El incendio declarado el mediodía del sábado en Bera ha arrasado entre 1.800 y 1.900 hectáreas, una cifra que se concretará en las próximas horas o días, una vez se realicen lo definitivos vuelos de reconocimiento. En el caso de Gipuzkoa, adonde el fuego cruzó por Endarlatsa a primera hora de la tarde del sábado y ha tenido en vilo a la ciudad de Irun, el número de hectáreas quemadas asciende a 400, con importantes daños medioambientales a la reserva natural de Aiako Harria.
A última hora de la tarde del domingo la situación continuaba estable a la espera de la lluvia prevista a partir de las 21:00 horas, pese a que la intensidad del viento ha avivado algunos fuegos. El principal foco activo, según la Diputación Foral de Gipuzkoa, se encontraba en la zona entre Endarlatsa y Erlaitz en el que está siendo de largo el peor incendio que sufre Gipuzkoa en la última década, ya que supera las cerca de 200 hectáreas que ardieron en Igeldo hace seis años.
"Por desgracia, la mayor parte de la zona quemada es de bosque autóctono, por lo que estamos ante una grave pérdida para nuestro patrimonio natural", ha dicho la diputada de Gobernanza, Eider Mendoza, que ha asistido al puesto de mando de Zaisa junto al vicelehendakari, Josu Erkoreka, y el alcalde de Irun, José Antonio Santano. Los tres altos cargos han agradecido a todas las instituciones que están participando en los trabajos de extinción del fuego.
En el caso de Navarra, las hectáreas aproximadas que han sido pasto de las llamas ascienden en una primera valoración a 850, mientras que las autoridades de Iparralde, donde la Fiscalía ya ha abierto una investigación, calculan que pueden ser "casi 700" las hectáreas que han ardido entre Azkaine y Biriatu.
El sábado por la tarde el fuego, combinado con el fuerte viento, hizo temer lo peor, ya que de proseguir el avance que llevaba paralelo al río Bidasoa, podía haber llegado al barrio de Behobia, donde se encuentran cinco gasolineras. De haber seguido el rumbo noroeste, el fuego hubiese llegado a la ermita de San Marcial y, superado el montículo, hubiese podido descender hacia el casco urbano de Irun.
Durante ese sábado, las autoridades sí instaron al realojo de 38 caseríos, así como la evacuación de dos restaurantes y una empresa, que han podido regresar este domingo por la mañana. De la misma manera, la N-121-A que une Behobia y Pamplona, quedó cerrada el sábado y ha quedado reabierta el domingo a primera hora.
Por el momento no hay hipótesis pública sobre la autoría del incendio, aunque el alcalde de Bera apuntó en las primeras horas a la intencionalidad del suceso. Este domingo, Erkoreka ha explicado que en principio correspondería a Navarra investigar el origen del suceso, ya que es donde comenzó el sábado.