En las bodas también hay modas y preferencias, como la realización de enlaces temáticos. Para dentro de un par de meses Reina de Bodas está organizando una boda mexicana, porque el novio es de ese país. "Se suelen hacer cuando alguno de los dos es de fuera, le gusta mucho una serie o una película o tiene una afición".
A la hora de alquilar los elementos que se necesitan en una boda, aunque hay cada vez más proveedores de proximidad, de momento "para encontrar cosas diferente hay que acudir a otras ciudades".
Menos en los casos en los que "el restaurante es muy bueno y merece la pena hacerlo allí, lo que se lleva es alquilar una finca o un caserío". En esos casos ya hay varias empresas que trabajan menús, aspecto clave "porque para los de aquí la comida es muy importante".
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Para que la boda sea como la pareja quiere la comunicación es fundamental. "Se hacen una decena de encuentros pero el contacto telefónico es constante, ya que ir cambiando cosas y encajando". "Hay gente que ni ves hasta la boda porque, por ejemplo, vive en Australia o EE.UU. Pueden ser personas nacidas aquí que viven allí pero también gente de allí que quiere venir a casarse a Donostia".
Cada cual organiza la boda como le gusta y, al menos por aquí, es raro que haya peticiones extrañas. "Un chico nos pidió que se pusiera un tiro al pichón, pero juerga, bebida y ese tipo de actividades son incompatibles y se lo quitamos de la cabeza. También nos han pedido un toro mecánico ".
En la ropa "somos tirando a lo clásico. Las novias son más atrevidas y hay incluso cambios de vestidos, pero los chicos no arriesgan. También esta de moda que las parejas vayan a clase de baile para sorprender a los invitados con una coreografía".
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Y si se habla de tendencias, el escenario más solicitado en la actualidad es la finca de Arbaizenea, el lugar de veraneo de la duquesa de Alba. "Tiene unos jardines impresionantes y tiene mucho éxito. Además, ahora todo el mundo quiere hacer cosas en el exterior y fincas como esta están preparadas para cualquier inclemencia meteorológica".
Y en el exterior o en elegantes carpas se organizan, en un entorno privilegiado que mira al mar, al horizonte, los eventos y las bodas en la finca Itxasbide, en Agiti Bidea. Este año, explican desde Itxasbide, todavía las cosas andan "un poco revueltas", dando respuesta a los aplazamientos que ha provocado la pandemia y atendiendo "a las nuevas contrataciones".
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