Esta semana Lasarte-Oriako Osasun Publikoaren Aldeko taldea (LOOPA) ha ofrecido una comparecencia para valorar la reunión parlamentaria a la que acudieron el pasado 13 de octubre dos representantes de la plataforma ciudadana para dar cuenta de “la situación extrema de deterioro” de la asistencia primaria en Lasarte-Oria.
Tras exponer su valoración, hacia el final del acto, reconocieron que tras año y medio de lucha algo había cambiado en el centro de salud: “Hoy es el día en el que, según nuestras informaciones, la situación del ambulatorio de Lasarte-Oria ha mejorado apreciablemente, aproximándose a lo que debería ser el mínimo de normalidad”. “Nos alegramos por ello, pero que nadie se confunda: eso no significa que vayamos a bajar la guardia”, apostillaron.
De hecho aún persisten importantes reclamaciones: “A día de hoy todavía queda un cupo médico sin cubrir, y dos están cubiertos solamente al 50%, además de que se siguen sin cubrir bajas, permisos, etc. Es decir, sigue habiendo demasiados y demasiadas lasarteoriatarras sin médicos que les atiendan”.
Luchar por la estabilidad de las plazas
“Es por ello que nuestra sincera alegría no está exenta de recelos. Desgraciadamente, la experiencia nos obliga a mantenernos en alerta. ¿Hasta qué punto el hecho de que unas plazas médicas estén formalmente cubiertas significa que, efectivamente, en la práctica haya un profesional al cargo de cada cupo?, ¿qué garantías tenemos en la estabilidad de esas plazas; es decir, qué seguridad tenemos de que en unos plazos más o menos breves los y las profesionales asignados no vayan a trasladarse a otros lugares?”, preguntaron. “Los precedentes no son buenos y son muchas las dudas que nos surgen”, lamentaron.
Esta inseguridad viene motivada por dos tendencias que aprecian en Osakidetza: “Remitiéndonos al marco general de la política sanitaria, no vemos en las autoridades sanitarias ninguna intención de modificar la política de privatización de la Sanidad Pública y tampoco vemos ninguna intención de echar marcha atrás en el modelo de Atención Primaria que la dirección de Osakidetza anunció, según el cual se quería pasar de un modelo en el que el referente sanitario de las familias dejaría de ser el médico o la médica de cabecera para pasar a serlo el enfermero o la enfermera”.
Es por todo ello que siguen pensando que “la pasividad no sirve, no sana; nos mantenemos en alerta”.
Tres cuestiones en el Parlamento Vasco
Volviendo a la comparecencia ante los parlamentarios, debido a los límites de tiempo fijados, los representantes de la plataforma se centraron en tres cuestiones.
En primer lugar, denunciaron la “falta de transparencia y oscurantismo con la que se está gestionando la crisis”. “No se informa acerca de la situación del ambulatorio. Lo interpretamos como una falta de respeto a la ciudadanía por parte de unos y unas responsables de Osakidetza que cobran de dinero público y se deben a la ciudadanía. Es nuestra salud e incluso la propia vida lo que está en juego, tenemos derecho a saber”, denunciaron.
En segundo lugar, criticaron “el temor existente entre el personal sanitario”. Según explicaron les consta la existencia de “indicaciones” para que no trasciendan las situaciones vividas por los trabajadores, de manera que cualquier interacción pública debe estar aprobada por instancias superiores.
“Señalamos que esta falta de transparencia y el temor no son sanos ni para la ciudadanía ni para la propia Osakidetza, y dibujan un modelo situado en las antípodas de lo que debería ser un modelo sanitario, y social, de calidad y democrático”, aseveraron.
Por último, recordaron la respuesta que el Ararteko, la defensoría del pueblo del País Vasco, dio a su queja, en la que señalaba que “Osakidetza está advertida de esta situación desde hace tres años, y aún no ha corregido su rumbo”.
Reclamaciones
Por todo ello, desde LOOPA siguen reclamando que todos los cupos de Lasarte-Oria estén cubiertos permanentemente y de forma estable por médicos, enfermeros, pediatras, salud mental, etc., “conformando equipos interdisciplinares estables que se constituyan en el referente sanitario familiar que, trabajando con visión comunitaria, prevengan, protejan y curen”.
Además, exigen que se asegure que todas las bajas, reducciones de jornada y permisos estén siempre cubiertos y un reparto equitativo de recursos humanos entre todos los centros que conforman la OSI de Donostialdea.
Por último, piden mayor transparencia e información.