José Ignacio Atorrasagasti ya tiene sus parrillas a punto. Agradece que la situación "ha comenzado a normalizarse". Se ha dado cuenta de que "la gente tiene una ganas tremendas de hacer fiesta". Reconoce haberlo pasado "mal" porque "no hemos hecho ni una fiesta en estos dos años". Además, Euskal Parrilla, que es el negocio que dirige, colaboraba con la ACT. "Regatas sí ha habido, pero lo que no ha habido han sido las parrillas. Ya nos han confirmado que este verano estaremos haciendo bonito a la parrilla para la Liga Eusko Label", se alegra. Atorrasagasti confirma que para este verano "hay mucha demanda. Siempre la ha habido porque nos llaman de muchos pueblos, de muchos ayuntamientos, pero este año más", agradece.

  • Lea más: Gipuzkoa ya está preparada para el regreso de las fiestas de verano

"Estamos con ganas después de dos años que no hemos hecho casi nada", se sincera. Es más, "tenía las parrillas oxidadas. Las he tenido que pintar y repintar para ponerlas a punto", subraya este oriotarra que lleva 15 años al frente de este catering familiar. "Trabajamos con parrilla. Hace poco me han pedido carrilleras en salsa y paellas, pero eso no hacemos. Tiene que ser parrilla: rape, chuleta, besugo, rodaballo, bonito... Todo lo que sea, pero con parrilla. Es nuestra seña de identidad". Además, "solemos llevar, que nos gusta mucho, una barrika de sidra. Da alegría a la comida. Suele haber mucha tertulia al lado de la barrika", sostiene este parrillero, que ha vivido una época "muy dura" de dos años sin poder apenas ofrecer su servicio. "Ha sido una cuesta muy dura, pero ya está todo normalizado", puntualiza.

Echa la vista atrás, a la manera en la que empezó el negocio y esboza una amplia sonrisa: "En las fiestas de Orio con una parrilla un grupo de amigos solíamos hacer sardinas gratis a los del pueblo y también les ofrecíamos sidra. Más tarde me llamó un amigo que tiene una empresa de festejos y me dijo que fuera a Zumaia a hacer lo mismo. A partir de ahí todo ha ido como un tiro", destaca José Ignacio Atorrasagasti, ansioso de ponerse manos a la obra. l