- Con la reforma del Código Civil y de la Ley de Registro Civil, los notarios también pueden reconocer la vecindad civil de las personas. Un trámite “querido por los habitantes”, ya que los notarios “tienen contacto directo con las personas, por lo que no son necesarios grandes documentos o experiencias”. “Este cambio permite que la aplicación del derecho civil sea más sencilla en Euskadi y no pueda ser cuestionado”, opina el notario Javier Oñate Cuadros.

La vecindad civil determina el derecho civil que se le aplica a cada persona. Esta se adopta originalmente al lugar de nacimiento o de los padres, aunque puede cambiar. Con dos años de residencia en otro lugar, cada persona puede optar por coger la de su nuevo domicilio. Para ello es necesario presentar los documentos que reconozcan esa estancia en el registro civil o, ahora también, ante el notario.

Al ser conocedores de la situación de las personas, para justificar este cambio no será necesario por lo tanto presentar grandes documentos o experiencias que lo avalen ante el notario. “Somos un componente de gran seguridad al poder hacerse los trámites más rápido y de forma más sencilla”, explica Oñate.

Pero, ¿en qué afecta tener una vecindad civil u otra? “Sobre todo en las herencias”, responde este notario, apuntando que el derecho cambia según el lugar. “Hasta ahora, la vecindad civil en Euskadi era la más complicada. Con este cambio puede dejar de estas cuestionada”, concluye.