizativo que se adopte por la Administración sanitaria, en ningún caso se produzca una merma en la calidad de la atención que reciben".

El Ararteko se ha propuesto "ampliar el foco de los problemas concretos" para analizar en el curso el modelo de abordaje de las situaciones de riesgo para la salud mental y el itinerario de atención sanitaria y social implantado en Euskadi. Un proceso en el que la atención primaria juega un papel fundamental. Un sector donde las aguas siguen bajando revueltas en las últimas semanas.CRÍTICAS A OSAKIDETZA

La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, desmiente que se vaya a "desmantelar" Osakidetza o que vaya a haber "recortes o privatización" del sistema vasco de sanidad pública.

Las concentraciones convocadas por los sindicatos la semana pasada, a la que tomó el testigo una manifestación secundada el domingo por miles de personas en Bilbao para denunciar la "grave" situación de la atención primaria, evidencian el malestar que se vive en el sector, indignado por la "mayor movilidad" para los pacientes que podría traer consigo la falta de médicos.

La consejera ha insistido en que no hay motivo de preocupación en la Atención Primaria, ya que ese cambio, en todo caso, afectaría a los cuidados sanitarios especializados. Sea como fuere, los ambulatorios son la primera puerta de entrada. La prevención de los problemas de salud mental constituye "un reto social de primer orden", y la Atención Primaria juega en ese sentido un papel esencial. El Ararteko asume que estos servicios siguen "tensionados".

Desde la institución vasca ven necesario analizar si es preciso reforzar el sistema sanitario, elevando la ratio de personal especializado en este ámbito e implementando programas de apoyo a pacientes, familias y profesionales. "De todo ello queremos hablar a lo largo del curso. Y queremos hacerlo -añade la directora de Relaciones Sociales- de la mano de profesionales relevantes que nos aporten su visión y reflexiones sobre aquellas acciones a emprender o intensificar por parte de las administraciones públicas, que favorezcan y garanticen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud".

En este espacio de reflexión intervendrán, entre otros, José Antonio de la Rica, director de Atención sociosanitaria en el Departamento de Salud del Gobierno Vasco; Manuel Hernanz, psicólogo clínico en Osakidetza, la educadora social Inés Ibáñez, con una dilatada trayectoria en la medicación de conflictos con menores, y el consultor independiente Fernando Fantova.

En total participarán en el curso quince personas expertas cuyas aportaciones serán recogidas en una publicación recopilatoria que "nos ayudará a precisar más la realidad que estamos atisbando", según avanza de Miguel.