DONOSTIA - El fraile franciscano Pello Zabala (Amezketa, 1943) ha fallecido a las 17.00 horas, en el hospital comarcal de Arrasate, donde llevaba ingresado una semana tras haber contraído covid-19. "Con covid o por covid, no lo sabemos claro, pero parece que el virus le ha podido acelerar" sus patologías previas, admite a este periódico Joxe Mari Arregi, el ministro provincial de los franciscanos de Arantzazu. Su muerte ha causado una honda conmoción en Eukal Herria.

Sus hermanos frailes ya percibían desde hace algún tiempo "el sonido" preocupante de su respiración, cierta dificultad al coger oxígeno, y admiten que "Pello llevaba un tiempo delicado de salud". Sin embargo, el fatal y repentino desenlace nadie se lo esperaba. Se va "joven", sin llegar a cumplir los 80. La media de edad de los frailes de Arantzazu es de 77 años.

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Azken agurra Pello Zabalari Arantzazun

Zabala "deja un vacío enorme" en la comunidad franciscana de Euskadi, donde "era un referente". Llegó al santuario oñatiarra de Arantzazu de niño, con diez años, y ha hecho allí la práctica totalidad de su vida, hasta sus últimos días, según recordó a NOTICIAS DE GIPUZKOA el ministro provincial, Joxe Mari Arregi. "Hemos estado hablando y creo que, salvo un año que estuvo en Bilbao, ha estado toda su vida en Arantzazu", añadió Arregi.

Zabala, natural de Amezketa, iba a cumplir 79 años el 2 de junio. "Para nuestra comunidad es una gran falta; conocía muy bien Arantzazu y era una persona muy querida por el conjunto de la sociedad, yo creo; siempre estaba dispuesto a atender a los medios de comunicación; era una persona muy conocida, alegre, cercana, agradable, euskaldun", aseguró Arregi.

Escritor, "gran euskaltzale" y experto en témporas. Zabala era muy conocido por sus predicciones meteorológicas; era un personaje muy popular en espacios de radio y televisión y en Arantzazu ejercía las labores de organista en los oficios del santuario; "no fallaba ni un domingo", añadió el propio Arregi a este periódico. Zabala era un apasionado de la música también.

El monje franciscano "trabajó para Euskadi Irratia durante varios años, inicialmente realizando un programa musical y luego emitiendo previsiones meteorológicas como experto en témporas. También ha presentado el programa de radio Klasikoak gaur en la misma emisora (más de 5.000 sesiones), que ofrece música clásica", recordó Eitb en su página web.

En su faceta de escritor, ha escrito en revistas en euskera como Jakin o Zeruko Argia y formaba parte de la comunidad bloguera de Berria desde octubre de 2006. El euskera es precisamente otro de los pilares de la prolífica vida de este religioso guipuzcoano.

Fue durante dos décadas profesor de euskera, castellano, latín, y francés en el seminario de Arantzazu y también era compositor.

La hermandad de Arantzazu

El luto en la comunidad franciscana pesa. La situación en la que se encuentra la hermandad del santuario de Arantzazu, la más conocida de Gipuzkoa, es significativa. Allí quedan viviendo ahora, después de la muerte de Zabala, 22 de los aproximadamente 100 frailes que sirven en los 15 conventos que integran a día de hoy la provincia de Arantzazu. La hermandad de Arantzazu fue reforzada hace poco con la llegada de cuatro hermanos de menor edad, entre ellos, los dos más jóvenes de la provincia, de 45 y 48 años.

Pello Zabala deja un gran vacío, como ya dejó en septiembre de 2017 otro gran referente de la comunidad franciscana vasca, el guipuzcoano Iñaki Beristain, natural de Errezil, y que falleció víctima de un cáncer de colon a los 70 años.

En menos de cinco años se han ido Zabala y Beristain, dos referentes de la impronta cultural y euskaltzale de Arantzazu. Beristain fue responsable de Comunicación del santuario, director de la revista Arantzazu y miembro de la asociación Arantzazuko Adiskideak, entre un largo etcétera de actividades en las que participó de forma incansable.

Se le reconocía, asimismo, por ser el impulsor de la Marcha por la paz de Arantzazu a finales de los años noventa del siglo pasado. También estuvo muy vinculado a los medios de comunicación, lo que le hizo muy popular. Asumió la responsabilidad del programa Egi bidean de Euskal Telebista, y desde 1983 radió desde las ondas de Euskadi Irratia las misas cada domingo, precisamente junto a Pello Zabala. Goian bego!