El drama de la migración se cobró este sábado una vida en el río Bidasoa, donde los servicios de emergencia recuperaron hacia las 11.00 horas el cuerpo de una persona migrante que trataba de cruzar a nado el río Bidasoa desde Irun hasta Hendaia sin lograr su objetivo. El cadáver, que corresponde a un “varón joven”, fue localizado en el agua a la altura de Irun, en el bidegorri que une Azken Portu y Behobia. Por ahora no ha trascendido ni su edad ni su nacionalidad.

El cuerpo de la víctima fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Donostia y la Ertzaintza abrió una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte, aunque ya ayer el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco indicó que no se encontró “ningún indicio de criminalidad”. Entre las pertenencias de la víctima se localizaron algunas posesiones que podrían facilitar su identificación.

También en la mañana de ayer unos vecinos del barrio Les Joncaux de Hendaia rescataron en la misma orilla del río Bidasoa a un menor de 16 años que había logrado atravesar el río a nado. Alcanzó la orilla “desfallecido y desnudo”, comentaron fuentes de Irungo Harrera Sarea, el colectivo que se ocupa de acoger a los migrantes que se acercan a la muga del Bidasoa con el propósito de pasar a Iparralde. Después de ser atendido y de recuperar fuerzas, el joven se marchó corriendo para proseguir su viaje hacia el norte de Europa, pero fue localizado por los gendarmes, que lo devolvieron a Irun.

El fallecimiento de ayer supone la segunda muerte de un migrante en apenas un mes en Irun, después de que un joven eritreo de 21 años se quitara la vida en abril en la trasera del polideportivo de Azken Portu, a escasos metros del lugar donde fue encontrado ayer el cadáver.

Lo cierto es que estos intentos de personas migrantes de cruzar el río Bidasoa para pasar de Irun a Hendaia no son aislados y desde Irungo Harrera Sarea tienen “constancia” de que “ha habido personas que han cruzado el río en los últimos días”, entre ellas una que iba a cruzar el puente “y se tiró al agua cuando vio a la policía”. Este migrante fue después “devuelto a Irun”. También en marzo trascendieron otros dos casos de jóvenes migrantes que trataron de salvar el cauce y a punto estuvieron de fallecer en el intento. Uno de ellos llegó “agotado” a la orilla francesa, donde fue atendido por vecinos, y otro dio la vuelta y volvió a la orilla de Irun debido al agotamiento y a la baja temperatura del agua.

Irungo Harrera Sarea lamenta que el viernes diera una rueda de prensa para “denunciar la situación de acoso y caza a las personas migrantes en la frontera de Irun” y avisar de que esto “produciría muertes”. Apenas 24 horas más tarde, el tiempo le ha dado la razón a esta organización que lamenta los férreos controles en la frontera para evitar el paso de personas migrantes que confían en cruzar la muga entre Irun y Francia.

“Dentro de poco, por desgracia, estos fallecimientos nos van a parecer normales”, alertó ayer a este periódico Anaitze Agirre, representante de Irungo Harrera Sarea: “Otras políticas no racistas son posibles. Hay recursos y posibilidades, pero no hay voluntad política. Todo va sumando hasta que alguien se ha muerto”. Según dijo esta portavoz, a los migrantes “les dejan estar en el albergue Hilanderas tres días, luego estos migrantes intentan cruzar la frontera, los cogen y los devuelven a Irun, no les dejan volver al albergue, por lo que vuelven a intentar cruzar... y así un día tras otro la gente se va desesperando y pasa lo que pasa. Desde Irun ven Hendaia a unos metros y se lanzan al agua”.

Irungo Harrera Sarea, que pide a los vecinos que se manifiesten hoy a las 11.30 horas en Azken Portu para denunciar la situación creada en la frontera, solicita mediante una nota de prensa “responsabilidad política” a las instituciones públicas en materia de “migración y acogida”: “Pedimos que dejen de aplicar políticas migratorias de control que empujan a morir a las personas. Otras políticas migratorias y de acogida son posibles. No presenten estas políticas que aplican como las únicas posibles. Es mentira. Hay alternativas. No podemos normalizar la muerte como sinónimo de migración”, concluyó, subrayando que estos migrantes “son los mismos que los de Canarias o Ceuta que tan de actualidad están”.

“Reflexión profunda”. Las reacciones al fallecimiento del migrante en el río Bidasoa no se hicieron esperar. El Gobierno Vasco mostró su “consternación” por un hecho “impactante y triste”, ya que era una persona que perdió “la vida intentando buscar otra oportunidad”. “Es el momento de reclamar compromisos colectivos en el País Vasco, en España y Europa, y de pedir humanidad y derechos en las políticas migratorias y de acogida”, señaló el director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta, que espera que se “esclarezcan” los hechos que provocaron la muerte del joven migrante. El alcalde de Irun, José Antonio Santano, por su parte, manifestó su “profunda tristeza” por el fallecimiento y pidió una “reflexión profunda” con el objetivo de encontrar “soluciones efectivas que eviten que la desesperación lleve a estas personas a jugarse la vida”. “Es un drama humano”, incidió el alcalde de la localidad fronteriza.

“Dentro de poco, por desgracia, estos fallecimientos nos van a parecer normales”

Representante Irungo Harrera Sarea