La Diputación de Gipuzkoa ha querido esta tarde “visibilizar” y reconocer la labor de 18 mujeres guipuzcoanas que, desde principios de los años 80, fueron pioneras en la vida política del territorio y de Euskadi. En un hábitat tremendamente masculino, estas mujeres rompieron esa barrera y abrir un camino que otras sigan transitando hoy.
“Tengo el honor de ser la primera mujer en subir a esta tribuna. Que la presencia femenina sea muy superior a la actual en muy poco tiempo significará que las instituciones y el país van por el buen camino”, proclamó en 1982 Begoña Amunarriz (EAJ-PNV), una de las primeras parlamentarias del País Vasco, en su primera intervención en el Parlamento, momento que recuerda el documental Haziak (Semillas) emitido hoy en el acto celebrado en el Teatro Principal de Donostia y que cuenta con las voces de estas 18 políticas homenajeadas. Todas ellas relatan sus inicios en la política, las dificultades que encontraron y lo que esperan para el futuro.
“Crecí en una familia abertzale y desde pequeña tuve una vocación política muy fuerte”, comenta Amunarriz sobre el comienzo de su interés por la política. “Yo estaba destinada a trabajar de secretaria, pero rechazo ese destino y empiezo a interesarme por la política”, dice Lola Arrieta, del PCE, partido en el que, cuando entró, la presencia femenina era minoritaria: “En el comité central había 65 miembros y solo 6 mujeres, y en el comité ejecutivo solo éramos 2 mujeres entre 22 personas. Había mujeres militantes, pero no pasaban de ahí. Es algo muy frecuente en muchos sitios, según subes menos mujeres hay. Vas a un consejo de administración y no ves ni una”.
“Era un mundo tremendamente masculinizado. La relación era de un 20% de mujeres dentro de los militantes del partido”, expone Ana Miranda, que sentía esa inquietud por la política que también tenían otras mujeres, fuera cual fuera el ámbito ideológico. “La política me ha interesado desde los 17 o 18 años, pese a que en mi casa no se hablaba de eso. Una vez pregunté a mi madre cómo me dejó meterme en política. Es que me lo dijiste con tanta convicción que, si no te dejaba, lo ibas a hacer igual, me respondió”, indica Arantza Quiroga, del PP.
El esfuerzo que tenían que hacer las mujeres para compaginar la política y la familia, en una época en la que la palabra conciliación casi ni existía, era grande. Fue el caso de Bakarne Larrañaga, de EAJ, una de las primeras representantes en las Juntas Generales de Gipuzkoa: “Tenía entonces seis hijos, el mayor de ellos de ocho años. Trabajaba mucho, pero para mí era bueno salir de casa y estar en otro ambiente”.
Las trabas eran grandes y había que rebelarse. “La valoración de la mujer era tan mala que parecía que solo servíamos para criar hijos y limpiar las casas, y que no podíamos pensar en política”, lamenta María Pilar Larreina (PNV), una de las primeras concejalas en el Ayuntamiento de Donostia. “Algunos papeles los teníamos asumidos las mujres y los empezamos a cuestionar”, recuerda Anttoni Nazabal (HB), concejala de Zaldibia en la primera legislatura. “Junté a mi hijo Mikel y a mi hija Maddi con mi marido y les dije que iba a suponer un cambio radical en nuestras vidas. Mis hijos me dijeron que lo intentara”, rememora Mari Karmen Garmendia (EAJ-PNV), integrante del Gobierno Vasco entre 1985 y 2001.
Respecto a esa conciliación, recuerda Arantza Quiroga que las reuniones eran a las siete de la tarde. “Cuando nos empezamos a incorporar las mujeres, pasamos las reuniones a las cuatro porque queríamos llegar a casa y estar con nuestros hijos”.
“FORTALEZA DE CARÁCTER”
Los momentos incómodos para estas mujeres fueron abundantes. “En una entrevista me preguntaban cosas como si mi marido estaba celoso y tuve que decir que ya bastaba”, cuenta Begoña Amunarriz, a quien un día le querían prohibir el acceso a un festejo por ser mujer. Lógicamente, se opuso y acudió a la celebración”.
Por eso pide a las mujeres que tengan “fortaleza de carácter”. “Muchos hombres no aceptan jerarquías superiores femeninas", advierte, algo evidente en el que ha sido su campo de actuación: “Las mujeres no se consolidan en política. En cambio, ves hombres que echan raíces. ¿Eso qué quiere decir? Que los puestos los gestionan ellos, los hombres. Te quitan y te ponen los hombres. Hay cosas que cambiar en forma de leyes. Y es importante que haya referentes como ha sido Merkel o ahora Kamala Harris”.
“Diría a las mujeres que sean rebeldes. Es la única forma de aportar que tenemos. Que no obedezcan a todo, que sean ellas mismas”, añade Lola Arrieta.
“HABÉIS SEMBRADO LA IGUALDAD”
El diputado general, Markel Olano, ha subrayado la importancia que las mujeres homenajeadas hoy han tenido para “sembrar la igualdad en la política vasca”. “Gracias por vuestra labor precursora y vuestro compromiso social y político”, indicó Olano, quien ha insistido en la necesidad de “dar un salto” hacia la igualdad en todos los ámbitos: “Significa que todos y todas pongamos en el centro de nuestra actividad pública la agenda de la igualdad y las políticas públicas orientadas a transformar la sociedad para conseguir una igualdad efectiva a todos los niveles”.
Tras la emisión del documental Haziak, se ha celebrado una interesante mesa redonda en la que cinco de las pioneras de la política vasca -Begoña Amunarriz, Anttoni Nazabal, Gema Zabaleta, Lola Arrieta y María José Usandizaga- compartieron sus experiencias. La jornada ha acabado con todas las homenajeadas recibiendo cada una de ellas un retrato hecho en acuarela. El evento en el Principal ha resultado un fantástico preámbulo para el 8M.